Dios rompe tus cadenas y te da libertad
Sermón: Dios rompe tus cadenas y te da libertad.
Nos dice la palabra de Dios en el Libro de Éxodo 5:1 “Después Moisés y Aarón entraron a la presencia de Faraón y le dijeron: Jehová, Dios de Israel dice así: Deja ir a mi pueblo para que me celebre fiesta en el desierto”.
Como nos enseña el contexto, Moisés ha iniciado la labor que Dios le ha encomendado, en compañía de su hermano Aarón. Debemos destacar algo muy interesante, y es que Moisés deba enfrentar un antiguo temor, pues cuarenta años atrás, él había salido huyendo del imperio egipcio y de su Faraón; pero ahora el Señor lo envía respaldado por su poder.
Esto nos recuerda y enseña que para servir a Dios debemos enfrentar nuestros temores, y por supuesto, con el poder del Señor. No es suficiente con nuestros buenos deseos e intenciones, es necesario contar con el respaldo de Dios.
El pueblo de Israel ha estado sometido a la esclavitud de los egipcios por cuatrocientos años, y Dios da inicio a su plan de liberación. Comienza demandándole al Faraón la liberación de su pueblo para que le rinda culto, por eso el Señor le dice a Moisés en Éxodo 4:22-23
“Entonces, ve y dile al faraón de parte mía: Israel es mi primogénito. Ya te he dicho que dejes ir a mi hijo para que me rinda culto”.
Estas palabras nos enseñan que para rendir culto a Dios necesitamos nuestra libertad, pues con dificultad se puede rendir culto y servicio al Señor desde una condición de cautiverio.
La adoración a Dios es un honor y privilegio, y sólo cuando nuestro corazón es liberado del dominio de las tinieblas y vivificado por el Señor Jesucristo, puede levantarse en adoración verdadera y genuina a Dios.
Debemos tener en cuenta que con frecuencia nuestra adoración, servicio o culto al Señor enfrenta diferentes obstáculos, como por ejemplo:
a) Miedos
(cómo los que enfrentó Moisés).
b) Una
mente escaza y conformista (como la que tenía Israel en aquel cautiverio).
c) Complejos
y resentimientos profundos (cosas como: amargura, envidias, deseos de venganza,
etc).
d) Multitud
de ocupaciones y negocios.
e) Una vida que anhela con nostalgia su pasado (el pueblo de Israel en varias ocasiones quiso volver atrás).
Es
muy importante en el cautivo el deseo de ser libre, y la decisión de acercarse
al libertador, a Jesucristo el Señor, quien con su poder puede romper las
cadenas del cautiverio, restaurar la vida y los sueños frustrados.
Como podemos ver en este pasaje bíblico, el anhelo de Dios expresado aquí es que Su pueblo le “celebre fiesta en el desierto”. Aquí la palabra “fiesta” quiere decir también: celebración cultica o solemne; entonces, el Señor anhela una celebración en honor a él, desea que su pueblo se goce en su presencia.
Es muy interesante un detalle, y es que el escenario que Dios ha escogido es el desierto; sinónimo de soledad, dificultad, dureza, escasez y ausencia. Sin embargo, debemos recordar las manifestaciones sobrenaturales de Dios en éste desierto; en realidad fue espacio seleccionado por el Señor para revelar la grandeza de su nombre, su poder y amor hacia su pueblo.
Conclusión:
Ante la gloria y poder de nuestro Dios, todo cautiverio y cadena se rompe, él
es nuestro libertador, con su poder superamos los obstáculos que estorban e
impiden nuestra comunión y adoración. Así que, por encima de tu condición,
levántate y adora Dios, él quiere revelar Su gloria y poder en medio de tu
desierto. Confía en él, milagros Dios hará.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
Excelente reflexiones. Bendiciones.
ResponderBorrarDios te bendiga. Muchas gracias por tus palabras y por el apoyo a este ministerio.
BorrarDios te bendiga. Muchas gracias por tus palabras y por el apoyo a este ministerio. El Señor Jesús guarde tu vida y la de toda tu familia.
ResponderBorrarAmen,tremenda reflexion.
ResponderBorrarEl Señor Jesús bendiga tu vida y tu familia. Muchas gracias por dejarnos tu valioso comentario.
BorrarDIOS LE BENDIGA PASTOR ME GUSTAN MUCHO YO APRENDO MAS
ResponderBorrarDios bendiga tu vida y toda tu familia. Muchas gracias por dejarnos tu valioso comentario.
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