Devocional 028 (Pastores Gonzalo y Andrea
Sanabria).
HAY SALVACIÓN PARA TU FAMILIA
“Y Moisés convocó a todos los
ancianos de Israel, y les dijo: Sacad y tomaos corderos por vuestras
familias, y sacrificad la pascua. Y
tomad un manojo de hisopo, y mojadlo en
la sangre que estará en un lebrillo, y untad el dintel y los dos postes con la
sangre que estará en el lebrillo; y ninguno de vosotros salga de las puertas de
su casa hasta la mañana.”, Éx. 12:21-22.
Dios ha manifestado su poder sobre Egipto
mediante las plagas enviadas, y ahora viene la muerte de los primogénitos,
evento que terminará con la salida de los hebreos de Egipto.
Es interesante que
debían sacrificar un cordero por familia, pues aquí Dios nos recuerda su deseo
de salvar familias, esto lo vemos por ejemplo, cuando Noé y su familia fueron
salvos del diluvio, cuando los ángeles procuraron salvar a Lot y su familia, y
cuando la salvación llegó a la familia del carcelero de Filipos, a quien Pablo
dijo: “cree en el Señor Jesucristo, y serán salvos tú y tu casa”.
Por eso
confía en Dios, intercede por tu familia, con la ayuda del Señor dales un
testimonio coherente y Dios tocará sus corazones.
El cordero que se sacrificaba debía cumplir
con ciertos requisitos, debía ser perfecto, de un año de edad, sin fractura o
defecto alguno; todo esto apuntaba a Cristo, era sombra de lo que había de
venir. Jesús es ese Cordero: santo, inocente, sin defecto ni pecado, perfecto,
es pues el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
La sangre del cordero debía ser aplicada en
el marco de la puerta con un manojo de hisopo (ramas de un arbusto), ninguno
podía salir de la casa esa noche. Todos habían entrado a ella, confiados que la
señal de la sangre los guardaría del juicio, y ninguno de sus hijos pereció al
igual que ningún miembro de la familia.
Aquí vemos el mensaje de Dios para los
hombres desde el comienzo de la Biblia: “la fe en la sangre del cordero produce
salvación”. Este acontecimiento, nos recuerda el poder de la sangre de Jesús,
que nos limpia de pecado, nos libra de la esclavitud, es señal nuestra como
pueblo redimido para Dios, y que debemos procurar sea aplicada a toda nuestra
casa, porque recuerda en Dios hay
salvación para tu familia, en él hay restauración y sanidad.
La sangre en las puertas era la señal y el
heridor (o ángel destruidor) no podía entrar a las casas señaladas, así fueron
librados y protegidos del juicio aquella noche. En la mañana el pueblo de
Israel salió libre de la opresión egipcia y llenos de los tesoros egipcios, hacía
la nueva tierra que Dios les tenía preparada.
Recordemos que nuestra pascua es
Cristo y que ya fue sacrificada, y es la pascua la que nos recuerda que en
Cristo somos librados del juicio venidero, libres de la esclavitud de las
tinieblas, protegidos por Su poder y con derecho a la herencia del Padre
celestial en Cristo, como hijos de Dios.
Reflexión
final: Desde el A.T. vemos
la manifestación del deseo de Dios para sus hijos, libertad, salvación, salud,
prosperidad integral, protección y bendición. Además, es el deseo de Dios que
toda nuestra familia venga al conocimiento de Jesucristo. Persevera, no dejes de
orar por ellos, dales amor y se paciente, y el Espíritu Santo hará la obra en
medio de tu casa.
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