Transformado por el amor de Cristo
Sermón: Transformado por el amor de Cristo
La palabra del Señor destaca el poder transformador de Dios en la vida que se dispone para él. Por ejemplo, en los evangelios se nos enseña que Juan, discípulo de Jesús se caracterizó por su carácter irascible, y en muchas ocasiones duro y egoísta en su trato con los demás.
Debemos tener en cuenta, que el mismo Señor Jesús, a Juan y a Jacobo (los dos eran hermanos) los llamó: “hijos del trueno”; nombre que nos permite ver, en buena medida, su carácter. Sin embargo, por su temperamento Dios no los desechó, por el contrario los transformó, y los usó poderosamente.
La palabra de Dios nos enseña, que en varias ocasiones el Señor Jesús les llamó la atención debido a la dureza en su trato hacia sus semejantes. En una ocasión, al no ser recibidos en una aldea samaritana, ellos le dijeron al Maestro: “Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego y los consuma”, Lucas 9:54; y por supuesto, fueron corregidos por el Señor.
A pesar de todas estas cosas, el Maestro no los rechazó, ni los descalificó, más bien con misericordia y paciencia siguió trabajando en cada uno de sus corazones (como el alfarero toma el barro en sus manos, y le da la forma que él desea).
Recuerda siempre: Todo lo que Dios hace, lo hace con amor; y siempre lo hace de acuerdo a sus maravillosos propósitos, él nunca se equivoca.
La Sagrada Escritura, nos enseña que éste discípulo (Juan), el que tenía un carácter recio y duro, finalmente fue transformado en un siervo de Dios, lleno del amor de Cristo, con la bondad y mansedumbre del Espíritu, esto podemos verlo cuando le escribe a la Iglesia diciendo:
“Amados, debemos amarnos unos
a otros; pues el amor es de Dios. Toda persona que ama, es nacida de Dios, y
conoce a Dios. Aquel que no ama, no ha conocido de Dios; pues Dios es amor.
Amados, si Dios nos ha amado de ese modo, también nosotros debemos amarnos los
unos a los otros”, según nos dice la Biblia en 1 Juan 4:7-8, 11.
La Biblia nos muestra entonces, como el Juan recio, dominante y tal vez agresivo de los evangelios, no es el mismo Juan de las cartas del Nuevo Testamento y del Apocalipsis, estos últimos escritos nos muestran a un hombre comprensivo, y lleno del amor de Cristo gobernando su corazón.
Tiempo después de pasar por las manos de Dios en su proceso, el “hijo del trueno” es ahora “el apóstol del amor”. La historia cristiana nos enseña que el apóstol Juan terminó su vida sirviendo a Dios en la iglesia de la ciudad de Éfeso, y que seguramente estuvo al cuidado de las iglesias en el Asia Menor.
Nuestro Señor Jesucristo transformó
a Juan, haciendo de él un instrumento de bendición para muchas personas.
Nuestro buen Dios es poderoso para cambiar nuestro corazón, nuestro temperamento,
y convertirnos en poderosos instrumentos para la gloria de su Nombre. (Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria).
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