VICTORIA SOBRE EL SENTIMIENTO DE CULPA
El
enemigo de nuestras vidas procura por cualquier medio detener el llamado de
Dios y el sentimiento de culpa es una de sus armas. Éste
sentimiento mal sano genera
miedo y ansiedad ante “los castigos” por malas acciones, reales o imaginarias.
El sentimiento de culpa aparece por no perdonarnos a nosotros mismos, y por no creer en el poder pleno de la sangre del Cordero de Dios cuando le pedimos perdón a Dios. El sentimiento de culpa afecta a la persona y su llamado…
El sentimiento de culpa aparece por no perdonarnos a nosotros mismos, y por no creer en el poder pleno de la sangre del Cordero de Dios cuando le pedimos perdón a Dios. El sentimiento de culpa afecta a la persona y su llamado…
“Al oír esta palabra, Moisés huyó, y vivió como extranjero en tierra de Madián, donde engendró dos hijos” Hechos 7:29.
Consideremos
el caso de Moisés: Hech. 7:20-22. Moisés nace en un tiempo de persecución
(todos los niños varones hebreos que nacieran debían morir, ser lanzados al río
Nilo), pero librado por Dios llegó a ser poderoso (el término griego nos
indica: apto, capaz, competente) en palabras y obras en Egipto.
A los 40 años comete un homicidio pensando que era el momento de Dios para comenzar su llamado: Hch. 7:23-28. Moisés huye, y vuelve a esconderse ante el enojo de Faraón (siendo bebe sus padres lo habían escondido de faraón).
A los 40 años comete un homicidio pensando que era el momento de Dios para comenzar su llamado: Hch. 7:23-28. Moisés huye, y vuelve a esconderse ante el enojo de Faraón (siendo bebe sus padres lo habían escondido de faraón).
Según
Hch. 7:29 Moisés huye a tierra de Madián. Éste término Madián significa: juicio, que lucha o se esfuerza, que regaña o
reprende, que cubre. Esto nos expresa como estaba Moisés, cubierto por un manto
de condenación o de fracaso, luchaba y se esforzaba por vivir. Veamos
algunas expresiones del sentimiento de culpa:
Ø Autocastigo
(la persona requiere sufrir para sentirse aceptada por Dios).
Ø Comportamientos
compulsivos (adicciones alcohol; drogas; aventuras sexuales reales o virtuales;
excesos de trabajo, de comida, etc).
Ø Falsa
humildad (“no merezco esto, soy muy malo”).
Ø Enfermedades
del alma y físicas (somatiza su dolor emocional).
Ø La
relación con Dios se debilita (Alejamiento de Dios) y la persona se siente
indigna de su favor. Veamos por ejemplo a Moisés:
a. Su autoestima, sus sueños y visión
fueron anulados (Éx. 3:11).
b. Sus capacidades y talentos fueron
enterrados, recordemos que la Biblia dice que “era poderoso en palabras” (Éx.
4:10).
c. La persona no cree que Dios pueda
usarlo, no cree que Dios pueda hacerlo. (Éx. 4:13).
Pero gracias a
Dios que en él hay restauración (Te invito a leer: "La Restauración Del Apóstol Pedro"). Recordemos que Jesús es nuestro sumo sacerdote,
y por eso se compadece de nuestras debilidades (“debilidades” desde el griego “asdseneia”
traduce también: fragilidad, incapacidad, timidez).
La Biblia nos invita a acercarnos a Aquel que nos comprende y tiene el poder para ayudarnos a superar esa dificultad (y todas las demás).
La Biblia nos invita a acercarnos a Aquel que nos comprende y tiene el poder para ayudarnos a superar esa dificultad (y todas las demás).
Dios restaura la
identidad de sus hijos, Mt. 3:13-17. Jesús sabía quién era, aunque las
autoridades religiosas y muchos dijeran otra cosa. Dios restauró la identidad
de Moisés, pues él dijo: ¿Quién soy yo para ir…” y por eso Dios se le reveló:
“YO SOY EL QUE SOY”, no eres tú, es Dios en ti, no se trata de lo que puedes
hacer, sino de cuan poderoso es Dios para hacerlo a través de ti. Nuestra
identidad está en la persona de Jesucristo y “en él estamos completos”.
Reflexión final:
Seguramente hemos cometido fallas, quizá hemos pecado, pero es el tiempo de
arrepentirnos con un corazón sincero, y aceptar por la fe su perdón. Confiar en
su poder para llevar a cabo el plan con el cual nos diseñó desde antes de la
fundación del mundo.
(Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria)
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