CON JESÚS PODEMOS VENCER
Dios libero a Israel de la esclavitud egipcia, y lo
guio por el desierto hacía la tierra prometida. Por éste camino el pueblo de
Dios fue protegido de los enemigos, y piratas del desierto de manera
sobrenatural por el brazo del Señor. Aunque el desierto es un lugar difícil y
de suma escasez Dios no lo descuido, pues envió su provisión a través de hechos
milagrosos. Dios no cambia, por eso sus milagros y obras prodigiosas a favor de
su pueblo siguen vigentes hoy, con Jesús podemos vencer…
CON JESÚS PODEMOS VENCER
“Al anochecer,
descendieron sus discípulos al mar, y entrando en una barca, iban cruzando el
mar hacia Capernaúm. Estaba ya oscuro, y Jesús no había venido a ellos”, Jn.
6:16-17.
Dios permanece para siempre y sus planes también. Estos
planes requieren o implican un crecimiento constante. Los discípulos comienzan un
viaje desde la orilla oriental del mar de Galilea con destino a la ciudad de Capernaúm,
este viaje es de aproximadamente 12 kms. Antes de partir durante el día según Juan
6:1-2 y 10-12, habían estado ministrando a Israel sanidades, liberaciones y milagros
como la alimentación de los cinco mil (Mateo 13:14, nos dice además que “Jesús
tuvo compasión de ellos, y sanó a los que estaban enfermos”).
En la ciudad de Capernaúm estaba la casa del Señor Jesús,
esto representa la morada de su presencia; mientras que la orilla oriental es
figura de los milagros, de la provisión de Dios, como los discípulos van para
Capernaúm, podemos ver que esta secuencia nos enseña que debemos pasar del
deseo de las bendiciones o provisión de Dios a desear su gloriosa presencia. Te
invito a leer: “CÁRCELES Y CADENAS ESPIRITUALES”.
Es fundamental para la gloria de Dios y para nuestra
bendición caminar en los tiempos del Señor. El pasaje de hoy comienza
diciendo: “al anochecer…”, según los pasajes del mismo evento en los otros
evangelios el Señor Jesús fue quien los envió: “Jesús hizo a sus discípulos
entrar en la barca e ir delante de él a la otra ribera” Mateo 14:22. No fue una
iniciativa propia de los discípulos, van en obediencia al Señor. Y esto es lo
más importante pues cuando hacemos esto, aseguramos su presencia con nosotros y
con Jesús podemos vencer.
Ahora consideremos que la barca es azotada por las
olas y el viento era contrario. Pero viene el Señor Jesucristo, y su presencia
elimina el temor (Juan 6:20). La frase que usa Jesús fue “Yos soy, no temáis”,
expresión muy usada por Dios cuando le habla a sus hijos y siervos. Recordemos
que a Moisés Dios le dijo: “YO SOY EL QUE SOY”, es decir Soy el Dios
Todopoderoso, el Todo suficiente.
El Señor Jesucristo usó mucho esta frase, porque él
es el YO SOY, por eso dijo: yo soy el pan de vida, yo soy la luz del
mundo, Yo soy la puerta de las ovejas, yo soy el buen pastor, Yo soy la
resurrección y la vida, yo soy el camino, la verdad y la vida, Yo soy el
primero y el último, y el que vivo, y estuve muerto; más he aquí que vivo por
los siglos de los siglos, no temas. Precisamente por cuanto él es, no
importa que pase o pueda pasar, él es la solución y provisión de victoria.
La presencia de Jesús con nosotros
asegura el cumplimiento del plan divino, Juan 6:21, nos dice que “le recibieron
en la barca, la cual llegó enseguida a la tierra a donde iban”, a pesar de la
grandes olas y el fuerte viento contrario llegaron a Capernaúm. Seguramente aparecerán
obstáculos y habrá oposición cuando avanzamos en el plan de Dios, pero debemos
estar seguros y confiados que Su presencia nos dará la victoria, con Jesús
podemos vencer.
Reflexión final: Dios tiene grandes planes con cada uno de nosotros, quizá habrán diferentes
tipos de tiempos, buenos vientos y también vientos contrarios, obstáculos que
superar, pero lo más importante es confiar en Dios, procurar su presencia y Él
se encargará de las demás cosas. Adelante con Jesús podemos vencer.
(Escrito
por Pastor Gonzalo Sanabria)
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