Cristo es la vida para toda persona

Cristo es la vida para toda persona.

 

 

Una verdad que encontramos en la Palabra de Dios es que nuestro Señor Jesús es el mejor predicador de todos los tiempos, y en los evangelios vemos que utilizaba ejemplos del diario vivir de los judíos para revelar poderosos misterios y principios del reino de Dios. 

Así pues, era más fácil entender el reino espiritual. En el evangelio de Juan capítulo quince, el Señor usa un cultivo reconocido por todos los habitantes de las tierras palestinas, la vid, y a través de este ejemplo sencillo enseña grandes verdades espirituales. 

A lo largo y ancho de la Biblia, vemos a nuestro Señor utilizando todos los medios posibles para que podamos entender las cosas espirituales, y para recibir lo que nos quiere dar. 

Dijo el Señor Jesús en Juan 15:1-3 “Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Toda rama que en mí no da fruto, se corta; pero toda rama que da fruto la poda para que dé más fruto todavía. Ustedes ya están limpios por la palabra que les he comunicado”.  

Así que el Señor Jesucristo es la vid real, cierta y veraz (lo que significa que él es verdadero, genuino y sin mentira alguna), la vid que produce vida genuina, la vid que realmente satisface las necesidades del corazón humano. 

Entonces, podemos concluir que existen “vides falsas”, que pueden ser: ídolos, drogas ilícitas, vida bohemia y desordenada, alcohol, y otras cosas con las que una persona procura saciar su sed; pero, sólo es Jesús quien verdaderamente llena el corazón del ser humano. 

Sólo Cristo puede satisfacer el anhelo de vida y de amor de toda persona. El Señor Jesús es la respuesta correcta para todo ser humano y para toda crisis por más difícil que sea.

 

 

Dios tiene grandes planes con cada uno de sus hijos. Algunas veces la falta de disposición o a lo mejor conductas incorrectas estorban este propósito, es allí cuando el buen labrador, el Padre celestial, viene a podar o a trabajar en nuestro corazón, obra que debemos permitir con humildad. 

Al final, veremos un maravilloso resultado, pues Dios sabe lo que hace. En este proceso como en el resto de nuestra vida, es primordial mantener y cuidar nuestra relación con Dios, así como el pámpano (sarmiento) está asido a la vid. Así como la vid alimenta al pámpano, es Cristo vital para el cristiano. 

En Lucas 13:6 dijo el Señor “Un hombre tenía una higuera plantada en su viñedo, pero cuando fue a buscar fruto en ella, no encontró nada”. Palabras del evangelio que nos recuerdan que el deseo de Dios es que llevemos fruto para gloria de su nombre. Dispongamos nuestro corazón, como buen terreno para que Dios labre en nosotros su buena y perfecta voluntad.   (Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria).  

 

 

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