DIOS PUEDE CAMBIAR LAS COSAS
(Pastores Gonzalo y Andrea Sanabria)
Recordemos
que Jabes nace en medio de un parto muy difícil que anunciaba defectos físicos
o una vida limitada. Es decir, el futuro no anunciaba nada bueno para él.
Pero Jabes decidió buscar a Dios y orar por su bendición, y el texto bíblico nos enseña que Dios le otorgó a Jabes lo que pidió y llegó a ser más ilustre que sus hermanos. Él no permitió que las palabras de fracaso de los demás, o sus limitaciones lo estancaran de por vida, él pensó: “Con Dios puedo triunfar”, y Dios no lo decepcionó…
Pero Jabes decidió buscar a Dios y orar por su bendición, y el texto bíblico nos enseña que Dios le otorgó a Jabes lo que pidió y llegó a ser más ilustre que sus hermanos. Él no permitió que las palabras de fracaso de los demás, o sus limitaciones lo estancaran de por vida, él pensó: “Con Dios puedo triunfar”, y Dios no lo decepcionó…
DIOS PUEDE CAMBIAR LAS COSAS
“E invocó Jabes al Dios de Israel… le otorgó Dios lo que
pidió”, 1 Crónicas 4:10.
Esto
significa que fue bendecido en su familia, en su trabajo, en aquello que hizo
para Dios. Sus fronteras se ampliaron, el poder de Dios vino sobre él, pudo
caminar en santidad para el Señor, y llegó a ser más ilustre que sus hermanos,
una ciudad fue bautizada con su nombre (1 Crón. 2:55), la tradición judía
enseña que fue un eminente doctor y maestro de la Ley, y fue atrayendo tal
cantidad de discípulos, que se conoció aquella ciudad como la ciudad de Jabes.
Recordemos
que Jabes significa: dolor, lugar seco. Entonces quien era conocido como
“dolor”, ahora era conocido como una bendición. Quien era conocido como “lugar
seco”, ahora era conocido como tierra fructífera.
El desconocido Jabes y anónimo, ahora era el doctor de la Ley, maestro de la Ley, honrado por Dios. Sin duda, su mejor clase o tema era: “el poder de la oración” (Puedes leer más acerca del poder de la oración en: “La Guerra Contra Amalec”).
El desconocido Jabes y anónimo, ahora era el doctor de la Ley, maestro de la Ley, honrado por Dios. Sin duda, su mejor clase o tema era: “el poder de la oración” (Puedes leer más acerca del poder de la oración en: “La Guerra Contra Amalec”).
Esa gran
victoria y conquista tuvo un secreto, fue lograda en la íntima y perseverante
oración. No hay bendición en público sin testimonio en lo secreto, por eso
Jesús dijo: “más tu cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora
a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te
recompensará en público”.
Hubo algo
en la extensa enumeración del historiador bíblico del Libro de Crónicas
(Esdras) que lo llevó a hacer una pausa en ésta genealogía (1 Crónicas 4:9-10),
al llegar aquí, el Espíritu Santo honra a Jabes (pues toda la Escritura es
inspirada por Dios), y revela su historia y estrategia, y lo destaca en todas
éstas generaciones.
Jabes no fue uno más, su historia fue diferente. Por eso la historia de cada familia puede ser transformada, Dios está esperando por más “Jabes”, dispuestos a luchar en oración por los milagros en su vida y familia.
Jabes no fue uno más, su historia fue diferente. Por eso la historia de cada familia puede ser transformada, Dios está esperando por más “Jabes”, dispuestos a luchar en oración por los milagros en su vida y familia.
Reflexión final: En vez de
murmurar, y consentir el desánimo, en vez de aceptar el fracaso anunciado por
los demás, debemos buscar el rostro de Dios, porque él dijo: “clama a mí y yo
te responderé”, “todo aquel que en él creyere, no será avergonzado” y “aunque
tu principio haya sido pequeño, tu postrer estado será muy grande”. No
renuncies al clamor, a la oración, a tus sueños, confía en Dios, él es
todopoderoso y hará cosa nueva.
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