EL APÓSTOL JUAN EN LA ISLA DE PATMOS
(Pastores Gonzalo y Andrea Sanabria)
Es muy importante
tener en cuenta aquí la condición del apóstol. Cuando él tiene esta experiencia
con Dios era un anciano. El apóstol Juan tenía aproximadamente 90 años de edad,
cuando recibe ésta revelación, y muere a los 96 años en la iglesia de Éfeso.
Aquí podemos ver que para Dios es más importante la disposición que la edad. Es interesante ver a lo largo de la Biblia como Dios usa a muchos de sus siervos de avanzada edad y de una manera gloriosa (pues Dios no desecha nadie, él toma lo vil y menospreciado del mundo para avergonzar a los fuertes y sabios). Veamos este interesante estudio
Aquí podemos ver que para Dios es más importante la disposición que la edad. Es interesante ver a lo largo de la Biblia como Dios usa a muchos de sus siervos de avanzada edad y de una manera gloriosa (pues Dios no desecha nadie, él toma lo vil y menospreciado del mundo para avergonzar a los fuertes y sabios). Veamos este interesante estudio
EL
APÓSTOL JUAN EN LA ISLA DE PATMOS
“Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la
tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla
llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo”
Apocalipsis 1:9.
Por su avanzada
edad, seguramente Juan esperaba partir al cielo, ir a Dios, pero es Dios quien
viene a él. Algo parecido le sucedió a Elías, cuando quería morirse, Dios le
dijo: “largo camino te resta… ve y unge a Hazael como rey de Siria, a Jehú como
rey de Israel y a Eliseo lo ungirás como profeta” (tarea que le llevaría a
Elías como mínimo diez años). Cuando nosotros creemos que todo va a terminar,
para Dios apenas está comenzando.
Lo mismo pasó con
Moisés, a sus ochenta años pensaba seguramente que ya su vida terminaría en el
desierto cuidando las ovejas de su suegro Jetro, pero fue el momento cuando comenzó
su ministerio. Definitivamente “como son más altos los cielos que la tierra,
así son más altos sus pensamientos que los nuestros”. Te invitamos
a leer nuestro libro: ELEGIDO POR DIOS.
El apóstol Juan
está desterrado en la isla griega de Patmos. Isla del Mar Egeo, a cien kilómetros de la ciudad de Éfeso. Roma la tenía como isla prisión y lugar de destierro. Juan había sido enviado allí por orden del emperador Domiciano. Seguramente vivió en una cueva, sin comodidades y privado de muchas cosas.
Estuvo
allí en la isla de Patmos dos años aproximadamente. La Isla de Patmos es una isla volcánica, con escasos árboles, rocosa y
muy pocos cultivos hoy día. Eran tiempos de persecución. Pero
allí Dios cuida de su siervo, y lo visita trayendo la más grande revelación que
Juan había tenido, no sólo para él, sino para toda la humanidad: el Libro de
Apocalipsis.
Por eso recuerda, aunque tu entorno sea el más difícil, y tu condición inexplicable, poderoso es Dios para dejarnos ver la gloria y los tesoros escondidos detrás de todo lo que hace y permite. Isaías tiene una experiencia similar con Dios.
Es en ésta isla donde Juan tiene un encuentro con Dios: Apoc. 1:10-11, 17a. Juan dice: “Cuando lo vi, caí a sus pies como muerto”, era el apóstol amado, el que se acercaba al Maestro con confianza, él había recostado su cabeza en el pecho de Jesús, el teólogo, el que había escrito el evangelio, y tres cartas más, pero ahora toda la teología, su conocimiento, su experiencia y el haber conocido a Jesús en su ministerio terrenal, todo eso no lo puede sostener ante la presencia de Jesucristo glorificado.
Por eso recuerda, aunque tu entorno sea el más difícil, y tu condición inexplicable, poderoso es Dios para dejarnos ver la gloria y los tesoros escondidos detrás de todo lo que hace y permite. Isaías tiene una experiencia similar con Dios.
Es en ésta isla donde Juan tiene un encuentro con Dios: Apoc. 1:10-11, 17a. Juan dice: “Cuando lo vi, caí a sus pies como muerto”, era el apóstol amado, el que se acercaba al Maestro con confianza, él había recostado su cabeza en el pecho de Jesús, el teólogo, el que había escrito el evangelio, y tres cartas más, pero ahora toda la teología, su conocimiento, su experiencia y el haber conocido a Jesús en su ministerio terrenal, todo eso no lo puede sostener ante la presencia de Jesucristo glorificado.
Cuando Cristo se manifiesta en toda su gloria, nada ni nadie puede permanecer de pie, pues toda rodilla de los que habitan en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra se doblará y toda boca confesará que Jesucristo es el Señor
Reflexión final: Jesucristo es Dios
todopoderoso, y bueno, no desamparó a Juan sino que tuvo cuidado de él en esa difícil
isla, y allí él le reveló el libro de apocalipsis. Lo más importante de todo
esto, es que Dios tiene cuidado de sus hijos y tiene todo bajo su control.
Te invitamos a leer:
Síguenos en redes sociales:
REVELACIONES EL LIBRO DE APOCALÍPSIS: CAPÍTULO 13.
ResponderBorrar"LA BESTIA Y EL FALSO PROFETA"...," DÍGANME USTEDES HERMANOS... CUÁL SERÁ LA CONCLUSIÓN?*+++*./
Es la hora , la maldad hecha hombre ya esta aqui
ResponderBorrar