NUESTRAS DECISIONES AFECTAN A OTROS
(Pastores Gonzalo y Andrea
Sanabria)
Introducción: Nuestras decisiones son fundamentales no sólo en nuestra vida, sino en la de aquellos que nos rodean. La palabra de Dios nos enseña que un día Dios quiso
destruir a Israel por su pecado, pero Moisés decidió ponerse en medio y logró
el perdón de Dios para éste pueblo. Un día la desobediencia de Acán significó la muerte de muchos israelitas, y podemos ver muchos otros casos en la palabra de Dios que nos enseñan muchas cosas, veamos:
Nuestras decisiones afectan a otros
La palabra de Dios nos enseña en el libro del profeta Jonás 1:1-3 "Vino palabra de Jehová
a Jonás hijo de Amitai, diciendo: Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad,
y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí. Y Jonás se
levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y descendió a Jope, y
halló una nave que partía para Tarsis; y pagando su pasaje, entró en ella para
irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de Jehová".
I. El ego del hombre estorba el propósito de Dios.
A. Cada persona es quien toma la decisión de qué hacer ante el consejo de Dios, Jonás
1:1-3.
"Vino palabra de Jehová a Jonás hijo de Amitai, diciendo: Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí. Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y descendió a Jope, y halló una nave que partía para Tarsis; y pagando su pasaje, entró en ella para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de Jehová".
Nota: Jonás tomó la decisión de no ir a Nínive (capital del imperio asirio), por su resentimiento hacia los asirios, y huyó a Tarsis (término que designaba tierras lejanas del mediterráneo, España).
Claro habían varias opciones: quedarse en Israel, ir o huir, pero Jonás decidió no obedecer y sufrió las consecuencias de emprender otro camino.
Nota: Jonás tomó la decisión de no ir a Nínive (capital del imperio asirio), por su resentimiento hacia los asirios, y huyó a Tarsis (término que designaba tierras lejanas del mediterráneo, España).
Claro habían varias opciones: quedarse en Israel, ir o huir, pero Jonás decidió no obedecer y sufrió las consecuencias de emprender otro camino.
B. Someter
nuestro ego, engrandece a Dios.
Nota: Dios espera corazones
dispuestos a hacer su voluntad, por ej: Isaías dijo: “heme aquí, envíame a mí”;
Samuel dijo “habla que tu siervo oye”; María dijo: “hágase conmigo conforme a
tu palabra”; Pablo dijo: Señor ¿qué quieres que yo haga?”.
Estas personas glorificaron a Dios pues permitieron que en sus vidas se cumpliera el propósito del Señor. “Dios es tan grande en ti, como pequeño se haga tu ego”.
Estas personas glorificaron a Dios pues permitieron que en sus vidas se cumpliera el propósito del Señor. “Dios es tan grande en ti, como pequeño se haga tu ego”.
II. Los que están a tu alrededor son afectados
A. Jonás
provocó grandes pérdidas en la nave, Jonás
1:4-5,13.
“Pero Jehová hizo levantar una gran tempestad en el mar,
y hubo en el mar una tempestad tan grande que se pensó que se partiría la nave.
Y los marineros tuvieron miedo, y cada uno clamaba su dios; y echaron al mar
los enseres que había en la nave, para descargarla de ellos. Pero Jonás había
bajado al interior de la nave, y se había echado a dormir… Y aquellos hombres
trabajaron para hacer volver la nave a tierra; mas no pudieron, porque el mar
se iba embraveciendo más y más contra ellos”.
Nota: El viaje se hizo más
difícil, los marineros experimentaron un gran temor e incertidumbre, echaron al
mar los enseres (muebles y accesorios del barco), y los marineros gastaron sus
fuerzas sin resultados.
Ellos perdieron parte de su patrimonio e invirtieron sus fuerzas en vano (es significativo ver que sus intenciones eran buenas, pero Dios no apoyó esto, por el contrario la situación no mejoraba).
