Si caminas con Jesús tus resultados serán los mejores
Sermón: Sí caminas con Jesús tus resultados serán los mejores.
Nos dice la palabra de
Dios en el Evangelio de Juan 21:1-3 “Después de esto, Jesús se manifestó otra
vez a sus discípulos junto al mar de Tiberías; y se manifestó de esta manera: Estaban
juntos Simón Pedro, Tomás… Natanael, los hijos de Zebedeo, y otros dos de sus
discípulos. Simón Pedro les dijo: Voy a pescar. Ellos dijeron: Vamos nosotros
también contigo. Fueron, y entraron en una barca; y aquella noche no pescaron
nada”.
En la Escritura es
evidente que Dios siempre procura enseñar y guiar a sus hijos. Él siempre nos
está enseñando y utiliza diferentes circunstancias, situaciones y elementos
para forjar en nosotros su carácter, la fe y ayudarnos a madurar en nuestro ser
integral, su objetivo es que seamos más como Jesús cada día.
Podemos comparar (guardando
las proporciones, por supuesto) la labor del Padre celestial con aquella que
hace el padre terrenal quien lleva de la mano a su hijo y le instruye acerca
del camino que debe seguir. Con cierta frecuencia nos decidimos por el mal camino
y nos damos cuenta al final que nuestro padre tenía la razón.
Es muy importante entonces
tener en cuenta que no tenemos que esperar los dolorosos resultados, sino con
mansedumbre aceptar su consejo y seguir su camino, pues ejemplo nos dio el Señor
Jesús para que sigamos sus pisadas. Es fundamental caminar con el Señor para
vivir su bendición.
Vemos un ejemplo a
través de los discípulos del Señor Jesús al estar sin Cristo, según Juan
21:1-3. En primer lugar ellos experimentan confusión y ausencia de dirección. Ellos
nos saben exactamente qué hacer y no tienen a quien seguir. Cuando no
procuramos la dirección de Dios fácilmente nos equivocamos.
En segundo lugar vemos a
los discípulos invertir fuerzas y tiempo sin resultados. La Biblia nos dice que
aquel mar donde ellos estaban tenía varios nombres: mar de Galilea, lago de
Genesaret y mar de Tiberias, se le llamaba mar por su gran tamaño en
comparación con el país, pero en realidad este era un gran lago de agua dulce.
Es interesante
considerar aquí que el mar de Galilea se ha distinguido por su gran cantidad de
peces, y aunque el agua era dulce y los peces abundaban, los discípulos del
Señor estaban pasando por un tiempo de desaliento y tristeza pues “aquella
noche no pescaron nada”.
Poco tiempo después de
llegar el Señor y de seguir su dirección lograron sacar muchos peces, y es que definitivamente
separados del Señor nada podemos hacer. Cuando caminamos con Jesús todas las
cosas son diferentes, y los resultados son excelentes para la gloria de Dios.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
Te invito a leer: No podemos huir del amor de Dios
.
Gracias Pastor por esta palabra y la sabiduría de su devocional tan atingente para los duros tiempos que vivimos
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