Un corazón contrito para Dios
Sermón: Un corazón contrito para Dios
“Viendo la multitud subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos. Y abriendo su boca les enseñaba diciendo: Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos”, Mateo 5:1-2.
Cuando Jesús enseñaba en el Templo, en algunas ocasiones según nos dice la Biblia, él tomaba del Rollo del Libro, en el que se encontraban escritos los libros que ahora nosotros conocemos como el Antiguo Testamento; y abría la Escritura para dar la enseñanza al pueblo.
En esta ocasión que describe el pasaje arriba citado, dice que Jesús abriendo su boca, les impartió una enseñanza, y lo maravilloso de esto es que Jesús es la Palabra Viva, con razón al abrir su boca y comenzar a hablarle a la gente que lo seguía, sus palabras llenaban el alma y daban exactamente con la necesidad de cada uno; y por ser viva su Palabra, sigue satisfaciendo nuestra alma, dándonos vida eterna y vida en abundancia a todos los que creemos en él.
Y en la enseñanza que impartió en esa ocasión, primeramente les dice: “Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos”. Bienaventurado, dichoso o feliz es quien cuya defensa y fortaleza la tiene en Jehová su Dios, y no se apoya en fuerza o poder terrenal, porque ha reconocido la soberanía del Señor sobre su vida, y sobre toda la creación.
El espíritu es el soplo de vida que
nuestro Creador ha puesto en cada uno de nosotros, y dice la Biblia que cuando
la persona muere, el espíritu vuelve a Dios que lo dio. De manera que vivimos,
porque El Señor nos ha dado aliento de vida, ningún ser humano tiene el poder
para retener su vida, sino que nuestra vida totalmente depende de nuestro Señor.
La pobreza en espíritu, según la Palabra del Señor, equivale a un corazón humilde y contrito. Y no debería estar ligada a la pobreza material, pero lo cierto es, que cuando estamos saciados de bienes materiales y además tenemos poder terrenal sobre los demás, somos tentados a volvernos arrogantes y altivos.
Esto le sucedió al rey Nabucodonosor, que por su arrogancia fue despojado de su reino por decreto de Dios, hasta que alzó sus ojos al cielo y le dio la gloria y la alabanza al único digno, que es nuestro Padre Jehová Dios.
Así también, la voluntad del Señor, es que nosotros seamos humildes de espíritu, que andemos en reverencia delante de él, sin que estemos viviendo en necesidad, él dice en su palabra que se hizo pobre, para enriquecernos a nosotros, es decir que el Rey de reyes, vino y vivió en esta tierra, en una condición humilde, y ahora por su gracia nos ha enriquecido con abundantes bendiciones.
Ahora bien, seremos probados, que tan humildes somos, cuando se nos deleguen puestos honorables en la sociedad o en la Iglesia, también seremos probados cuando se nos trate con menosprecio e injusticia, es ahí donde vamos a saber si nuestro espíritu es altivo o es humilde.
De manera que, si tenemos abundancia, no se aparte de nuestro corazón el temor y la reverencia a la Palabra del Señor, y no miremos ni tratemos con desprecio a nuestro prójimo; así como Abraham, Job y otros más, fueron hombres muy bendecidos materialmente, también lo fueron espiritualmente, porque temían y honraban a Dios, con sus palabras y con sus hechos.
Y si pasamos por periodos de escases
material, no olvides que nuestro Padre, es el Todopoderoso creador de los
cielos y de la tierra, y que no nos va a desamparar. Y que si nos ha prometido
el reino de los cielos, ¿qué más podríamos pedirle?
Dios no condena al rico por sus riquezas, ni salva al pobre por su pobreza, dice la biblia que “al altivo Dios lo mira de lejos”, y también en el capítulo 66 versículo 2 de Isaías: “Declara El Señor: Pero a este miraré: Al que es humilde y contrito de espíritu, y que tiembla ante Mi palabra”.
Amigo querido: Dios te dio la vida y te ama, y todos, individualmente compareceremos delante del trono del Señor, a dar cuenta de lo que hicimos en esta tierra, es por eso que él mismo tiene un plan de salvación, y es por medio de su amado Hijo, nuestro Señor Jesucristo.
Él es mi Abogado, y también es tu
Abogado, si tú lo recibes hoy, no te presentarás solo, él abogará por ti y
tendrás perdón y vida eterna. Solo cree en tu corazón y confiesa con tu boca,
que Jesús es tu Señor, y serás salvo. (Escrito
por Yesenia Aguilar – Editado por Pastor Gonzalo Sanabria).
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Bendecido día! Gracias a Dios y a Jesucristo nuestro salvador por el testamento de su palabra y sus siervos que nos instan a creer en el señor Jesucristo! Dios les bendiga siempre 🙏
ResponderBorrarDios bendiga tu vida y toda tu familia. Muchas gracias por dejarnos tu valioso comentario. -
BorrarMuy sabia reflexión, el valor de la humildad porque la Grandeza es de Nuestro Padre. Muchas gracias, Dios los bendiga
ResponderBorrarGracias por tus palabras Johanna, son muy importantes para nosotros. El Señor Jesucristo bendiga tu vida y toda tu casa.
BorrarEs interesante conocer hay frases en la biblia que no entendemos con claridad como la de pobres en espíritu y es una bonita enseñanza saber que significa realmente.gracias pastor.
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