Deseo por la presencia de Dios
Sermón: Deseo por la presencia de Dios.
Uno de los secretos de aquellos poderosos hombres de Dios en la Biblia, fue su íntima comunión con él, y el deseo por su presencia de Dios continuo y perseverante. La palabra de Dios nos dice ejemplo en el Libro de los Salmos 42:1 “Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía” (Salmo 42:1).
Estas expresiones nos permiten imaginar aquella escena en la que, al parecer, el ciervo enfrenta una gran sequía en tierras áridas, o cuando huye al ser perseguido por los cazadores en tierras orientales. La palabra “brama” también indica “anhela o suspira”, la Nueva Versión Internacional traduce: “jadea”.
Es una escena que nos permite reflexionar en aquella gran necesidad y deseo por la presencia de Dios en nuestra vida, y por supuesto en toda la provisión que sólo en él podemos hallar y tener.
Jesucristo es nuestro Salvador, protector, es Aquel que renueva nuestra fuerzas, nos da sabiduría y nos conduce al destino que ha preparado. Sin él, el corazón humano experimenta grandes vacíos y caos, situación que sólo en Cristo halla respuesta y solución.
La palabra
del Señor nos dice en el versículo siguiente de Salmo 42: “Mi alma tiene sed de
Dios, del Dios vivo”, lo que nos recuerda la importancia de mantener una anhelo
ferviente y constante por la presencia divina.
Sí el cuerpo necesita agua para vivir, y esa necesidad se hace manifiesta a través de la sed; mucho más nuestra vida espiritual depende de Dios. Permitamos que aquella sed por la presencia divina, siempre esté presente en nuestra vida.
Debemos también ser conscientes de que buscar la presencia del Señor es una decisión personal que nace en nuestro corazón, y cuando no respondemos a ese llamado divino, los resultados no son buenos, pues al seguir nuestro propio camino hallaremos por lo general angustias, dolores y fracasos. El camino sin Cristo, siempre será más difícil.
Es de
admirar la paciencia de Dios y su perseverancia constante llamándonos, bendita
insistencia que nos anima a buscar al Señor. Dios continua esperando a sus
hijos, por eso entremos en Su presencia, reconociendo nuestra condición y necesidad,
sólo en Cristo hallaremos descanso para nuestras almas. Sea para siempre en
nuestro corazón el deseo por la presencia de Dios.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
Te
invito a leer:
Dios lo bendiga hermano Gonzalo y le siga rebelando los misterios de su palabra a través de la unción del espíritu Santo para compartirlo día a día.
ResponderBorrarBendiciones
Amen, Bendito sea nuestro Dios
ResponderBorrarAmén sin su presencia no hay vida
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