EL PRIMERO Y EL POSTRERO DICE ESTO
En la medida que crece la Iglesia del Señor
Jesucristo, también aparecen muchas cosas nuevas en medio del pueblo de Dios, y
debemos discernir los tiempos y todas estas cosas porque son tiempos finales. La
iglesia debe ejercitarse en los sentidos espirituales para distinguir entre lo
que es de Dios y lo que no es de él. El Señor es fiel y él tiene cuidado de su novia:
la iglesia de Jesucristo, y por eso debemos prestar atención a Su voz…
EL PRIMERO Y EL POSTRERO DICE ESTO
“Y
escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El
primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto: Yo conozco
tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia
de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás” Apocalipsis
2:8-9.
Consideremos en primer lugar la ciudad donde estaba
ubicada la iglesia, Esmirna: ciudad del Asia menor, comercial y prospera. Su
nombre significa mirra. Ya su nombre nos dice mucho, pues la mirra era usada
entre otras cosas para el embalsamiento de cadáveres. Es símbolo de grandes
sufrimientos y muerte. Era uno de los ingredientes del aceite de la santa
unción. Su nombre nos indica luchas, pruebas, dificultades que la iglesia debía
enfrentar, pero que vencería con el poder de Dios.
Veamos ahora la revelación de Jesús a ésta iglesia,
pues en medio de su adversa situación Cristo se revela como el Eterno y Dador
de vida. Observamos que Cristo se manifiesta específicamente a la iglesia de
Esmirna, como:
“El primero y
el postrero”, es decir él es el inicio y fin, él que lo llena todo, es eterno,
por eso dice la Biblia: “Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos”.
Aquel que independiente del tiempo de los hombres, con sus condiciones adversas
o a favor, permanece fiel para siempre (Te invito a leer: “Dios No Miente”).
“El que estuvo
muerto y vivió”, nos recuerda que él venció la muerte, que el Hades no lo pudo
retener, él es “la resurrección y la vida”, que ni la muerte puede detener sus
planes. Por eso la iglesia podía depositar toda su vida y confianza en él. Es
interesante que ésta ciudad fue destruida en el 600 a.C. y 300 años después fue
reconstruida por Alejandro Magno y convertida en una ciudad muy rica y
comercial. En el año 180 d.C. un terremoto la destruyo de nuevo y fue
rápidamente reconstruida. Hoy día es la única de las siete ciudades que existe,
se llama Izmir, y hay una comunidad cristiana allí. En el mensaje a la iglesia de Esmirna el Señor nos recuerda que Dios
tiene el poder de restaurar lo dañado y de guardar a los que en él perseveran.
La Biblia nos enseña la condición de la iglesia de
Esmirna. En primer lugar nos dice que enfrenta tribulación, pobreza,
persecución y blasfemias (o calumnias). La iglesia de Esmirna y sus obras eran
conocidas por Cristo, así como sus dificultades. Era intensa la persecución por
parte del imperio romano. Además, en la ciudad había una comunidad de judíos
bastante grande, que hacían mucha oposición a los cristianos (Calumnias).
Nos habla el texto de la condición de pobreza de
algunos miembros, y otros que eran despedidos al profesar la fe cristiana.
Policarpo, obispo (o supervisor) de Esmirna, discípulo del apóstol Juan, ante
soldados del ejército romano se negó a maldecir a Cristo y también se negó a
declarar que “Cesar es el Señor”, respondiendo: “hace 86 años sirvo a Cristo, y
ningún daño he recibido de él ¿Cómo puedo maldecir a mi rey, que me ha salvado?
Y murió en la hoguera.
Reflexión final: Dios
tiene cuidado de su pueblo. Definitivamente en medio de la adversidad es
probada nuestra lealtad al Señor, siempre debemos recordar que “fiel es el
Señor, el cual no dejará que seamos tentados más allá de lo que podemos
soportar, sino que dará con la tentación juntamente la salida para que podamos
soportar”.
(Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria)
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