El hombre de la mano seca sanado por Jesús | Estudios y Sermones El hombre de la mano seca sanado por Jesús - Estudios y Sermones

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El hombre de la mano seca sanado por Jesús

Título: El hombre de la mano seca sanado por Jesús.

 

 

 

Introducción: Gracias a Dios hoy día podemos seguir siendo testigos de los milagros y sanidades que hace el Señor Jesucristo en nuestra vida, como lo hacía en su ministerio terrenal por las calles de Galilea y Capernaum (Así como Jesús sanó al hombre de la mano seca, hoy sigue sanando y restaurando vidas). Nuestro Dios es real y todopoderoso, él está en medio de nosotros, y su poder es el mismo ayer, hoy y por todos los siglos.      

El hombre de la mano seca sanado por Jesús.

Nos dice la Escritura en el evangelio de Lucas 6:6 “Aconteció también en otro día de reposo, que él entró en la sinagoga y enseñaba; y estaba allí un hombre que tenía seca la mano derecha”.  

1) Este hombre necesitaba un milagro.    

La Biblia nos dice textualmente que este hombre “tenía seca la mano derecha”, otras versiones bíblicas traducen: atrofiada, tullida, paralizada, encogida. No podemos saber el motivo preciso de esa situación, podemos ver que se trataba de una parálisis local, pues el resto de su cuerpo estaba bien.   

De igual modo, tampoco sabemos cuánto tiempo llevaba en esa situación. Lo que sí es cierto, es que para la mente judía, esto debía corresponderse con algún juicio por su pecado o maldad.    

Sin lugar a dudas, su vida emocional había sido afectada en gran manera. Quizá se sentía apocado, impotente, en otras ocasiones tal vez se sentía inferior, y su mano seca era una parte de su cuerpo que ocultaba.    

Al tener seca su mano derecha, él vivía una condición le restaba capacidad y fuerza. Un libro apócrifo judío dice que este hombre era un albañil, de manera que con dificultad ganaría apenas el sustento para su familia.  

 

   

 

2) Los obstáculos son parte del camino.      

El versículo seis de Lucas seis, nos dice algo que debemos destacar aquí: “Jesús entró en la sinagoga y enseñaba, y estaba allí un hombre que tenía seca la mano derecha”, entonces, a pesar de su dificultad este hombre buscaba la presencia de Dios. 

Aunque él estaba viviendo un tiempo de crisis en su vida, fue a la sinagoga a adorar al Señor, y a escuchar y aprender su Palabra. Pero en aquella ocasión él tendría un encuentro con Dios. 

Un encuentro que transformaría su vida, pues nadie que está en la presencia de Dios sigue siendo el mismo. En el tiempo de Dios, él tiene un encuentro con Jesús y esto lo cambió todo. A veces enfrentamos crisis, situaciones que nos recuerdan que debemos buscar al Señor. 

El hombre de la mano seca tuvo que enfrentar el señalamiento y la oposición, nos dice el evangelio de Lucas 6: 7, 9 “Y le acechaban los escribas y fariseos, para ver si en el día de reposo lo sanaría, a fin de hallar de qué acusarle… Entonces Jesús les dijo: Os preguntaré una cosa: ¿Es lícito en día de reposo hacer bien, o hacer mal? ¿Salvar la vida, o quitarla?”.    

En aquella sinagoga habían escribas y fariseos, personas que no solo atacarían al Señor Jesús, sino también a éste hombre sí recibía sanidad en el día de reposo, la Biblia usa la expresión: “y le acechaban”, como si fueran animales a la caza de su víctima. Son corazones impulsados por las tinieblas que se oponen a la obra de Dios.

 

  

 

3) El poder de Jesús resplandece en medio de la oposición.      

Nos dice la Escritura en el evangelio de Lucas 6:8 “Más él conocía los pensamientos de ellos; y dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate, y ponte en medio. Y él, levantándose, se puso en pie”. 

La expresión “Jesús conocía los pensamientos de ellos”, nos recuerda que el Señor conoce todas las cosas, él lo sabe todo, por eso es omnisciente; también él sabe todo antes de que suceda. Esto es su presciencia. Por todo esto, debemos acudir a él antes de tomar decisiones, y seguir su consejo es la mejor opción, pues de este modo contaremos con su bendición y respaldo.   

Debemos destacar en el hombre de la mano seca varias cosas muy importantes, él estaba en la sinagoga que tenía un corazón piadoso; él obedeció la palabra de Jesús al levantarse y ponerse en medio como el Señor le dijo; y él venció sus temores al exponerse delante de todos.   

Dios bendice nuestros pasos de fe ante su palabra, el Señor le dijo: “levántate”, y tal vez esto generó murmuraciones y comentario, pero él lo hizo. Él fue desafiado a creer y a vencer el miedo (a los escribas y fariseos) y fue bendecido por hacerlo. 

Nuestro Señor Jesucristo tiene el poder para sanar y restaurar, el Maestro mostró una vez más su poder y amor al sanar a este hombre de la mano seca, nos dice Lucas 6:10 “Y mirándolos a todos alrededor, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él lo hizo así, y su mano fue restaurada”.   

Procuremos imaginarnos aquel momento… Jesús le dijo: “extiende tu mano”, y aquello que él escondía ahora queda expuesto en la presencia del Señor. No importa que áreas de nuestras vidas nos causen vergüenza, debemos llevar esto a la presencia de Dios pues sólo allí serán sanadas y restauradas. 

Por lo general, nosotros los seres humanos nos gusta sólo mostrar nuestras virtudes y buenos resultados; pero la mano seca de éste hombre no era bonita, ni siquiera normal. Él seguramente la guardaba junto a su cuerpo, pero el Señor Jesús pidió ver aquella mano seca. 

Esto nos recuerda la importancia de mostrarle a Dios nuestras debilidades y pecados, aquellas cosas que queremos ocultar, cosas que generan vergüenza (cosas como los miedos, un temperamento sin control, la ligereza en la boca que nos mete en problemas, la inmoralidad sexual, el doble ánimo, entre otras cosas), pero cuando presentaos estas cosas a Dios, y reconocemos la condición, el Señor Jesús trae restauración, sanidad y liberación.     

 

   

       

Reflexión final: Nuestro Señor Jesucristo no cambia, él sigue haciendo milagros, él tiene compasión de nuestras necesidades, y nos ayuda. Con su fuerza podemos superar los obstáculos que aparecen cuando procuramos su presencia, acerquémonos a él con corazón sincero y humilde, y él hará más allá de lo que podemos imaginar, él es bueno y misericordioso. 

Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria. 

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 Por el poder de Dios puedes vencer 

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3 Comments:

  1. Q tranquilidad poder mostrarle todo lo q no tenemos bueno y que Él lo restaure. Grande es su misericordia !

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    1. Muchas gracias por dejarnos tu valioso comentario. Dios te bendiga Sara.

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  2. muy hermoso estudio acerca de la palabra de Dios. El hombre de la mano seca que también me ha representado a mí cuando me negaba a dejar las cosas malas
    De este mundo. Hoy le pido perdón al Señor Jesús por haberle fallado tanto.

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