LA BENDICIÓN MÁS GRANDE ES CONOCER Y AMAR A DIOS
Un árbol grande y fuerte es el resultado de un proceso largo que ha pasado por diversas etapas, y ha superado diferentes tiempos y climas. Alcanzar los sueños y anhelos del corazón implica esfuerzo, tiempo y perseverancia, el más loable y hermoso de los anhelos es Dios mismo. Buscar a Dios dignifica al ser humano. Ser un adorador es la más alta de las virtudes y profesiones, recordemos que Jesús dijo: “Al Señor tu Dios adoraras y a él sólo servirás”…