La provisión de Dios en todo tiempo.

La provisión de Dios en todo tiempo.

 

 

Aunque a veces nos cuesta trabajo confiar en el cuidado de Dios, debemos mantener presente que, en esencia, él es amor, y por lo tanto, tiene cuidado de cada uno de sus hijos. 

Dios es fiel y no miente, sus promesas se cumplen tal como las ha declarado. Nos dice la Biblia en 1 Reyes 17:8-9 “Entonces la palabra del Señor vino a él con este mensaje: Ve ahora a Sarepta de Sidón, y permanece allí. A una viuda de ese lugar le he ordenado darte de comer”. 

A lo largo de la Sagrada Escritura podemos ver que la perseverancia es una evidencia de la fe. Podemos destacar en este caso, la perseverancia y fe del profeta Elías. 

Por ejemplo, no renunció cuando el arroyo de Querit se secó (representa aquello un tiempo de dificultad), tampoco renunció en Sarepta de Sidón (símbolo del lugar dónde somos formados por el Señor), así como tampoco renunció durante los tres años y medio que duró la sequía (tiempo que representa período de escasez). 

Esta perseverancia del profeta Elías ante las dificultades, las pruebas y las tribulaciones probó o mostró su fe en el cuidado del Señor. Sin duda alguna, la persistencia es una señal de confianza. 

Era casi imposible para la “viuda” mantener al profeta Elías, por lo que no tenía herencia de su marido, y experimentó una severa sequía (carencia de todo). A pesar de todo esto, ellos vivieron un milagro de provisión cada día, mientras duró aquella severa sequía.   

 

 

Tal vez si hubiese sido un terrateniente, o tal vez el dueño de muchos barcos de pesca fenicios, entre otras cosas; pero ¿una viuda? Es esta fe la que nos permite avanzar, así como permanecer tranquilos y seguros en el cuidado que Dios tiene por nosotros. 

Nuestro buen Dios desea llevarnos a nuevos niveles de confianza en él, quiere usarnos como instrumentos de bendición para muchas personas; esto requiere de sus hijos obediencia y fe en él, esto implica perseverancia. 

El Señor Jesús no es ajeno ni es indiferente a nuestras necesidades ni conflictos, él tiene cuidado de sus hijos todo el tiempo. Fortalezcamos nuestra comunión con Dios y todo saldrá bien, recordemos “Dedíquese a la oración: perseveren en ella con agradecimiento”, Colosenses 4:2.   (Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria).

 

 

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