El poder del Espíritu Santo | Estudios y Sermones El poder del Espíritu Santo - Estudios y Sermones

Ads 468x60px

El poder del Espíritu Santo

Sermón: El poder del Espíritu Santo de Dios 

 

 

 

Desde la naturaleza misma, Dios nos enseña la importancia y valor de la renovación. Por ejemplo, podemos observarlo a través de las cuatro estaciones. Vemos como después del frío invierno, viene entonces la maravillosa primavera. 

En ese periodo de tiempo, los animales despiertan de su sueño, también podemos ver que las aves que habían emigrado regresan, y en los árboles aparecen las nuevas hojas, así como flores y frutos. Es un tiempo donde la naturaleza reverdece, se renueva.    

La palabra de Dios nos enseña, que una parte del diseño de Dios para la creación es la renovación. A sus hijos, el Señor los renueva y les da herramientas por el poder del Espíritu Santo, para que ellos puedan superar los obstáculos, y avanzar para alcanzar sus planes. 

Por eso, el mismo Señor Jesús fue ungido con el poder del Espíritu Santo en el momento de su bautismo en el río Jordán, después de aquella unción el Señor desarrolló un ministerio poderoso en la tierra. El poder del Espíritu Santo es una necesidad para cada uno de nosotros como hijos de Dios, por eso el Señor envió su Espíritu.      

La palabra de Dios nos enseña en el libro de Zacarías “Entonces respondió y me habló, diciendo: Ésta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, dice Jehová de los ejércitos”, según Zacarías 4:6. 

(Nota especial: Te invito a adquirir gratis cuatro libros nuevos de sermones cristianos aquí: Libros cristianos gratis. Promo del 18 al 22 enero 2022). 

En el momento en que esta palabra sale de la boca de Dios, Nehemías estaba trabajando en la reconstrucción del templo de la ciudad de Jerusalén, el cual había sido destruido por el imperio romano. 

Labor que Nehemías desarrolló en medio de oposición, enemigos, obstáculos, etc; la Biblia nos enseña que Dios lo fortaleció con el poder del Espíritu Santo, y así pudo terminar aquella reconstrucción.  

Debemos tener en cuenta, que el Espíritu Santo es nuestro bendito Consolador; por la unción o poder del Espíritu, el corazón quebrantado recibe sanidad y libertad. Es el Espíritu Santo quien convence de pecado al hombre, ministra restauración, y renueva lo que ha sido dañado y herido.

 

 

 

Esta labor restauradora que ejecuta el poder del Espíritu Santo, podemos verla también en el momento en el que Dios le dice al profeta Ezequiel: “Profetiza y di: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos y vivirán. Y entró espíritu en ellos y vivieron”, es el Espíritu de Dios el que genera vida.  

El Señor Jesús confrontó la vida religiosa y seca de los escribas y fariseos, porque él trae renovación y cosas nuevas a su pueblo. Requiere corazones que lo busquen con pasión, cuyo anhelo sea agradarle a él. Vasos nuevos en los cuales depositar su revelación y unción. 

Nuestro buen Dios desea levantar al caído, sanar el corazón quebrantado, liberar al cautivo, etc. Acércate a Su presencia, y su poder y gloria trasformará tu vida. Por el poder del Espíritu Santo puedes levantarte y vencer. El poder del Espíritu de Dios ha venido para llevarnos al cumplimiento del plan del Señor en nuestra vida. Gracias amado Dios, por tu amor y bondad, y por enviar al Espíritu Santo.   (Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria).

 

 

Te invito a leer:

SUSCRÍBETE GRATIS y entérate de nuestros nuevos sermones y publicaciones, HAZ CLICK AQUÍ 

.   

4 Comments:

  1. Qué perfección de creación y que bien ideada tiene nuestra vida Dios que nos ha provisto del consolador, el Espíritu Santo, para dar cumplimiento a su propósito en nuestras vidas. Muchas gracias pastor por el estudio

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. El Señor Jesús bendiga tu vida y tu familia Sara. Muchas gracias por dejarnos tus comentarios.

      Borrar
  2. Respuestas
    1. Gracias por tus palabras Evelio, son muy importantes para nosotros. El Señor Jesucristo bendiga tu vida y toda tu casa.

      Borrar