INVOCANDO A DIOS DESDE LA ANGUSTIA
(Es necesario invocar a Dios en todo tiempo). Devocional
Semanal (No. 007, Pastores Gonzalo y Andrea Sanabria).
Nos dice la Biblia en Jonás 2:1-2 “Entonces oró Jonás a Jehová su
Dios desde el vientre del pez, y dijo: Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me
oyó” Jonás
2:1-2.
Cuando leemos la historia del profeta Jonás, vemos que había escuchado a Dios, había huido de
Dios en un barco, allí había dormido, y aún había hablado con los marineros,
pero sólo hasta ahora vemos que ora (“Entonces oró Jonás”)...
Invocando a Dios desde la angustia.
Jonás era, seguramente un hombre que oraba, pero no lo estaba haciendo en aquel tiempo porque estaba huyendo de Dios. A veces el creyente no ora, porque está huyendo de la presencia del Señor, pues sabe que el Señor le recordará cuál es la voluntad divina para su vida.
Debemos orar en todo lugar, nos dice la Biblia, de modo que podemos
orar en la cocina, en la calle, en el vehículo, aún en el baño, pero nadie
planearía hacerlo en el vientre de un gran pez.
Por un momento, tratemos de imaginarlo... Pero éste fue el escenario que Jonás escogió al desobedecer a Dios, el profeta del Señor había emprendido su propio camino a Tarsis, y esto no tomó por sorpresa Dios pues “Jehová tenía preparado un gran pez que tragase a Jonás”. A Dios nada lo toma por sorpresa, él sabe muy bien lo que hace.
Lamentablemente, muchas veces nosotros, habiendo tenido la oportunidad de orar en un hermoso y cómodo escenario, terminamos orando desde la crisis o el dolor por las malas decisiones que hemos tomado.
Por un momento, tratemos de imaginarlo... Pero éste fue el escenario que Jonás escogió al desobedecer a Dios, el profeta del Señor había emprendido su propio camino a Tarsis, y esto no tomó por sorpresa Dios pues “Jehová tenía preparado un gran pez que tragase a Jonás”. A Dios nada lo toma por sorpresa, él sabe muy bien lo que hace.
Lamentablemente, muchas veces nosotros, habiendo tenido la oportunidad de orar en un hermoso y cómodo escenario, terminamos orando desde la crisis o el dolor por las malas decisiones que hemos tomado.
Es por eso que al reflexionar en lo que le sucedió a Jonás debemos debemos
dar gracias a Dios que nos da la vida para invocar Su nombre, nuestro corazón se goza
cuando en medio de la alabanza en el templo invocamos Su nombre.
Pero, en éste caso, Jonás invoca a Dios en medio de la angustia: “Invoqué en mi angustia a Jehová” nos dice el texto bíblico, no tenemos que esperar que llegue la angustia para buscar a Dios.
En este pasaje la palabra "angustia" viene del término hebreo: "tsarah" que además traduce: aflicción, aprieto, tribulación, y ésta condición llevó a Jonás a orar. La verdad es que buen número de veces, sólo nos volvemos a la oración cuando la angustia, crisis o dificultad llega a nuestra vida o familia.
Pero, en éste caso, Jonás invoca a Dios en medio de la angustia: “Invoqué en mi angustia a Jehová” nos dice el texto bíblico, no tenemos que esperar que llegue la angustia para buscar a Dios.
En este pasaje la palabra "angustia" viene del término hebreo: "tsarah" que además traduce: aflicción, aprieto, tribulación, y ésta condición llevó a Jonás a orar. La verdad es que buen número de veces, sólo nos volvemos a la oración cuando la angustia, crisis o dificultad llega a nuestra vida o familia.
Debemos, por supuesto, destacar la expresión: “y él me oyó”, ésa es la esperanza que debe alimentar nuestra fe, saber
que en el templo, en la calle o en la cocina, yendo o huyendo, podemos levantar
nuestra oración sincera, sencilla, desde un corazón que levanta sus ojos al
cielo y que se vuelve a Dios, y será oído por el Señor. Dios no menosprecia el clamor genuino, pues él no rechaza el corazón contrito y humillado.
La Biblia está llena de ejemplos de oraciones, algunas se levantaron en gratitud por los favores recibidos, otras en medio de la crisis, y otras cuando ya no había esperanza, pero el Señor bueno y misericordioso no rechazó el clamor de sus hijos, él no ha cerrado su oído para escuchar ni su brazo para salvar.
Sin duda alguna, no se trata de nuestros méritos, es por la gran misericordia de Dios y su gracia hacia sus hijos. La respuesta de Dios no es en vano, su misericordia se manifiesta en orden a Su propósito: enseñar a Jonás y salvar a los ninivitas.
La Biblia está llena de ejemplos de oraciones, algunas se levantaron en gratitud por los favores recibidos, otras en medio de la crisis, y otras cuando ya no había esperanza, pero el Señor bueno y misericordioso no rechazó el clamor de sus hijos, él no ha cerrado su oído para escuchar ni su brazo para salvar.
Sin duda alguna, no se trata de nuestros méritos, es por la gran misericordia de Dios y su gracia hacia sus hijos. La respuesta de Dios no es en vano, su misericordia se manifiesta en orden a Su propósito: enseñar a Jonás y salvar a los ninivitas.
Conclusión: Dios es el mejor maestro, nosotros debemos procurar ser los mejores estudiantes. Como hijos de Dios,
tenemos el privilegio de hablar con nuestro Padre celestial, y él también
quiere no sólo hablarnos, sino que le obedezcamos.
Algunas veces debemos invocar a Dios desde la angustia, como consecuencia de nuestras malas decisiones, pero si lo hacemos con un corazón que se vuelve a Él, Dios nos oye y responde, organizando todo de acuerdo a su voluntad y bondad.
Recuerda: "En mi angustia invoqué a Jehová, y clamé a mi Dios. El oyó mi voz desde su santo templo, y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos" Salmo 18:6.
Algunas veces debemos invocar a Dios desde la angustia, como consecuencia de nuestras malas decisiones, pero si lo hacemos con un corazón que se vuelve a Él, Dios nos oye y responde, organizando todo de acuerdo a su voluntad y bondad.
Recuerda: "En mi angustia invoqué a Jehová, y clamé a mi Dios. El oyó mi voz desde su santo templo, y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos" Salmo 18:6.
Gracias por enviar los devocionales, son de mucha bendicion para mi vida, Dios siga Iluminando la suya saludos y Bendiciones
ResponderBorrarMuchas gracias Sara por leer los devocionales. Dios te bendiga al igual que a toda tu casa.
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