BOSQUEJOS BÍBLICOS
Ante todo esto el cristiano debe conocer bien la Palabra del Señor y desarrollar el discernimiento espiritual para distinguir la verdad de la mentira, recordemos que Pablo por el Espíritu dijo: “Pero temo que, así como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean también extraviados de la sincera fidelidad a Cristo”.
Tocar diversos temas en una sola enseñanza hace difícil la retención del mensaje, mientras que la unidad y sencillez en la exposición hace eficiente la comunicación. El bosquejo bíblico nos permite organizar la información.
Los mensajes con términos demasiado técnicos, complicados, y unos puntos dispersos (sin unidad) y no aterrizados a nuestra vida diaria, serán confusos y difíciles de vivir.
El objetivo es guardar la unidad y orden en lo que vamos a decir, y contar con un plano resumido de lo que queremos exponer, de ésta manera evitamos tener ideas dispersas y desordenadas.
SUSCRÍBETE GRATIS y recibe los devocionales en tu e-mail, sólo HAZ CLICK AQUÍ
Básicamente los pasos a seguir son: ubicar el texto bíblico, identificar la idea principal, plantear los puntos que desarrollaré (generalmente son tres los puntos; cuando los puntos principales son cuatro o cinco, no es aconsejable las subdivisiones pues sería muy largo el mensaje), construir una introducción (para iniciar el mensaje) y una conclusión (para cerrar el mismo).
Por supuesto nuestras aplicaciones y notas de reflexión las vamos desarrollando al mismo tiempo que exponemos. Veamos el bosquejo bíblico más claramente:
Introducción: Puede ser una noticia, una breve reflexión, o algunas preguntas…
Conclusión: en ésta recogemos las ideas principales, y con la ayuda de Dios cerramos el mensaje en el poder del Espíritu Santo.
(Te invito a leer: Sermones escritos para predicar).
SUSCRÍBETE GRATIS y recibe los devocionales en tu e-mail, HAZ CLICK AQUÍ
el individuo. Ore fervientemente, como lo hacían aquellos siervos de la Escritura, como el apóstol Pablo, para obtener un apoyo sobrenatural de Dios.
(Te invito a leer: Sermones escritos para predicar).
A continuación presentamos varios bosquejos bíblicos, los cuales esperamos sean de utilidad para estudiar y predicar la Biblia:
Bosquejos bíblicos: No. 1. “Dios es tu escudo”.
Cuando observamos al detalle nuestra vida, podemos ver de manera clara las bendiciones de Dios, y podemos reflexionar en cuantas ocasiones él nos ha librado de la muerte, él ha sido nuestro fiel protector y proveedor, nunca nos ha desamparado, y nunca nos ha abandonado. Dios es fiel siempre.
Sin embargo, ante las crisis tenemos la tendencia a darle lugar al desánimo, y éste viene a estorbar nuestro caminar, el objetivo del enemigo de nuestras almas es precisamente detener el avance del hijo de Dios; pero, la palabra de Dios nos enseña que en Cristo Jesús podemos avanzar y superar todas las adversidades del camino de la fe.
Todos los días, debemos tener presente que Dios es quien nos defiende siempre. La palabra de Dios nos dice en el libro de Deuteronomio 20:3-4 “Y les dirá: Oye, Israel, vosotros os juntáis hoy en batalla contra vuestros enemigos; no desmaye vuestro corazón, no temáis, no os azoréis, ni deis lugar al desaliento delante de ellos; porque Jehová vuestro Dios va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para daros salvación”.
Es muy importante tener en cuenta que el libro de Deuteronomio contiene las instrucciones de Dios para el pueblo de Israel antes de entrar en la tierra que fluye leche y miel.
La nación de Israel debía ser consciente no sólo de los enemigos que allí iban a enfrentar, sino de la protección del Señor con ellos, de manera que sus enemigos no prevalecerían contra el pueblo de Dios. El poder del Señor iba con ellos, y esto era lo más importante. Este bosquejo bíblico nos recuerda que de Dios es la batalla.