Seguramente podemos vernos tentados a hacer buenas cosas, pero esto no es suficiente, es necesario hacer lo que Dios quiere que hagamos, el Señor aprueba y respalda hacer su voluntad, es esto lo que garantiza buenos resultados.
Ellos perdieron parte de su patrimonio e invirtieron sus fuerzas en vano (es significativo ver que sus intenciones eran buenas, pero Dios no apoyó esto, por el contrario la situación no mejoraba).
Seguramente podemos vernos tentados a hacer buenas cosas, pero esto no es suficiente, es necesario hacer lo que Dios quiere que hagamos, el Señor aprueba y respalda hacer su voluntad, es esto lo que garantiza buenos resultados.
B. Jonás
perdió tiempo y dinero.
Nota: El vrs. 3 nos dice
que: “pagando su pasaje… para irse… lejos de la presencia de Jehová”, (además de
que iba lejos, era el único viajero, los demás eran tripulantes), y ese alto
valor se perdió y el tiempo transcurrido en el viaje también… Cuando esto nos sucede
hay frustración, pérdidas materiales y otros, es el resultado de no obedecer a
Dios.
C. Quieras
o no, tu vida incide en quienes te rodean.
Nota: No podemos pensar que
podemos hacer lo que queramos, y la vida seguirá normal… los marineros
sufrieron la desobediencia de Jonás, debemos pensar en nuestra familia, en
nuestro cónyuge, en nuestros hijos, en el resto de la familia, y tener presente
que somos el cuerpo de Cristo, todo esto debe concientizarnos e inspirarnos a
seguir la voluntad del Señor.
III. SON AFECTADOS
AQUELLOS A QUIENES ERES ENVIADO.
A. Todos
nacemos por un diseño divino.
Nota: Jonás era un profeta de
Dios, nació para cumplir con ése propósito divino y Dios se glorificaba en él, ver
por ejemplo: 2
Reyes 14:25
"El restauró los límites de Israel desde la entrada de Hamat hasta el mar del Araba, conforme la palabra de Jehová Dios de Israel, la cual él había hablado por su siervo Jonás hijo de Amitai, profeta que fue de Gat-hefer".
Dios envió a Jonás a Nínive, para salvar a éste pueblo del juicio que vendría sobre ellos por su maldad.
La iglesia (cual Jonás) no puede dormirse en un lado del barco mientras el mundo es zarandeado en un mar de maldad y pecado… Hoy, debemos vernos como profetas de Dios, comisionados para llevar un mensaje, el mensaje de vida eterna, el mensaje de perdón por la fe en Jesús…
"El restauró los límites de Israel desde la entrada de Hamat hasta el mar del Araba, conforme la palabra de Jehová Dios de Israel, la cual él había hablado por su siervo Jonás hijo de Amitai, profeta que fue de Gat-hefer".
Dios envió a Jonás a Nínive, para salvar a éste pueblo del juicio que vendría sobre ellos por su maldad.
La iglesia (cual Jonás) no puede dormirse en un lado del barco mientras el mundo es zarandeado en un mar de maldad y pecado… Hoy, debemos vernos como profetas de Dios, comisionados para llevar un mensaje, el mensaje de vida eterna, el mensaje de perdón por la fe en Jesús…
B. La
voluntad de Dios es traer perdón, Jonás
4:11.
“¿Y
no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento
veinte mil personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano
izquierda, y muchos animales?”
Nota: Aunque Jonás no entendía el
amor de Dios por los ninivitas, fue presionado por Dios, y solo él proclamo el
mensaje y fue oído, Jonás 3:6-10
"Y llegó la noticia hasta el rey de Nínive, y se levantó de su silla, se despojó de su vestido, y se cubrió de cilicio y se sentó sobre ceniza. E hizo proclamar y anunciar en Nínive, por mandato del rey y de sus grandes, diciendo:
Hombres y animales, bueyes y ovejas, no gusten cosa alguna; no se les dé alimento, ni beban agua; sino cúbranse de cilicio y clame a Dios fuertemente; y conviértase cada uno de su mal camino... Y vio Dios lo que hicieron y se arrepintió del mal que había dicho que les haría y no lo hizo".
