Levántate, el Señor está contigo

Sermón: Levántate, el Señor está contigo.

 

 

 

La palabra de Dios nos narra entre otras cosas, grandes hazañas, victorias y conquistas, siempre por supuesto, estuvo la mano de Dios. Dios mismo nos ve como soldados.  

También en la historia de la humanidad se pueden ver poderosos conquistadores, estos alcanzaron grandes victorias mediante batallas significativas, por ejemplo Cesar, el emperador de Roma; Alejandro Magno, el rey de Grecia; Napoleón Bonaparte, el emperador de Francia; entre otros. Estas naciones se hicieron grandes y poderosas en sus respectivos tiempos.    

Por aquellas grandes victorias y hazañas, ocupan un lugar importante en la historia del ser humano; pero hay un gran conquistador, él logró una victoria y conquista como ningún otro puede alcanzar, él es el más poderoso y eterno Rey, él es Jesucristo nuestro Señor. No hay otro en poder y gloria como él. 

La palabra de Dios nos dice en la Primera Carta a los Corintios: “Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras”, según expresa 1 Corintios 15:3-4.   

De esta manera entonces, nuestro Señor Jesucristo derrotó el Hades, éste no lo pudo retener. El Señor Jesús venció la muerte, y por eso es dador de vida, él tiene el poder de levantar al caído.   

Todos los poderes del Hades, de la muerte, de los principados, de las potestades, del diablo, etc, no pudieron retener al Salvador, el poder del Padre celestial fue desplegado y levantó en gloria y poder a su Hijo, para luz y salvación de la humanidad.   

La palabra “resurrección” se traduce del término griego “anastasis”, que además quiere decir: pararse de nuevo, recobrar, recuperar, levantarse, ponerse en pie. Si has nacido de nuevo en Cristo, él ahora vive en ti, el que resucitó vive en ti, por tanto, puedes por su poder levantarte de nuevo y perseverar, avanza el poder de Dios está contigo.   

 

 

 

Debemos considerar aquí, que en el mundo hay muchas religiones y diferentes líderes con multitudes de seguidores, como Confucio, Buda (Sidharta Gautama) y otros más, pero debemos tener en cuenta que ninguno de ellos resucitó; por el contrario, en sus sepulcros y varios lugares se pueden hallar algunos restos de ellos, y por eso son lugares de peregrinación y altar a su líder.   

Por el contrario, en el sepulcro del Señor Jesucristo no hay restos, está vacío, pues al tercer día resucitó, y ahora está sentado a la diestra del Padre celestial rodeado de poder, gloria y majestad. Coronado con poder y victoria. 

La palabra de Dios nos enseña que así cómo Cristo resucitó nosotros también. El Señor Jesús resucitó, venció la muerte y volverá por su iglesia, la levantará y llevará consigo; esto es columna de la fe del pueblo cristiano.   

Ten en cuenta, que así como se ha cumplido toda la Escritura respecto a la primera venida del Señor Jesús; de la misma manera, toda la palabra se cumplirá respecto a su segunda venida, gracias a Dios porque nuestro Señor Jesucristo vuelve por nosotros. Gloria a Dios por eso.

 

 

 

Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria. 

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