Aquella conquista era, sin duda, un gran desafío, pues la nación de Israel enfrentaría ciudades amuralladas, fortalezas y pueblos de gigantes y ejércitos diestros en la guerra, pero lo más valioso e importante era que Dios mismo iba con ellos, y esto estaba asegurando la victoria sobre sus adversarios.
Los israelitas estaban por comenzar un tiempo de recias batallas, y los fuertes enemigos, así como el transcurrir del tiempo en esa conquista podría generar su propio agotamiento, incluso desánimo, por esta razón el Señor desde el comienzo les hace énfasis en no detenerse ante la grandeza y poder del enemigo. Ellos verían la gloria de Dios a su favor.
Este desafío, era una oportunidad más en la que el pueblo de Israel debía perseverar confiado en la grandeza y poder del Señor, quien le daría la victoria.
Las palabras de Dios animan a su pueblo, y por eso el Señor les dice: “no desmaye vuestro corazón, no temáis, ni tampoco os desalentéis delante de ellos”. Israel debía hacer su parte, pero era Dios quien iba con ellos para pelear contra sus enemigos y para superar todos sus obstáculos. Cuando avanzamos guiados por el Señor, podemos estar seguros que todo saldrá bien.
Debemos hacer énfasis en
las poderosas palabras: “Jehová peleará por vosotros”, pues ellas nos recuerdan
que Dios mismo quien nos defiende; es él quien se ocupa de nuestros enemigos,
mientras nosotros nos ocupamos de seguir sus instrucciones y mandamientos.
Ocúpate de Dios y él se ocupará de tus enemigos y de todos tus problemas. Nadie
puede hacer las cosas como sólo Dios las puede hacer. (Bosquejos bíblicos).
Te invito a leer: Libres por el poder de Dios
Bosquejos bíblicos: No. 2. “No hay nadie más grande y poderoso que Dios”.
Lo que miremos termina impactando nuestra vida. Por eso es tan importante, mirar más la grandeza de Dios que el tamaño de cualquier obstáculo o adversario. Concentrarse sólo en el problema lo hace más grande, mirar a Dios te da la fuerza y sabiduría para superar la crisis. Enfócate en Dios y todo terminará bien.
Nos dice la palabra de Dios en el libro de los Salmos 61:1-4 “Oye, oh Dios, mi clamor; a mi oración atiende. Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmayare. Llévame a la roca que es más alta que yo, porque tú has sido mi refugio, y torre fuerte delante de mi enemigo. Yo moraré en tu tabernáculo por todos los siglos; estaré seguro bajo el ampara de tus alas”.
Según el pasaje de este bosquejo bíblico, podemos ver aquí una vez más, que ante el desánimo y agotamiento, el consejo de la palabra de Dios es buscar la presencia de Dios, es darle nuestra adoración, y mirar su grandeza. Estas acciones permiten fortalecer la fe y la esperanza del cristiano; porque lo que mires determina tu actitud y la fuerza con que enfrentarás las adversidades y obstáculos.
Detenerse a mirar solo los problemas genera miedo, y es por esto que cuando una persona sólo ve la dificultad y los obstáculos, difícilmente avanzará; pero, si decide mirar la grandeza y poder de Dios, caminará hacia el propósito que el Señor ha trazado para su vida, y conquistará las bendiciones preparadas por la mano de Dios.
Debemos tener en cuenta que este Salmo sesenta y uno (61), fue escrito por David, y nos enseña la Biblia que él tuvo muchos enemigos, enfrentó fuertes tiempos de persecución, y aun experimentó la traición de sus propios hijos. Fueron tiempos muy duros para David.
Sin embargo, él sabía de primera mano que en Dios estaba su refugio y fortaleza, por eso vemos que aquí él expresa: “clamaré a ti cuando mi corazón desmaye”. Es Dios la solución en todo tiempo, y es aquel que renueva nuestras fuerzas cuando estamos agotados.
Entonces, lo mejor que podemos hacer ante el cansancio y ante el desaliento, es buscar la presencia de Dios, y no permitir que el desánimo o agotamiento nos haga renunciar. Más bien, lo que debemos hacer es:
Alabar y observar la grandeza del Señor.
Meditar y reconocer los innumerables milagros
ha hecho Dios a nuestro favor.
