EL ESPÍRITU SANTO EN LA CRUCIFIXIÓN Y RESURRECCIÓN DE JESÚS (Devocional No. 083)
(Pastores Gonzalo y Andrea Sanabria)
En la vida de Jesús podemos ver algunos momentos específicos donde
la obra del Espíritu Santo jugó un papel fundamental. Sin duda, Dios permitió
que esto quedara plasmado en las Sagradas Escrituras para enseñarnos la obra
poderosa que el Espíritu Santo puede hacer también en, y a través de
nosotros…
EL ESPÍRITU SANTO
EN LA CRUCIFIXIÓN Y RESURRECCIÓN DE JESÚS (Devocional No. 083)
“…Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a
sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para
que sirváis al Dios vivo”, Heb. 9:14.
El Espíritu Santo fortaleció al Señor para ir a la cruz, el texto
nos dice: “mediante el Espíritu eterno se ofreció”, el término “ofreció” del
gr. prosféro, significa demás: presentarse ante, llevar a cabo. Entonces el
Espíritu Santo lo fortaleció para ir a la cruz. Los discípulos tenían temor de
ir a Jerusalén, pero de Jesús la Escritura dice: “Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser
recibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén”, Lc. 9:51, porque está
escrito: "no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, amor y
dominio propio”.
Es la fuerza del Espíritu Santo la que te sostiene en las
pruebas y momentos difíciles que están en la voluntad de Dios (porque ir a la
cruz era parte del camino de Jesús). Ante momentos difíciles y dolorosos de la
vida debemos acudir a nuestra comunión con el Espíritu Santo para ser
fortalecidos y seguir adelante en el plan divino. Es muy importante tener presente
la obra del Espíritu Santo (El Paracletos) en el cristiano.
En la resurrección también vemos la manifestación poderosa del
Espíritu: “Y si el Espíritu de aquel que levantó de
los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo
Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en
vosotros”, (Rom. 8:11).
El Espíritu Santo levantó a Jesús de entre los
muertos, y de la misma manera nos vivifica para caminar en vida nueva (así como
un día el Espíritu vino sobre María y engendró a Jesús, también al tercer día,
vino sobre Jesús y lo levantó de los muertos). La palabra resurrección (del
término griego “anastasis”) significa: levantarse, ponerse de pie, así pues por
el Espíritu podemos estar de pie y avanzar, y si tropiezas, por el Espíritu,
levántate y avanza, él está contigo.
Reflexión
final: Dios es fiel y
no desamparó a su Hijo Jesús en el momento más crítico de su vida, sino que lo fortaleció
ante la cruz y lo levantó de los muertos por el poder del Espíritu Santo; así
mismo podemos estar confiados en el Señor, él nos fortalece por su Espíritu
para superar los obstáculos del camino, y levantarnos ante la adversidad. Fortalezcamos
nuestra comunión con el Espíritu Santo, y caminaremos en victoria siendo
testigos de su obra sobrenatural.
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