Nuestras decisiones trascienden de lo temporal a lo eterno, de lo natural a lo espiritual, de lo individual a una ciudad entera, pues el rey de Nínive y todos en la ciudad ayunaron y se arrepintieron de su mal camino, y Dios no hizo el mal que había dicho.
Vemos también por ejemplo que Moisés decidió luchar para salvar un pueblo: Israel… tú puedes ser un instrumento para transformar la vida de muchos.
"Y llegó la noticia hasta el rey de Nínive, y se levantó de su silla, se despojó de su vestido, y se cubrió de cilicio y se sentó sobre ceniza. E hizo proclamar y anunciar en Nínive, por mandato del rey y de sus grandes, diciendo:
Hombres y animales, bueyes y ovejas, no gusten cosa alguna; no se les dé alimento, ni beban agua; sino cúbranse de cilicio y clame a Dios fuertemente; y conviértase cada uno de su mal camino... Y vio Dios lo que hicieron y se arrepintió del mal que había dicho que les haría y no lo hizo".
Nuestras decisiones trascienden de lo temporal a lo eterno, de lo natural a lo espiritual, de lo individual a una ciudad entera, pues el rey de Nínive y todos en la ciudad ayunaron y se arrepintieron de su mal camino, y Dios no hizo el mal que había dicho.
Vemos también por ejemplo que Moisés decidió luchar para salvar un pueblo: Israel… tú puedes ser un instrumento para transformar la vida de muchos.
C. Nuestra
vida debe ser consecuente con la fe que proclamamos.
Nota: Sin duda, Jonás no dio el
mejor testimonio entre los marineros… A veces nos pasa lo mismo, pero Jonás en
el vientre del gran pez se arrepintió (la verdad es que el ambiente en el que
Jonás tomó la decisión de arrepentirse no fue el mejor: el vientre del gran
pez).
A algunos les cuesta creer que Jonás estuvo dentro de un pez tres días con sus noches, pero así como Dios forma y preserva la vida nuestra durante nueve meses en el vientre materno, puede conservar la vida humana tres días en el vientre de un gran pez.
A algunos les cuesta creer que Jonás estuvo dentro de un pez tres días con sus noches, pero así como Dios forma y preserva la vida nuestra durante nueve meses en el vientre materno, puede conservar la vida humana tres días en el vientre de un gran pez.
Conclusión: Somos llamados por
Dios a hacer su voluntad, nuestra obediencia traerá bendición para nuestra familia,
y para nuestro entorno, hemos sido comisionados para llevar un mensaje de
salvación con el testimonio de nuestra propia vida y proclamando el evangelio
del Reino a todos, y si nos hemos equivocado de camino es tiempo de volverse a
Dios.
Recuerda: "No imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; pero el que hace lo malo, no ha visto a Dios" 3 Juan 1:11.
Recuerda: "No imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; pero el que hace lo malo, no ha visto a Dios" 3 Juan 1:11.
Te invitamos a leer:
Síguenos en redes sociales:
Increíble... Dios te bendiga Pastor Gonzalo y gracias por esta enseñanza... me sirvió demasiado, te envío saludos desde Colombia, de nuevo te doy muchas bendiciones...
ResponderBorrarMuy buenos muchas gracias por su resumen práctico del Libro de Jonas. Bendiciones desde Argentina.
ResponderBorrarMuy bueno muchas bendiciones :D
ResponderBorrarMuchas gracias David, tu comentario es importante para nosotros. Dios te bendiga.
BorrarEl señor los bendiga hermanos donde
ResponderBorrarQuiera que se encuentren y que sigan
aprendiendo más de estos estudios .
Muchas gracias por tus palabras y apoyo. Dios te bendiga.
Borrar