JUAN SE CONVIERTE EN EL APÓSTOL DEL AMOR
(Pastores
Gonzalo y Andrea Sanabria)
En sus primeros
días Juan siguiendo a Jesús, se distinguió por su temperamento irascible, duro
y egoísta. Recordemos que el Maestro a Juan y a Jacobo su hermano, los llamó:
“hijos del trueno”.
En varias ocasiones la Biblia registra que Jesús les llamó la atención por su rudeza en la manera de tratar a los demás. Sin embargo, Jesús no los rechaza ni desecha, sino que con misericordia sigue trabajando en ellos (como el alfarero trabaja y da forma al barro), pues todo lo que él hace lo hace con amor y propósito…
En varias ocasiones la Biblia registra que Jesús les llamó la atención por su rudeza en la manera de tratar a los demás. Sin embargo, Jesús no los rechaza ni desecha, sino que con misericordia sigue trabajando en ellos (como el alfarero trabaja y da forma al barro), pues todo lo que él hace lo hace con amor y propósito…
JUAN
SE CONVIERTE EN EL APÓSTOL DEL AMOR
“Volviéndose Pedro, vio que les seguía el discípulo a quien
amaba Jesús, el mismo que en la cena se había recostado al lado de él, y le
había dicho: Señor, ¿quién es el que te ha de entregar?” Juan 21:20.
Es muy
interesante ver como Dios transformó el carácter de Juan. Pues luego éste
discípulo se distinguió por su amor a Jesús y a los demás. Esto lo vemos
reflejado en su vida, por ejemplo durante tres años y medio siguió a Jesús
(incluso fue quien siguió más de cerca al Señor cuando los soldados romanos lo
arrestaron), esto nos habla de constancia y fidelidad.
Juan fue el
discípulo más cercano al Maestro, esto es intimidad, comunión personal (fue
llamado “el discípulo amado” por Jesús). Él supo ganarse la confianza del
Maestro, de manera que aún se recostaba en su pecho, y le hacía preguntas que
los demás discípulos no eran capaces de hacerle.
Es usado por Dios
para redactar cinco escritos del Nuevo Testamento (Evangelio de Juan, 1ª, 2ª y
3ª de Juan y Apocalipsis), esto nos habla de su amor por las Escrituras y su
crecimiento en la sensibilidad a la voz y dirección del Espíritu Santo (Puedes
leer más al respecto en: “La Guianza Divina”).
Juan el discípulo
con un carácter duro, se convierte en el apóstol del amor, esto lo vemos cuando
escribe a la Iglesia del Señor: “Amados, amémonos
unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios,
y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros” 1
Jn. 4:7-8, 11.
El Juan
dominante, agresivo y orgulloso de los evangelios, no es el Juan de las
epístolas y del Apocalipsis, pues vemos a un hombre comprensivo, y amoroso.
Después de un proceso transformador, el “hijo del trueno” es ahora el apóstol del amor. Algunos enseñan
que su ministerio finalizó en Éfeso, y que probablemente estuvo al cuidado de
las siete iglesias de Asia.
Reflexión
final: Dios transformó a Juan, e hizo de él un
instrumento de bendición para muchos. Dios es poderoso para transformar nuestro
corazón, nuestro carácter (irascible, inconstante, depresivo, soberbio, etc) y
convertirnos en poderosos instrumentos de bendición para muchos.
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