Dios puede cambiar a una persona
Sermón: Dios puede cambiar a una persona.
La palabra de Dios contiene muchos y poderosos ejemplos de transformación. Dios puede cambiar a una persona en un poderoso instrumento de bendición para muchos.
Por ejemplo, en los evangelios se nos enseña que Juan el discípulo de Jesús, se caracterizó por su carácter irascible, y en muchas ocasiones duro y egoísta. Sus maneras de trato eran un poco bruscas y fuertes.
De hecho, debemos destacar que el mismo Señor Jesús en cierta ocasión, a Juan y a Jacobo (quienes eran hermanos), los llamó: “hijos del trueno”; dejando ver su carácter impetuoso y fuerte. Sin embargo, por su temperamento, el Señor no los desechó, más bien los transformó con su amor y poder; pues Dios puede cambiar a una persona completamente.
También la palabra de Dios, nos enseña que en diversos momentos el Señor Jesús les llamó la atención, esto debido a la rudeza en su trato con los demás.
Pero, la mirada de Jesús iba más allá de esto, pues él veía el propósito de Dios con ellos. Por eso, el Maestro no los rechazó, ni los descalificó, más bien con misericordia, paciencia y amor trabajó en sus corazones.
Esto nos recuerda, que en la Biblia Dios también se presenta como el Alfarero, quien da la forma al barro con sus manos. Somos barro en las manos del Señor, y cuando nos cedemos a él, hará grandes cosas. Recuerda: Todo lo que Dios hace, lo hace con amor, siempre de acuerdo a sus planes, y para bendición nuestra y de muchos.
Juan empezó a seguir a Jesús, y de manera simultánea, el Señor fue transformando su carácter; y así fue transformado en un siervo de Dios, lleno del amor de Cristo; esto podemos verlo cuando Juan, ahora el apóstol escribe a la iglesia:
“Amados,
amémonos unos a otros; ya que el amor es de Dios. Toda persona que ama, es
nacida de Dios, y conoce a Dios. Aquel que no ama, no ha conocido de Dios; pues
Dios es amor. Amados, si Dios nos ha amado de esa manera, debemos también
amarnos unos a otros”, según 1ª Juan 4:7-8, 11.
Este pasaje nos permite ver, que el Juan recio, dominante, y tal vez agresivo en los evangelios, no es el mismo Juan de las cartas del Nuevo Testamento y del Apocalipsis, podemos ver a un siervo de Dios comprensivo y bondadoso.
Podemos entonces concluir, que después de experimentar el proceso de transformación divino, el “hijo del trueno” es ahora el apóstol del amor. La historia registra que el apóstol Juan terminó su vida sirviendo a Dios en la ciudad de Éfeso, y que lo más probable, estuvo al cuidado de las iglesias en Asia.
Vemos
pues, cómo el Señor transformó a Juan, haciendo de él un instrumento de
bendición para muchas personas. Dios es poderoso para cambiar nuestro corazón,
nuestro carácter, y transformar nuestra vida para edificación y bendición de
muchos.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
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