JESÚS RESUCITA A LA HIJA DE JAIRO (Devocional No. 069)
(Pastores Gonzalo y Andrea Sanabria)
(Jesús resucita a la hija de Jairo) Ante la adversidad aparecen diversas reacciones: huir,
murmurar, esperar, o enfrentar la situación.
Como hijos de Dios debemos actuar con la sabiduría del Señor, teniendo presente que él Jamás duerme, él tiene cuidado de nosotros, y que antes de que una crisis llegue a nuestra vida, Dios ya lo sabe y ha provisto una salida para la victoria de sus hijos. Veamos este interesante estudio
Como hijos de Dios debemos actuar con la sabiduría del Señor, teniendo presente que él Jamás duerme, él tiene cuidado de nosotros, y que antes de que una crisis llegue a nuestra vida, Dios ya lo sabe y ha provisto una salida para la victoria de sus hijos. Veamos este interesante estudio
JESÚS RESUCITA A LA HIJA DE
JAIRO (Devocional No. 069)
“Cuando volvió Jesús, le recibió la multitud con
gozo; porque todos le esperaban. Entonces vino un varón llamado Jairo, que era
principal de la sinagoga, y postrándose a los pies de Jesús, le rogaba que
entrase en su casa; porque tenía una hija única, como de doce años, que se
estaba muriendo. Y mientras iba, la multitud le oprimía.”, Lucas 8:40-42.
El verdadero gozo consiste en conocer a Jesús. “Cuando volvió Jesús”, el contexto
nos enseña que había salido de Galilea, y venía de Gadara, volvía seguramente a
Capernaúm, Su ciudad en Galilea… los
habitantes conocían Su poder y lo esperaban con gozo. Observamos que Jairo era
principal de la sinagoga (es decir administrador del orden en sinagoga), tenía
un corazón humilde, pues “postrándose a
los pies… le rogó”, tenía su única hija enferma de muerte, y creía en Jesús y
lo buscó.
Los milagros generalmente
tienen que superar algunos obstáculos, como la incredulidad, y junto con ésta,
el temor, el desánimo y la inconstancia. A Jairo le dijeron: “no molestes más
al Maestro, ya murió”, y la incredulidad a veces se contagia, y estaba produciendo
temor y desánimo en Jairo.
Además debía superar la multitud, el pasaje nos enseña que “le recibió la multitud con gozo” y “la multitud le oprimía”, no era fácil llegar al maestro. En otras ocasiones es el orgullo, a diferencia de muchos principales y fariseos, Jairo se humilló delante de Jesús reconociéndolo como Señor y Dios.
Además debía superar la multitud, el pasaje nos enseña que “le recibió la multitud con gozo” y “la multitud le oprimía”, no era fácil llegar al maestro. En otras ocasiones es el orgullo, a diferencia de muchos principales y fariseos, Jairo se humilló delante de Jesús reconociéndolo como Señor y Dios.
La fe constante alcanza los milagros, derrota la burla y el menosprecio, “Y se burlaban de él,
sabiendo que estaba muerta. Mas él, tomándola de la mano, clamó diciendo: Muchacha,
levántate. Entonces su espíritu volvió, e
inmediatamente se levantó”
(Luc. 8:53-55). Todo es posible para Dios, todos decían “ya murió, no se puede
hacer nada, todo se perdió”, pero definitivamente Dios tiene la última palabra.
Persevera y declara la confianza en Dios, pues vemos que en la casa de Jairo
todos lloraban y se lamentaban, pero el Señor Jesús declaró una palabra
diferente, pues las personas de fe hablan diferente.
Dios premia la fe. Podemos ver al Señor manifestando su poder y voluntad, Cristo
es la resurrección y la vida, y tiene el poder para levantar a los muertos, y
restaurar lo que se ha perdido… Él puede levantar al que ha caído, y aún al que
ha muerto. Hizo el milagro, Jesús resucita a la hija de Jairo, y quedaron atónitos-asombrados-impresionados, aunque
la gran mayoría no creía que fuera posible… “Lo que es imposible para los
hombres, es posible para Dios”. El Señor Jesucristo es el mismo ayer, hoy,
mañana y siempre.
Reflexión final: Nuestro
Dios es Todopoderoso, no hay nada difícil para Él, sólo procura Su presencia, los
obstáculos caerán, y lo sobrenatural de Dios se hará manifiesto. Sólo como
Jairo, acércate a Él, cree y persevera, y los otros se sorprenderán de lo que
Dios hará.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
Jesús resucita a la hija de Jairo.
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