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LA BENDICIÓN MÁS GRANDE ES CONOCER Y AMAR A DIOS

LA BENDICIÓN MÁS GRANDE ES CONOCER Y AMAR A DIOS
Un árbol grande y fuerte es el resultado de un proceso largo que ha pasado por diversas etapas, y ha superado diferentes tiempos y climas. Alcanzar los sueños y anhelos del corazón implica esfuerzo, tiempo y perseverancia, el más loable y hermoso de los anhelos es Dios mismo. Buscar a Dios dignifica al ser humano. Ser un adorador es la más alta de las virtudes y profesiones, recordemos que Jesús dijo: “Al Señor tu Dios adoraras y a él sólo servirás”…
      
LA BENDICIÓN MÁS GRANDE ES CONOCER Y AMAR A DIOS

Habían salido de Refidim, y llegaron al desierto de Sinaí, y acamparon en el desierto; y acampó allí Israel delante del monte. Y Moisés subió a Dios; y Jehová lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás a la casa de Jacob, y anunciarás a los hijos de Israel: Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí” Éxodo 19:2-4.

El texto bíblico nos señala un lugar llamado Refidim, nombre cuyo significado es: refresco, llanuras. En éste lugar unos capítulos atrás el Señor les dio agua de la roca; allí Jetro aconsejó a Moisés para distribuir las labores y atender al pueblo; y fue donde Josué derrotó a los amalecitas; entonces Refidim representa un lugar de provisión y victoria en Dios, mientras que Sinaí (lugar al cual llegan) es el lugar donde el Señor se manifestará a todo Israel (es hermoso ver la transición, pues ellos pasan de la provisión del Señor a la presencia de Dios). La bendición más grande es conocer y amar a Dios.   

Vemos que son llamados a una intimidad mayor con Dios. Algo que hace el Señor es recordarles  que uso obras poderosas y grandes milagros para traerlos ante él. Los milagros en Egipto cautivaron la atención del pueblo de Israel, y el poder de Aquel que los estaba liberando quedaba claro. El texto nos dice que “como el águila” los trajo a Él, tengamos en cuenta que en Palestina el águila, vuela muy alto, con gran rapidez y majestuosidad, protegiendo con ferocidad su nido, las águilas llevan a sus aguiluchos sobre su cuerpo o van junto a ellos en la fase de aprendizaje de su vuelo. De manera similar Dios cuidó, protegió y trajo a su pueblo hasta el monte Sinaí. Te invito a leer: “La Victoria de Daniel En El Foso De Los Leones”. 

Sinaí es símbolo de la revelación de Dios (Éxodo 19:5-6). Es en éste monte donde Dios manifiesta su propósito con Israel. Seguramente ellos pensaban más en el maná, en el agua, en las codornices y en conquistar Canaán, pero Dios les dice aquí varias cosas fundamentales, que vale la pena reflexionar:
     
1) Requiero obediencia (oír su voz y ponerla por obra)
2) Serán mi especial tesoro (implica un altísimo valor)
3) Me seréis un reino de sacerdotes (nos habla de gobierno, servicio, adoración)
4) Gente santa (una vida diferente a la vida cananea; gente separada para Dios).
        
Es pues fundamental recordar que la provisión en el desierto y la abundancia de Canaán, eran anexos (o añadiduras) al propósito de Dios. Con frecuencia nos desenfocamos y alteramos el orden divino dándole el primer lugar a cosas que para Dios no son tan importantes. Es necesario que miremos las cosas con el lente de Dios.

Reflexión final: Gracias a Dios por su provisión y cuidado. Nuestra vida debe ser un continuo crecimiento en Dios, gozarnos por sus milagros y maravillas, pero trascender sus obras para conocerlo a él. Debemos ir más allá de Sus milagros y de Su provisión, para conocer y amar al Dador de las bendiciones. La bendición más grande es conocer y amar a Dios.

(Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria) 

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