GUIADOS POR DIOS (Devocional No. 039)
Devocional No. 039 (Pastores Gonzalo y Andrea
Sanabria)
“Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube para
guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a
fin de que anduviesen de día y de noche. Nunca se apartó de delante del pueblo
la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego” Éxodo 13:21-22.
Dios conduce a su
pueblo a la tierra prometida y ha decidido no llevar a Israel por el camino de
la tierra de los filisteos, sino por el desierto, para que no se arrepintiera
al ver la guerra (Recordemos que todo tiene su tiempo, y para Israel no era el
tiempo de la guerra, más adelante la tendrían.
Era el tiempo para aprender a Seguir a Dios, oír Su voz, conocer sus leyes y su poder proveedor en medio del desierto, pues Dios mismo iba delante de ellos). Sin duda alguna las más grandes bendiciones son halladas cuando somos guiados por Dios.
Era el tiempo para aprender a Seguir a Dios, oír Su voz, conocer sus leyes y su poder proveedor en medio del desierto, pues Dios mismo iba delante de ellos). Sin duda alguna las más grandes bendiciones son halladas cuando somos guiados por Dios.
Es
muy significativo ver que Dios guiaba a su pueblo de acuerdo al tiempo que
afrontaban, de día en una columna de nube y de noche en una columna de fuego.
Dios quiere seguir guiando a sus hijos hoy día, por eso envió a su Espíritu
Santo (La Biblia nos dice: “y los que son guiados por el Espíritu, estos son
hijos de Dios”).
Así como vemos que Dios cambiaba su manifestación de la nube
al fuego de acuerdo al tiempo, es fundamental depender de Dios en todo tiempo y
mantener esa sensibilidad, pues lo que Dios dijo e hizo ayer, no es
necesariamente lo que está diciendo y haciendo hoy.
Es interesante que la palabra “guiarlos” aquí, sea traducida del término hebreo "nakjá" que además significa pastorearlos, así pues dejarse guiar por Dios, es dejarse pastorear por él.
Es interesante que la palabra “guiarlos” aquí, sea traducida del término hebreo "nakjá" que además significa pastorearlos, así pues dejarse guiar por Dios, es dejarse pastorear por él.
Dice
el texto “a fin de que anduviesen de día y de noche”, entonces el deseo de Dios
era que ellos caminaran sin importar la adversidad del tiempo (un sol intenso
en el día y/o un gran frío en la noche, pues en ambos Dios era su fortaleza y
protección). Hoy, Dios te hace el mismo llamado: “avanza, aunque el tiempo sea
adverso y difícil, yo estoy contigo”.
Es
de resaltar la frase del vrs. 22 “Nunca se apartó… la nube… ni el fuego”, claro
hasta que entraron en la tierra prometida. Recordemos que mientras Israel
caminó por el desierto, provocó la ira y decepción de Dios varias veces
(quisieron volverse a Egipto varias veces, se rebelaron contra Moisés y Aarón,
murmuraron por falta de agua y comida, menospreciaron el maná, etc).
Sin embargo Dios en su santidad consigo mismo y fidelidad hacia su palabra “nunca” apartó su protección, provisión y dirección de su pueblo, siempre estuvo allí conduciéndolo, cuidándolo y formándolo de acuerdo al momento.
Sin embargo Dios en su santidad consigo mismo y fidelidad hacia su palabra “nunca” apartó su protección, provisión y dirección de su pueblo, siempre estuvo allí conduciéndolo, cuidándolo y formándolo de acuerdo al momento.
Reflexión final: Nuestro
corazón puede descansar confiado en Dios, en su soberanía y amor. Él siempre
sabe lo que hace y cómo lo hace. Confía en Dios, procura su dirección,
persevera, avanza, aunque el tiempo sea difícil, él va contigo.
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