Hacer memoria de todas las victorias nos ha dado, y cómo nos ayudó en los momentos más críticos.
Porque, de la misma manera en que nos ha ayudado hasta hoy, nos seguirá ayudando hasta su segunda venida, él es fiel y todopoderoso. Este bosquejo bíblico, nos enseña que no hay nadie más grande que nuestro Dios.
Es por eso, que la Biblia misma nos dice en la Carta a los Hebreos 12:2 “Puestos los ojos en Jesucristo”, pues el mirar a Dios con los ojos de la fe fortalece nuestro corazón, renueva nuestra esperanza y nos hace concluir que no hay nada ni nadie más grande y poderoso que nuestro buen Dios. En él está nuestra ayuda, fuerza y victoria. (Bosquejos bíblicos).
Te invito a leer más bosquejos bíblicos:
Bosquejos bíblicos. No. 3 “Dios está contigo”.
Las pruebas y desafíos de fe son parte del camino del cristiano, por eso es fundamental siempre tener presente que Dios es el que está con nosotros y nunca nos abandonará, su fidelidad permanece para siempre.
Nos dice la palabra de Dios, según el bosquejo bíblico de hoy, en el libro de Josué 1:9 “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en todo lugar a donde vayas”.
Como nos enseña la Biblia, después de que Moisés muere, Josué es el delegado por Dios para dirigir el ingreso a la tierra prometida, él sería el general o líder para conquistar aquella tierra de leche y miel. Era, sin duda, un gran desafío, precisamente por eso, el Señor le asegura su presencia y su poderoso respaldo.
Dios sabía, por supuesto, que Josué enfrentaría no sólo poderosos enemigos y grandes obstáculos, sino que aquella conquista tardaría años, y podía desanimarse en aquel proceso, por eso le anima diciendo:
“No desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas”. De esta manera, queda claro que Dios mismo sería su fortaleza y ayuda.
En aquellos tiempos duros y complicados, para Josué sería muy importante mantener presente aquella promesa, Dios mismo estaría con él, su presencia lo acompañaría todos los días por todo lugar. Las adversidades no significan que Dios se ha ido, más bien deben prepararnos para ver su gloria en aquella situación.
Como Dios lo prometió, jamás el Señor dejaría sólo a Josué, y eso le aseguraba la victoria sobre sus enemigos, así como la sabiduría y la capacidad para sortear y superar toda crisis y oposición.
Es importante en este momento traer a memoria las palabras del Señor Jesús cuando en Mateo 28:20 dijo: “y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”.
La verdad es que en nuestra vida a veces hacemos frente a días difíciles, pero también, otros días son de gozo y de gran bendición; en todos estos días, dice la Escritura, Dios está con nosotros, y es esto lo más importante.
Viviremos diversas circunstancias en nuestra vida, seguramente tendremos días donde estaremos rodeados de muchas personas, y quizá en otros días estaremos solos; en algunos días habrá lágrimas, y en otros, mucha alegría y regocijo; pero en todos estos momentos, hay alguien que siempre estará allí, es Dios, él ha prometido estar con nosotros siempre. Gracias Señor por tu fidelidad.
Debemos tener en cuenta, que es inevitable que como líder y jefe, Josué sería criticado por sus decisiones, pero en otros días sería aplaudido por las victorias alcanzadas en batalla. Estas cosas son parte del camino, y este bosquejo bíblico nos recuerda esta realidad.
Y también, Josué tuvo otros días, tiempos en los que Josué recibió palabras de apoyo a su labor y respaldo por sus hechos, quizá en otros días fue acusado y cuestionado por hacer las batallas de tal o cual manera.
Sin embargo, siempre hubo uno que
nunca lo acusó, siempre estuvo a su lado para darle fuerzas y ánimo para seguir
adelante, fue Dios mismo, Aquel mismo que prometió estar con nosotros todos los
días hasta el fin. El Señor es fiel, y cumplirá su plan en nuestras vidas.
Te invito a leer más bosquejos bíblicos:
1) Nada detendrá los planes de Dios
2) El Espíritu Santo tiene poderosas bendiciones para ti
3) Importancia de un corazón humilde
Bosquejos bíblicos.
Comentarios
Publicar un comentario