Invocando a Dios desde la angustia.
Jonás era, seguramente un hombre que oraba, pero no lo estaba haciendo en aquel tiempo porque estaba huyendo de Dios. A veces el creyente no ora, porque está huyendo de la presencia del Señor, pues sabe que el Señor le recordará cuál es la voluntad divina para su vida.
Por un momento, tratemos de imaginarlo... Pero éste fue el escenario que Jonás escogió al desobedecer a Dios, el profeta del Señor había emprendido su propio camino a Tarsis, y esto no tomó por sorpresa Dios pues “Jehová tenía preparado un gran pez que tragase a Jonás”. A Dios nada lo toma por sorpresa, él sabe muy bien lo que hace.
Lamentablemente, muchas veces nosotros, habiendo tenido la oportunidad de orar en un hermoso y cómodo escenario, terminamos orando desde la crisis o el dolor por las malas decisiones que hemos tomado.
Pero, en éste caso, Jonás invoca a Dios en medio de la angustia: “Invoqué en mi angustia a Jehová” nos dice el texto bíblico, no tenemos que esperar que llegue la angustia para buscar a Dios.
En este pasaje la palabra "angustia" viene del término hebreo: "tsarah" que además traduce: aflicción, aprieto, tribulación, y ésta condición llevó a Jonás a orar. La verdad es que buen número de veces, sólo nos volvemos a la oración cuando la angustia, crisis o dificultad llega a nuestra vida o familia.
La Biblia está llena de ejemplos de oraciones, algunas se levantaron en gratitud por los favores recibidos, otras en medio de la crisis, y otras cuando ya no había esperanza, pero el Señor bueno y misericordioso no rechazó el clamor de sus hijos, él no ha cerrado su oído para escuchar ni su brazo para salvar.
Sin duda alguna, no se trata de nuestros méritos, es por la gran misericordia de Dios y su gracia hacia sus hijos. La respuesta de Dios no es en vano, su misericordia se manifiesta en orden a Su propósito: enseñar a Jonás y salvar a los ninivitas.
Algunas veces debemos invocar a Dios desde la angustia, como consecuencia de nuestras malas decisiones, pero si lo hacemos con un corazón que se vuelve a Él, Dios nos oye y responde, organizando todo de acuerdo a su voluntad y bondad.
Recuerda: "En mi angustia invoqué a Jehová, y clamé a mi Dios. El oyó mi voz desde su santo templo, y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos" Salmo 18:6.
Gracias por enviar los devocionales, son de mucha bendicion para mi vida, Dios siga Iluminando la suya saludos y Bendiciones
ResponderBorrarMuchas gracias Sara por leer los devocionales. Dios te bendiga al igual que a toda tu casa.
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