EL HOMBRE DE LA MANO SECA
(El hombre de la mano seca) Introducción: por la
gracia de Dios, somos testigos de los milagros y sanidades que hace el Señor
Jesucristo hoy día, como lo hacía en su ministerio terrenal por las calles de
Galilea y Jerusalén, nuestro Dios es real, está en medio de nosotros, viene por
su iglesia, y su poder es el mismo ayer, hoy y por siempre. Veamos este importante estudio
EL HOMBRE DE LA MANO SECA
I. LA NECESIDAD DEL MILAGRO:
A. La enfermedad, Lucas 6:6.
Nota: “tenía seca la mano derecha”, otras versiones nos dicen: atrofiada,
tullida, paralizada, encogida. No sabemos la causa exacta, se puede concluir
que fue resultado de una parálisis local… tampoco sabemos cuánto tiempo llevaba
así… para la mentalidad judía, esto debía corresponderse con algún juicio por
su pecado.
B. Su vida emocional ha sido
afectada.
Nota: seguramente se sentía apocado…
impotente… en otros momentos tal vez se sentía inferior. Esto afectaba su auto estima.
C. Su condición le restaba
capacidad y fuerza.
Nota: un libro apócrifo judío añade que era albañil… no podía ahora ganar
el sustento de su casa, por tanto se sentía inútil.
II. OBSTÁCULOS A
SUPERAR:
A. La ansiedad, vrs. 6.
Nota: este hombre buscaba a Dios a pesar de su crisis… fue a la sinagoga… a adorar a Dios y a
aprender su Palabra… y en el tiempo
de Dios, tiene un encuentro con Jesús… a veces aparecen las crisis que
nos recuerdan que debemos buscar a Dios.
B. El señalamiento, vrs. 7, 9.
Nota: habían allí escribas y
fariseos… que no solo atacarían a Jesús, sino también a éste hombre por
recibir sanidad en el día de reposo… “y le acechaban” = esto nos habla de los enemigos de la gloria
de Dios.
III. LA OBRA DE JESÚS:
A. El Señor Jesús lo sabe todo,
vrs. 8a.
B. Pasos de fe ante la Palabra
de Dios, vrs. 8b.
Nota: 1. “levántate” = quizá surjan murmuraciones y obstáculos por superar…
2. Éste hombre es desafiado a
creer y a vencer el miedo (a los fariseos)…
3. Esta Palabra del Señor
implica una acción del hombre. Dios nos respalda.
C. Jesús tiene el poder para
sanar y restaurar, vrs. 10.
Nota: “extiende tu mano”, imagínate esa
presentación… Quizá sólo te gusta mostrar tus fortalezas y resultados, la mano de éste
hombre no era bonita, la guardaba junto a su cuerpo… Jesús pidió ver la mano
seca… muéstrale a Dios tus debilidades y pecados, esas cosas que quieres
esconder, que te hacen sentir mal (miedos, temperamento sin control, la
ligereza en la boca que te mete en problemas, la inmoralidad sexual, el doble
ánimo…), pero cuando los traes a Dios, y reconoces tu condición, el Señor Jesús
trae restauración y nos levanta en bendición… él es nuestro sanador
integral.
Conclusión: El Señor Jesucristo es hacedor de milagros, él tiene
compasión de nuestras necesidades, nosotros debemos superar algunos obstáculos
que aparecen cuando procuramos su presencia, su toque transformador, y
acercarnos a él con corazón sincero y humilde… y él hará más allá de lo que
podemos imaginar… derriba el escudo de las apariencias y acércate al Señor con
corazón sincero, no saldrás con las manos vacías. Esto fue un milagro en la sinagoga.
Pastores Gonzalo y Andrea Sanabria
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El hombre de la mano seca. Un milagro en la sinagoga.
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