Jesús recompensa la fe
Reflexión: Jesús recompensa la fe.
La palabra de Dios está llena de milagros y obras poderosas
de Dios para aquellos que no renunciaron a su fe. Los evangelios nos enseñan
que Jesús recompensa la fe que persevera.
Nos dice, por ejemplo, la palabra de Dios en el evangelio según
San Lucas 8:54-55 “Más él, tomándola de la mano, clamó diciendo: Muchacha,
levántate. Entonces su espíritu volvió, e inmediatamente se levantó; y él mandó
que se le diese de comer”.
Debemos tener presente que los que estaban en aquella casa
se burlaban de Jesús, pues él decía que la niña estaba dormida. Cristo no se no
se detuvo porque ellos no creyeron, él no se detuvo porque ellos se burlaron,
tampoco cayó en la lamentación de todos, él siguió adelante con su plan. Nuestro Señor Jesucristo no deja sus planes a medias.
Considerando la fidelidad y poder de Cristo, no permitas
que la incredulidad de otros, sus palabras
negativas o sus burlas, te detengan. Sigue
creyendo y confiando en Dios,
él manifestará su poder a tu favor.
La palabra de Dios nos dice que en aquella casa todos lloraban, se lamentaban y hablan de la muerte de la niña, mientras el Señor Jesús hablaba de vida. Con frecuencia, y por mucho, nuestras palabras son diferentes y lejanas de las palabras de nuestro Señor Jesucristo.
A pesar de todas las burlas y palabras negativas, el Señor
Jesús siguió adelante, y extendió su mano tomando la
mano de la niña, y expresó con poder diciendo: “Muchacha, levántate”. La palabra de nuestro Cristo tiene poder para transformar
las peores crisis en victorias.
Seguramente para todos, o para la mayoría, la muchacha no
volvería a levantarse, ella no continuaría con su vida, ella no alcanzaría sus
sueños y anhelos; pero el Señor Jesucristo tenía otros planes, porque siempre la última palabra la tiene el Señor Jesucristo, y
no los hombres ni el diablo.
En esta oportunidad, el Señor nos muestra cuan poderosa es
su palabra. En este caso, nos dice la Biblia, que
cuando el Señor declaró la palabra de vida sobre ella, el espíritu volvió, y ella se levantó para la gloria de Dios.
Quizá tu vida haya tropezado, o tal vez estés
enfrentando batallas o circunstancias difíciles, siempre debe tener presente: Jesucristo
es Dios Todopoderoso, él sigue haciendo milagros, él tiene el poder para sanar
y restaurar lo que ha sido
dañado, y por encima de todos los obstáculos él cumplirá sus planes.
Como nos lo enseña la Biblia, no hay
nada difícil para nuestro Dios, él Señor es el mismo ayer, hoy y por los
siglos, él sigue haciendo milagros. Acerquemos confiados ante la presencia de
Dios, confiemos en sus buenas
promesas y en su poder, con su ayuda podemos superar todo obstáculo y derribar
todo gigante.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
Te invito a leer: El poder de la fe en Dios
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