ELÍAS PROFETIZA LA SEQUÍA EN ISRAEL
(Pastores Gonzalo
y Andrea Sanabria)
Dios
es el creador de los cielos y la tierra. Él es todopoderoso y es especialista
en hacer milagros cuando ya no se puede hacer nada humanamente. Él no cambia,
es el mismo ayer, hoy y por los siglos, Dios sigue haciendo milagros, cuando el
hombre dice “no es posible”, podemos ver que para Dios no hay ninguna cosa
difícil.
No importa cuán difícil sea la situación, o cuán grande sea el problema, Dios siempre será más grande. Lo vemos por ejemplo en Egipto, Dios juzgó el imperio, pero en medio del juicio tuvo cuidado de su pueblo...
No importa cuán difícil sea la situación, o cuán grande sea el problema, Dios siempre será más grande. Lo vemos por ejemplo en Egipto, Dios juzgó el imperio, pero en medio del juicio tuvo cuidado de su pueblo...
ELÍAS PROFETIZA LA SEQUÍA EN ISRAEL
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“Y vino a él
palabra de Jehová, diciendo: Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y
escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán. Beberás del
arroyo; y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer. Y él fue e
hizo conforme a la palabra de Jehová” 1 Reyes 17:2-5.
Debemos
destacar la obediencia de Elías, pues fue sensible al amor y cuidado de Dios.
Elías obedeció sin cuestionar la palabra del Señor, pudo haber pensado ¿pero
cómo es posible que unos cuervos me alimenten? ¿Por qué tengo que irme a
Querit? Entre otras preguntas. Dios espera más obediencia que comprensión.
Recordemos que a Pedro le dijo: “Lo que yo hago ahora, lo entenderás después”. Entonces vemos que para Dios prima la obediencia, aunque sea después que entendamos sus obras. Realmente la fe cree de manera sencilla en la bondad y grandeza de nuestro Dios. Detrás de la obediencia se esconden grandes tesoros.
Recordemos que a Pedro le dijo: “Lo que yo hago ahora, lo entenderás después”. Entonces vemos que para Dios prima la obediencia, aunque sea después que entendamos sus obras. Realmente la fe cree de manera sencilla en la bondad y grandeza de nuestro Dios. Detrás de la obediencia se esconden grandes tesoros.
En
el pasaje leído vemos varias cosas muy importantes. Por ejemplo aunque con
errores como nosotros (porque “Elías era sujeto a pasiones semejantes a las
nuestras”), fue obediente yendo al arroyo de Querit, como Dios le dijo. Jonás
como Elías, escuchó a Dios, la diferencia es que Jonás huyó, y Elías obedeció
(todos podemos oír a Dios. La diferencia está en la obediencia de cada uno).
El
arroyo de Querit, es muy significativo aquí, el término “Querit” significa:
cortadura, garganta. El arroyo corre por el fondo de una profunda y escabrosa
garganta, nos habla de un lugar difícil. Tengamos en cuenta que en ninguna
parte de la Escritura se nos dice que hacer la voluntad de Dios, o aceptar los
desafíos divinos sea fácil. Sin embargo siempre se nos garantiza que Dios irá
con nosotros, y seremos librados de la angustia.
Ahora
consideremos los cuervos, son aves de presa (que más bien se hubieran comido la
carne que era para Elías). Se alimentan de insectos, gusanos y carroña, sin
embargo a Elías le traen carne sana y abundante. Los cuervos descuidan sus
polluelos, pero Dios hizo que cuidaran a su siervo. Definitivamente Dios es
soberano y tiene cuidado de sus hijos.
Recordemos
que para éste tiempo Israel tenía como dioses a Baal y Asera, y estaba en medio
de una gran apostasía, y fue precisamente esto lo que provocó el juicio de
Dios, es decir la sequía, los cielos se cerraron. Pero Elías conservó su fe, es
significativo aquí que Elías significa: “Mi Dios es Jehová”, y vemos a Dios
cuidando su propósito, Dios no desamparó a Elías; la sequía vino sobre la
infidelidad de Israel, pero su bendición sobre los fieles.
A
veces Dios “nos incomoda” para llevarnos a nuevos niveles de fe y revelación.
Pues la Escritura nos sigue diciendo: “Pasados
algunos días, se secó el arroyo, porque no había llovido sobre la tierra”
1 Rey. 17:7.
Ahora Dios permite que se seque el arroyo y Elías debe moverse ¿a dónde? Dios lo guía al escenario de un nuevo y gran milagro, la provisión en casa de una viuda en Sarepta de Sidón. Ese es nuestro Dios quien nos lleva de gloria en gloria.
Ahora Dios permite que se seque el arroyo y Elías debe moverse ¿a dónde? Dios lo guía al escenario de un nuevo y gran milagro, la provisión en casa de una viuda en Sarepta de Sidón. Ese es nuestro Dios quien nos lleva de gloria en gloria.
Reflexión Final:
Dios tiene cuidado de su pueblo. Lo vemos a lo largo de la Biblia y de la
historia, la grandeza y su bondad de Dios deben ser la base de nuestra fe.
“Echad toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”.
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