Dios es quien pelea por nosotros.
Es muy importante ser conscientes de que aunque nosotros estemos haciendo la voluntad de Dios, tendremos que hacerle frente a diversos obstáculos, y también a una oposición, a veces natural y otras veces espiritual.
Antes este tipo de circunstancias, la reacción del cristiano puede ser diversa, desde enojarnos hasta huir, o podemos decidir enfrentar la situación con una actitud espiritual y madura, como cristianos y personas de fe en el poder de nuestro Dios.
Un hombre de fe y valentía fue Nehemías. La palabra de Dios nos dice que él tuvo que enfrentar oposición y muchos obstáculos; pero, finalmente venció.
La Biblia nos dice en el Libro de Nehemías 4:1-4 “Y Sanbalat escuchó que nosotros edificábamos el muro, se encolerizó y se enojó en gran manera, e hizo escarnio de los judíos. Y habló delante de sus hermanos y del ejército de Samaria, y habló diciendo:
¿Qué hacen estos débiles judíos? ¿Se fortalecerán a sí mismos? ¿Han de sacrificar? ¿Han de acabar en un día? ¿Resucitarán las piedras de los montones de escombro que fueron quemados? A su lado se encontraban Tobías amonita, el cual también habló diciendo: Aun lo que ellos edifican, si sube una zorra, derribará su muro de piedra”.
Pero antes estas palabras y oposición, Nehemías levanto su oración a Dios: “Oye, oh Dios nuestro, que somos menospreciados, y vuelve el oprobio de ellos sobre su cabeza, y dalos en presa en la tierra de su cautiverio”.
Como podemos observar en esta porción
bíblica, el enemigo del pueblo de Dios procura estorbar y detener la obra del
Señor, utiliza con fuerza palabras de menosprecio y burla, lanza “dardos de
fuego” como dice Pablo, procurando sembrar desánimo y desconfianza en los
siervos de Dios.
Esto nos recuerda la manera en que en el Edén el enemigo usó las palabras para hacer dudar a Eva, quien finalmente desobedeció al Señor.
El diablo sigue utilizando las palabras contra los hijos de Dios para sembrar miedo, discordia entre los hermanos, incredulidad, desánimo, entre otras cosas; pero, como pueblo del Señor debemos ser conscientes de que éstas son las antiguas y preferidas armas de satanás, y más bien debemos reprender las obras de las tinieblas.
Recordemos que nuestro Señor Jesucristo, bajo la unción del Espíritu Santo y con el poder de su palabra derrotó al tentador; de igual modo podemos vencer hoy (pues Cristo vive en nosotros), no aceptemos las palabras del enemigo, más bien expresemos como el Señor: “Escrito está: Al Señor tu Dios adorarás y a él sólo servirás”.
En este caso en particular, Nehemías estaba reconstruyendo los muros de la ciudad de Jerusalén, y sus enemigos levantaron calumnias y mentiras.
Nehemías decide orar en primer lugar, él deposita aquella situación en las manos del Señor; lo cual, es una evidencia de su confianza y dependencia de Dios. Es Dios quien pelea por nosotros. Finalmente Nehemías reconstruyó todo el muro de la ciudad, Dios lo respaldó sobre todos los obstáculos y enemigos.
Como lo vemos a lo largo de la
Biblia, el Señor nunca desampara a su pueblo, él está a su favor. Nosotros debemos
confiar en él, y fieles perseverar; cuando el cristiano avanza sin temor y pone
su fe en las palabras de Dios, no será avergonzado. “Encomienda al Señor tu
camino, y él hará”. El Cristo de la gloria está de tu lado. (Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria).
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Amen. Dios le Bendiga mucho.
ResponderBorrarGracias por compartir esos poderosos sermones me . Dan mucha fortaleza para seguir adelante confiando en nuestro Dios. Gracias. Bendiciones 🙏