Puertas que permiten el ingreso de los espíritus inmundos en las personas
Sermón: Puertas que permiten el ingreso de los espíritus inmundos en las personas:
1) El pecado.
Las leyes espirituales (reveladas en la Biblia) rigen todo el universo, en el mundo espiritual estas leyes son observadas con total precisión (y nuestra ignorancia no impide su acción o efecto). Los espíritus inmundos se mueven siempre en un marco de legalidad, y quebrantar la ley de Dios sin arrepentimiento real (sincero y práctico), permite la acción de éstos espíritus de maldad sobre las personas. La rebelión humana es la fuente de poder del reino de las tinieblas.
2) La falta de perdón o resentimiento.
Nos dice la Biblia en Mateo 18:32-34 “Entonces, llamándole su Señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste. ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti? Entonces su señor, enojado, le entrego a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía”.
En este pasaje, la palabra “verdugos” es traducida del término griego “basanistés”, la cual significa también: torturador, carcelero, uno que atormenta, guardia de prisión. Ésta palabra en la Sagrada Escritura hace referencia o implica enfermedades, demonios, juicio y condenación. Por eso, el consejo de Efesios 4:26 “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre nuestro enojo”. El rencor u odio permite a los demonios afligir a las personas con tristeza, amarguras, depresión, acoso mental, etc.
3) El ocultismo. Aquí hablamos de cosas como las prácticas de brujería, la hechicería, el satanismo, la adivinación, consultar a los muertos, los riegos y rezos para la suerte, y toda práctica relacionada con el mundo de las tinieblas y los poderes demoníacos.
4) La inmoralidad sexual. En este caso, hablamos de toda relación sexual por fuera del matrimonio, y todo acto inmoral en cuanto a la sexualidad se refiere, pornografía, perversiones, etc.
5) Pactos y prácticas mentales. Hablamos de cosas como el hipnotismo, la telepatía, la adquisición de poderes mentales y síquicos, rezos e invocación de maestros espirituales, prácticas de yoga y otros ejercicios orientales que buscan el desarrollo personal sin Cristo, etc.
6) Los traumas o circunstancias dolorosas de la vida. Como por ejemplo: el rechazo desde el viente de la madre. El abuso sexual, emocional o físico. Miedos causados por un gran impacto emocional o trauma. Entre otros.
Al realizar una evaluación de la vida de una persona, nos encontramos con que estas situaciones les hacen llorar, les produce enojo, y diversos sentimientos o emociones; esto se debe a que son heridas profundas que no han sido sanadas, y cuando no han sido tratadas, generan a su vez pecados diversos y capítulos depresivos frecuentes.
7) La genética o herencia. Hablamos de esas situaciones tristes que afligen, arruinan, enferman, a las familias de generación en generación. Son factores que se transmiten de una generación a otra. Son también llamados por algunos, espíritus familiares, hablamos de maldiciones o pecados ancestrales. Podemos recordar, cuando el Señor Jesús le preguntó al padre de familia: “¿desde cuándo le ocurre eso?” y el padre dijo: “desde niño”.
El arrepentimiento y la libertad en Cristo Jesús.
Es fundamental quitarle la autoridad al reino de las tinieblas, y esto se logra mediante el arrepentimiento. La Biblia nos dice en 1ª de Juan 1:9 “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos de toda maldad”, hablamos entonces de reconocer, confesar, apartarse de lo malo, y recibir en fe el perdón de Dios.
Si una puerta se abre y lo que entra es malo ¿cuál es la solución? Expulsar lo malo que entró, cerrar la puerta mediante el arrepentimiento, y la sangre de Cristo con su poder viene a ser aplicada. Vemos este principio aplicado en el Antiguo Testamento, según Éxodo12:21-23 “Y Moisés convocó a todos los ancianos de Israel, y les dijo: Sacad y tomaos corderos por vuestras familias, y sacrificad la pascua. Y tomad un manojo de hisopo, y mojadlo en la sangre que estará en un librillo, y untad el dintel y los dos postes con la sangre que estará en el lebrillo; y ninguno de nosotros salga a las puertas de su casa hasta la mañana. Porque Jehová pasara hiriendo a los egipcios; y cuando vean la sangre en el dintel y en los dos postes, pasará Jehová aquella puerta, y no dejara entrar al heridor en vuestras casas para herir”.
Recordemos que en la noche de la salida de Israel de Egipto, Dios mandó a que se aplicará la sangre del cordero en el marco de las puertas, y con ésta señal el heridor no pudo ingresar a las casas del pueblo de Dios. Ellos fueron librados y protegidos por la sangre del cordero.
Es fundamental ejercer la autoridad que Cristo ha delegado en su iglesia. La solución para el pecado es un sincero arrepentimiento, y luego expulsar a los espíritus inmundos en una oración de autoridad y fe, pues está escrito: “en mi Nombre echarán fuera demonios”.
Finalmente, debemos recibir por la fe la bendición de Dios y disfrutar la libertad en Cristo. Podemos recordar el evento según Lucas 9:38-39, y 42-43a, en donde nos dice la Biblia: “Y he aquí, un hombre de la multitud clamó diciendo: Maestro, te ruego que veas a mi hijo, pues el único que tengo; y sucede que un espíritu le toma, y de repente da voces, y le sacude con violencia, y le hace echar espuma, y estropeándole, a duras penas se aparta de él... Y mientras se a cercaba el muchacho el demonio le derribó y le sacudió con violencia; pero Jesús reprendió al espíritu inmundo, y sanó al muchacho, y se lo devolvió a su padre. Y todos se al miraban de la grandeza de Dios”
Nuestro Señor Jesucristo es Dios todo poderoso, y ante un corazón sincero actúa trayendo salvación, sanidad y liberación. Así como restauró, sanó y liberó a este joven, poderoso es para seguir sanando y liberando a los cautivos. Acerquémonos a Dios, y él nos bendecirá con su poder y amor. (Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria).
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