Debemos prepararnos para servir a Dios

Debemos prepararnos para servir a Dios.

 

 

En la Biblia, específicamente en los evangelios, podemos ver que el ministerio de enseñanza que el Señor Jesús ejerció fue muy fuerte. Él no sólo lo hizo a nivel de la sinagoga local, sino que fue un constante Maestro para sus discípulos, y no lo fue sólo con los doce, la Biblia nos dice que luego tuvo setenta más, y multitudes lo escuchaban también. 

De modo especial, el Señor Jesús se ocupó de los doce, ya que estos serían protagonistas en el futuro de la iglesia. El ministerio magistral del Señor Jesús fue altamente reconocido, por eso vemos que con frecuencia lo llamaban y lo reconocían como el Maestro, y vemos que aún los mismos fariseos y escribas así lo reconocieron. 

Nos dice la Biblia en el evangelio según San Juan 13:12-14 “Cuando terminó de lavarles los pies, se puso el manto y volvió a su lugar. Entonces les dijo: ¿entienden lo que hecho con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y señor, y dicen bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros”.    

Por ejemplo, a lo largo de la Biblia podemos ver que Moisés fue quien enseñó a Josué, los profetas Elías y Eliseo también fueron maestros de sus discípulos, el Señor Jesús y los doce apóstoles, el apóstol Pablo y Timoteo y Tito; y sin duda, hoy en día no es la excepción.

 

 

El liderazgo y la enseñanza son las herramientas básicas para expandir el reino de Dios en nuestro planeta. Para ser impartido por Dios y para ser enseñado por otros, debemos tener un corazón manso y humilde. También debemos mantener un profundo deseo de saber más acerca de Dios y de sus leyes. 

Es muy importante valorar la enseñanza y la capacitación, debemos ser formados para servir al Señor con los motivos correctos y que glorifiquen a Dios. 

La Biblia nos enseña que somos un cuerpo en Cristo y todos coordinadamente debemos aportar desde lo recibido del cielo, para que el reino de nuestro buen Dios continúe extendiéndose por todas las naciones. 

No podemos olvidar Mateo 28:19-20 “Id, y haced discípulos, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo”.   (Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria).

 

 

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1) Dios nunca se equivoca, todo lo hace perfecto

2) El poder del Espíritu Santo

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