Dios se ha fijado en ti

 Reflexión: Dios se ha fijado en ti.

 

 

 

En la Biblia, podemos encontrar un sinnúmero de personajes en los cuales Dios se fijó para llevar a cabo sus planes celestiales en medio de su pueblo amado. 

Encontramos, por ejemplo, a un joven, que estaba trabajando el trigo a escondidas de los madianitas, y es Gedeón. Dice la Palabra del Señor lo siguiente: "Entonces Dios mismo miró a Gedeón" (Jueces 6:14 TLA), y eso es lo que hoy está ocurriendo; el Padre Celestial se ha fijado en ti, aunque estés a escondidas. Dios sabe lo mucho que tu corazón puede ser usado para su gloria. 

En repetidas ocasiones, Gedeón le pidió a Jehová que le diera confirmación de su llamado, y así lo hizo el Señor; y también te confirma por medio de este escrito que eres llamado. 

Posiblemente, lleves un largo camino o un tiempo prudente en el evangelio, pero estás viviendo los tiempos de Gedeón; es decir, no ves los frutos en tu ministerio, la gente se va de tu grupo de oración, o quizá cuando ya crees que lograste lo que querías, todo se derrumba y vuelves al inicio. 

Pero, hoy Dios se fija en ti, como lo hizo con Gedeón, Moisés, Josué y grandes líderes de Israel; y lee atentamente, porque cada vez que el Padre Celestial se fijó en alguien, fue para sacar al pueblo y a la iglesia de problemas y adversidades.   

Puede que tu iglesia, grupo, matrimonio, ministerio, etc, estén en grandes problemas y estén en lo profundo de una cisterna; pero, Jehová te está llamando para hacer obras maravillosas contigo y mostrar su poder (no el tuyo) a la iglesia y a las personas de alrededor. 

Nunca el Padre Celestial te escogerá sin antes decirte que estará contigo una vez más. Fuiste llamado para levantar generaciones de fuego y dirigir hombres y mujeres de reino. No es tarea fácil, pero Dios prometió que su Presencia y Espíritu te darían dirección. 

El Señor te ha mirado como observó a Gedeón. Sabe tu situación y el momento actual de tu vida. Él no es ajeno a los madianitas y pueblos vecinos que se juntan para hacerte caer. Pero, recuerda que en Cristo somos más que vencedores.

 

 

 

La clave está en lo siguiente: Dios no mandó inicialmente a pelear como tal a Gedeón y a sus trescientos soldados; Jehová le dio la instrucción de adorar y confiar en él, por eso las vasijas de barros con antorchas de fuego. Aunque luego, fueron a terminar de aniquilar a sus enemigos.  

La Biblia y el Espíritu Santo son claros, si quieres que la mano poderosa de Dios fluya, tú como líder y escogido del Señor y tus colaboradores, deben adorar en Espíritu y en Verdad. 

En Jueces 7:22 leemos algo muy profundo: "Los israelitas, por su parte, seguían tocando sus trompetas, mientras Dios hacía que las tropas enemigas se atacaran entre sí y salieran huyendo". 

Es extraordinario, observar que cuando dejamos que Dios haga su parte, los enemigos (escasez, falta de ovejas, falta de unción, etc) huyan, y no queden en tu vida, iglesia, matrimonio y ministerio.  

El Señor te prometió ganar esta batalla y prosperarte para su gloria. Dios te dice hoy que le adores, que sigas sus instrucciones y Él hará su parte. 

Para cerrar esta reflexión, terminamos con lo que Pablo le dijo a Timoteo: "Dios te ha encargado ese trabajo, y el Espíritu Santo te ayudará a hacerlo" 2 Timoteo 1:14, TLA.    (Escrito por: Juan David García Ferro – Editado por Pastor Gonzalo Sanabria).

 

 

 

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