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No te desanimes, Dios está contigo

Sermón: No te desanimes, Dios está contigo.

 

 

 

Introducción: La nación de Israel ha vivido bajo la poderosa mano de Dios, ha visto sus milagros y protección de manera poderosa y sobrenatural. También en tiempos de idolatría ha vivido las tristes y dolorosas consecuencias; pero todo eso ha sido parte de su escuela y formación. 

También nosotros como iglesia, como pueblo de Dios, enfrentamos oposición, obstáculos, desafíos, consecuencias, entre muchas otras cosas; y en medio de todo esto el Señor sigue trabajando en nuestro corazón. 

Y esos procesos no nos deben desanimar, más bien, debemos tomar fuerzas en Dios y seguir hacia el plan divino para nuestra vida. No te desanimes, Dios está contigo. Veamos el caso de Israel en tiempos del profeta Hageo.   

Los primeros tres versículos (Hageo 2:1-3) nos presentan la realidad de Israel en aquel momento: 

“En el mes séptimo, a los veintiún días del mes, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo diciendo: Habla ahora a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y al resto del pueblo, diciendo: ¿Quién ha quedado entre vosotros que haya visto esta casa en su gloria primera, y cómo la veis ahora? ¿No es ella como nada delante de vuestros ojos?”. 

El pueblo del Señor estaba desanimado, y aun los líderes de aquel momento; pues, Zorobabel (gobernador de Judá) y Josué (sumo sacerdote), y aun el pueblo mismo, miraban con tristeza y desaliento el templo que se estaba reconstruyendo.      

Dios mismo presenta un comparativo, entre aquel templo en su gloria primera (es decir, el que fue construido en tiempos del rey Salomón), y el que estaban reconstruyendo ellos, y el Señor les dice: “¿No es esta casa como nada delante de vuestros ojos?”.    

Israel venía del cautiverio de setenta años en Babilonia, setenta años sin templo, sin sacerdocio levítico, y llegaron a Jerusalén con grandes deseos de levantar el templo del Señor. Pero, ante los obstáculos, ante la oposición, ante la escasez, y otros factores, como el agotamiento físico, la nación hebrea estaba desanimada.    

 

  

 

Los versículos 4 y 5 de Hageo 2, nos presentan no sólo el mensaje de Dios para Israel y sus líderes, sino la perspectiva del Señor ante aquellas dificultades: 

“Pues ahora, Zorobabel, esfuérzate, dice Jehová: esfuérzate también, Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote; y cobrad ánimo, pueblo todo de la tierra, dice Jehová, y trabajad; porque yo estoy con vosotros, dice Jehová de los ejércitos. Según el pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto, así mi espíritu estará en medio de vosotros, no temáis”. 

A través del profeta Hageo, Dios anima, alienta e impulsa a Zorobabel, a Josué y al pueblo a trabajar en su voluntad, en este caso, en la reconstrucción del templo. 

La razón principal, por la que ellos debían esforzarse y retomar el plan de Dios, es porque el Señor mismo estaba con ellos, por eso les dijo: “Porque yo estoy con vosotros, dice Jehová de los ejércitos”. 

También les recuerda el Señor su fidelidad para cumplir el pacto y sus palabras, y además les dice: “Mi Espíritu estará en medio de vosotros, no temáis”; la presencia del Espíritu Santo en nosotros nos hace valientes, no temerosos, sino confiados en que Dios hará lo que ha prometido.

 

 

 

Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria. 

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