Somos un diseño celestial

Sermón: Somos un diseño celestial.

 

 

 

Según nos enseña el libro de Éxodo, Dios le habló a Moisés para que construyera el tabernáculo, y le dijo: “lo harás conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte”; entonces, el tabernáculo en la tierra vino a ser de acuerdo a un diseño celestial. 

De igual manera, nuestra vida se corresponden con un diseño planeado por el Señor desde antes de la fundación del mundo, de hecho somos tabernáculo o templo de Dios. 

Nos dice la Biblia en el libro de los Salmos 139:13 y 16 “Porque tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre. Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas”. 

Este pasaje nos recuerda, no sólo que Dios es creador del ser humano, sino que nos hizo individualmente en el vientre de nuestra madre, y que fue de acuerdo a lo que ya estaba escrito en su libro, por todo esto, somos un diseño de Dios. 

Y no podemos, como dijo Pablo “ignorar las maquinaciones del diablo”, es decir, así como Dios nos planeó y diseñó lo mejor para nosotros; también el diablo planifica estorbar y dañar los planes del Señor para nuestra vida.   

Un claro ejemplo de esto, lo vemos en María Magdalena. 

Nos dice la Biblia en 8:1-2 “Aconteció después, que Jesús iba por todas las ciudades y aldeas, predicando y anunciando el evangelio del reino de Dios, y los doce con él, y algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la que habían salido siete demonios”.   

El poder de Cristo nos transforma para que sigamos sus pasos y sirvamos en su nombre. Los doce habían sido transformados, restaurados, y nos dice la Biblia además que algunas mujeres que le seguían, habían sido liberadas y sanadas; todo esto lo hace Cristo por amor, y también con propósito. 

Por eso, vemos que estas personas seguían y servían al Señor Jesús. Según Lucas 8:2-3, se destacan mujeres como Juana, Susana, y María Magdalena; y nos dice la Biblia: “y otras muchas que le servían de sus bienes”; entonces, no sólo servimos al Señor con nuestra capacidades (recibidas de él), sino también con nuestros bienes.  

Entonces, servir a Dios en esta tierra es parte del diseño celestial, servir a Dios fue algo que él planeó para nosotros desde antes de la fundación del mundo. 

 

 

 

Pero no podemos ignorar las maquinaciones del diablo, es decir, todas aquellas cosas que el enemigo de nuestras almas utiliza para estorbar y detener ese plan de Dios en nuestra vida. 

Por ejemplo, en el caso de María Magdalena se nos dice aquí, que de ella habían salido siete demonios. El número siete en la Biblia, indica: plenitud, lo completo, (por eso “los siete espíritu de Dios” sobre Jesús, Apoc. 3); entonces, mientras Dios nos quiere llenar del Espíritu Santo, el diablo quiere llenar de maldad, muerte y pecado al ser humano. 

Ella se llamaba María Magdalena, nombre que quiere decir: María la de Magdala. Magdala, era una villa de Galilea, y “magdalena” es su gentilicio. 

Su nombre tiene un significado muy interesante, María significa: princesa, elegida; y Magdala quiere decir: grandeza, torre. Podemos decir, que ella había sido diseñada, desde antes de la creación del mundo, para un propósito especial, grande, alto, ella era una persona elegida por Dios para grandes cosas.  

Pero, el pasaje bíblico nos dice que de ella “habían salido siete demonios”; no sabemos que sucedió en la vida de ella que generó aquella situación, ni sabemos por cuanto tiempo aquellos espíritus inmundos la afligieron; pero, esa situación Jesús se glorificó, pues para esto apareció el Hijo de Dios para deshacer las obras del diablo. 

Aquella “Elegida para la grandeza”, el diablo la había atado, pero Cristo la hizo libre, y ella se convirtió en una servidora del Señor, y fue la primera persona que vio y anuncio al Cristo resucitado. Poderoso es Dios para romper las obras del diablo y cumplir sus planes en nuestra vida.

 

 

 

Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria. 

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