COMO LUCHAR CONTRA LAS TENTACIONES

COMO LUCHAR CONTRA LAS TENTACIONES
No podemos negarlo, todos enfrentamos una constante lucha contra las tentaciones. El Señor Jesús también las enfrentó. Pero él venció, y por su obra podemos vencer. Jesús ahora vive en nosotros, y por su fuerza podemos caminar en victoria. Cuando Dios nos da el privilegio de servirle, pareciera que los problemas y dificultades aumentan, pero Jesús mismo nos fortalece y nos permite ver las grandes victorias en él. Adelante, no estás sólo, él está contigo y las mejores conquistas están por venir…

COMO LUCHAR CONTRA LAS TENTACIONES

Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” Mt. 4:1-4.

Es hermoso ver en éste cuadro la humanidad de Jesús, quien fue tentado en todo pero sin pecado. Por eso, precisamente podemos ir a él con sinceridad y saber que encontraremos ayuda para vencer la tentación y la dificultad. Así como Jesús conocía el propósito del padre, es muy importante que mantengamos presente el propósito de Dios con nosotros.

Jesús desarrollo su formación secreta en la carpintería, éste es el lugar y tiempo donde pasamos inadvertidos, en el anonimato, pero Dios está trabajando en nosotros, en nuestro carácter. Es allí, en la carpintería (figura de formación), donde aprende, reflexiona, y le son reveladas las Sagradas Escrituras que luego va a utilizar contra el enemigo en el desierto, en su vida y ministerio sobrenatural. Te invitamos a leer: “Niñez y Juventud De Jesucristo”. 

En el capítulo anterior se da el bautismo y este nos enseña: la obediencia del Hijo, su sometimiento al Padre celestial y al ministerio de Juan bautista, y la importancia de la llenura del Espíritu Santo antes de comenzar su obra. Antes de iniciar un ministerio glorioso, Jesús hace un ayuno, y viene entonces el Tentador (ten presente que cuando Dios te va a llevar a nuevos niveles de unción, crecimiento y bendición, el tentador se aparece y nuestro carácter será probado, pero Dios que es bueno nos fortalecerá).

En el pasaje de hoy se da la tentación en el desierto. El tentador viene e incita a Jesús para convertir las piedras en pan, esta fue la primera tentación. El Señor está en el desierto, en la soledad. Es figura de aquellos escenarios o momentos de la vida cuando estamos o nos quedamos solos, y según nuestros comportamientos o actitudes, podemos ver o reconocer realmente quienes somos. Es el tiempo cuando nadie nos ve o supervisa, sólo Dios. El temor es Dios es un tesoro en el corazón que preserva nuestros pies para no ir por el camino de maldad.   

El tentador como lo hizo en el Edén con Adán, provoca a Jesús para que caiga en el orgullo: “si eres hijo de Dios convierte…”. Con frecuencia somos tentados a demostrar quienes somos; cuando por presión quiero mostrar quien soy, entonces soy débil. Dios tiene mucho que mostrar, yo solo debo obedecer; cuando nos  mostramos, todo se ve mal. Cuando mostramos a Dios todo se ve bien. Derrotemos el orgullo postrándonos en Su presencia.


El enemigo también procura sembrar la duda, pues le dice: “Si eres el hijo de Dios”. Recordemos también que la serpiente le dijo a Eva: “con que Dios os ha dicho, no comáis de todo árbol del Huerto”, sembrando la semilla de la duda. Y por eso pone en la mente de creyentes pensamientos cómo: ¿Será que Dios si me oye? ¿Será que Dios me va a usar? ¿Será que las promesas de Dios son ciertas, serán también para mí? Recuerda que sin fe, sin creer, es imposible agradar a   Dios. Nuestra fe no descansa en nuestras inconstantes emociones sino en la eterna y poderosa Palabra de Dios. Derrotemos la duda con la lectura y declaración de la Palabra de Dios, que es la espada del Espíritu.

El tentador procura llevar a la desobediencia. En medio del desierto es posible obedecer a Dios, por Ej: David, fue perseguido en el desierto, pero no se levantó en contra del rey Saúl. La Tentación tiene origen en Satanás y su objetivo es destruir. Pero la prueba tiene su origen en Dios y su objetivo es fortalecer la fe y el carácter del creyente, Santiago 1:2-4.

Otra tentación que podemos ver es el abuso de poder. Muchos caen ante ésta tentación abusando y tomando venganza por tener autoridad, y por eso oprimen y humillan al otro. Jesús nos enseñó que él vino para servir y no para ser servido, procuremos pues servir a Dios de manera que él sea glorificado.

Reflexión final: Dios es bueno, y procura lo mejor para sus hijos. Por eso, ante la tentación debemos ir a Jesús, pues él nos ayudará y dará la fuerza y sabiduría para vencer, como él venció, pues ahora vive en nosotros.

(Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria)

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