Dios escucha nuestro clamor, confía en él.
Dios escucha nuestro clamor, confía en él. A veces en nuestra vida diaria, en medio de las adversidades, pensamos que Dios se ha olvidado de nosotros o que sus oídos se han cerrado a nuestras peticiones, porque después de mucho tiempo esperando, no tenemos respuesta.