POR QUÉ ES IMPORTANTE LA PRESENCIA DE DIOS EN NUESTRA VIDA
En las Sagradas Escrituras los hombres y mujeres que se destacaron,
siendo instrumentos que glorificaron al Señor en la tierra, tuvieron el mismo
secreto: “Dios estaba con ellos”.
Quizá el rey Josafat no fue tan excelente soldado como lo fue el rey David, ni tan sabio como el rey Salomón, pero la Biblia destaca que Dios estaba con él, y eso fue precisamente lo que marcó la diferencia en su reinado. La presencia del Señor es lo que hace que todo sea diferente y glorioso…
Quizá el rey Josafat no fue tan excelente soldado como lo fue el rey David, ni tan sabio como el rey Salomón, pero la Biblia destaca que Dios estaba con él, y eso fue precisamente lo que marcó la diferencia en su reinado. La presencia del Señor es lo que hace que todo sea diferente y glorioso…
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE LA PRESENCIA DE DIOS EN
NUESTRA VIDA?
“Jehová por tanto confirmó el reino en
su mano, y todo Judá dio a Josafat presentes; y tuvo riquezas y gloria en
abundancia.” 2 Crónicas 17:5.
Es necesario tener en cuenta que la respuesta de Dios desde el cielo depende
de las acciones del hombre en la tierra. El pasaje de hoy nos enseña que Dios
estuvo con Josafat, y esa presencia divina se manifestó en todo lo que él hizo.
Dios lo bendijo y ayudo de manera sobrenatural. Recordemos que separados de Dios nada podemos hacer.
Nos dice al Escritura a la luz del texto de hoy que Dios confirmó el reinado
de Josafat. La palabra “confirmó” desde el hebreo se traduce también como:
consolidó, afirmó, fortaleció; y todo esto lo hizo Dios para Josafat. Qué bueno
es cuando hacemos algo en la voluntad del Señor, y él confirma con su respaldo,
favor y bendición, así su nombre es glorificado y nuestro corazón se goza de
ver a Dios actuar de diversas maneras.
El Señor derramó abundancia sobre la casa del rey Josafat (2 Crón.
17:11-13), y usó diferentes personas y circunstancias para hacerlo, pues Dios
trajo bendición a través de los filisteos, y de los árabes también. El rey se
engrandeció mucho, construyó ciudades, tuvo provisión en abundancia y hombres
de guerra muy valientes en la ciudad de Jerusalén.
El principio de todo esto es conocido por todos, y fue enseñado por
Jesús: “buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y las demás cosas
vendrán por añadidura”. De esta manera Judá fue bendecido y próspero en todo, su
territorio fue ensanchado, la justicia fue una característica en el gobierno del
rey Josafat, y su ejército fue numeroso y valiente, pues tenía más de un millón
de hombres valerosos y diestros para la batalla.
Debemos tener presente que haremos bien las cosas, y éstas serán
trascendentes y efectivas en la medida que caminemos con Dios, en la proporción
que sigamos su dirección seremos bendecidos y respaldados sobrenaturalmente.
Dios no cambia, él desea ayudarnos y requiere de nosotros sensibilidad para escucharlo y obedecerlo. Si cumplimos con los deseos de su corazón, la presencia de Dios en nuestra vida está garantizada, y los resultados serán gloriosos.
Dios no cambia, él desea ayudarnos y requiere de nosotros sensibilidad para escucharlo y obedecerlo. Si cumplimos con los deseos de su corazón, la presencia de Dios en nuestra vida está garantizada, y los resultados serán gloriosos.
Reflexión final: Durante éste tiempo
el Señor fue glorificado, porque siempre el rey procuró buscar Su rostro, hacer
Su voluntad, vivir según Su palabra. En nosotros está cambiar el curso de
nuestra vida, es necesario decidirnos por hacer la voluntad de Dios, entonces
nuestra casa será bendecida, nuestra familia experimentará de manera gloriosa
Su protección.
Josafat tuvo que hacer cambios en su gobierno, quizá Dios nos está llamando a hacer reformas en nuestra vida, pues él trae cosas nuevas y grandes.
Josafat tuvo que hacer cambios en su gobierno, quizá Dios nos está llamando a hacer reformas en nuestra vida, pues él trae cosas nuevas y grandes.
(Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria)
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