Dios es todopoderoso
(Dios es todopoderoso).
Nuestro buen Dios desea manifestar su grandeza en medio de su pueblo. Cada crisis
u obstáculo es una gran oportunidad para ver la manifestación del poder de Dios
a tu favor…
Jueces 7:3, 7, 12 “Quien
tema y se estremezca, madrugue y devuélvase desde el monte de Galaad… y se devolvieron
veintidós mil, y quedaron diez mil… Entonces Jehová dijo a Gedeón: Con estos
trescientos hombres que lamieron el agua os salvaré… y los madianitas, amalecitas
y los hijos del oriente estaba tendidos en el valle como langostas en multitud,
y sus camellos eran innumerables como la arena que está a la orilla del mar”.
1) En primer lugar al inicio del capítulo
de Jueces siete vemos que Dios ha llamado a Gedeón para que se enfrente a los
amalecitas, y el Señor le ha prometido su respaldo. Dios le habla a Gedeón
diciéndole que el pueblo que va a la batalla es mucho y es necesario
disminuirlo. Según el versículo tres el ejército hebreo estaba conformado por
treinta y dos mil soldados. Un ejército numeroso.
La Biblia nos enseña que de aquellos
quedaron diez mil, y Dios volvió a decirle a Gedeón que aún eran muchos. Por
eso el Señor le dice que los lleve a las aguas y allí le daría instrucciones
para escoger los que finalmente habrían de ir a la batalla.
Allí fueron
escogidos trescientos hombres, es decir ni siquiera el uno por ciento de los
32.000 soldados que inicialmente salieron a la batalla.
2) En segundo lugar debemos observar con
detalle la grandeza del ejército enemigo, según el versículo doce el ejército
amalecita era tan grande y extenso como langostas en multitud, tendidos sobre
todo el valle y sus camellos eran innumerables como la arena que está a la
orilla del mar, y ante esta multitud Dios le dice a Gedeón: “serán sólo
trescientos los soldados hebreos que irán a la batalla”. Sin duda, una muy
pequeña porción del ejército inicial.
Aquí debemos entonces hacernos la
pregunta ¿Por qué Dios lo hizo así? Según Jueces 7:2 “Jehová dijo a Gedeón: El
pueblo que está contigo es mucho… no sea que se alabe Israel contra mí,
diciendo: Mi mano me ha salvado”, así lo hizo el Señor para guardar a su pueblo
del orgullo, de la autosuficiencia y de la soberbia contra el Señor.
Nuestro buen Dios sabía que su pueblo
iba a alabarse a sí mismo y diría: “Mi mano me ha salvado”. Él hace cosas
magnificas y poderosas para que nadie le quite su gloria; es de sabios reconocer
y siempre dar la gloria debida a su Nombre.
3) En tercer lugar debemos cuidar de no hacer lo mismo, pues muchas veces podemos hallarnos
cometiendo el error de no glorificar al Señor.
Nos sucede a veces a nosotros, cuando habiendo de dar el honor y la gloria a Dios, nos alabamos a nosotros mismos, destacando nuestra “virtudes”, ignorando o pasando por alto que lo que somos y podemos hacer es por la gracia de Dios en Cristo Jesús, más bien debemos tener presente la palabra de Dios:
Nos sucede a veces a nosotros, cuando habiendo de dar el honor y la gloria a Dios, nos alabamos a nosotros mismos, destacando nuestra “virtudes”, ignorando o pasando por alto que lo que somos y podemos hacer es por la gracia de Dios en Cristo Jesús, más bien debemos tener presente la palabra de Dios:
“No se alabe el sabio en su sabiduría…
ni el rico en sus riquezas; más alábese en esto el que se hubiere de alabar: en
entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y
justicia en la tierra; porque estas cosas quiero dice Jehová” Jeremías 9:23-24.
Toda la gloria es del Señor, él es Dios Todopoderoso.
Te invito a leer:
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
Si no tuviésemos al Señor no seríamos nada. Nuestros talentos son dados por Él. No quiero imaginarme mi día a día sin su presencia.
ResponderBorrarAsí es Sara, gracias por tus comentarios. Bendiciones.
BorrarGracias por la enseñanza que nos brinda pastores , mi familia ora por su ministerio para que el Todopoderoso le sigue bendiciendo grandemente.
ResponderBorrarMuchas gracias por sus oraciones tan importantes y valiosas, Dios los bendiga y gracias por su apoyo. Saludos.
BorrarSiempre he pensado esto,que mi fuerza y sabiduria proviene del Señor
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