Dios te hace libre del triste pasado
Introducción: A veces
parece que cometemos los mismos errores del pasado, o como algunos dicen
“tropezamos con la misma piedra”. A veces es difícil cambiar esas
circunstancias y eso se debe a que necesitamos la ayuda sobrenatural de Dios...
En otras circunstancias nos
damos cuenta que son ataduras espirituales del pasado que afligen nuestro
presente y estancan las bendiciones de Dios. Tengamos presente que Jesucristo
apareció para deshacer las obras del diablo.
Dios te hace libre del triste pasado.
Texto bíblico: Génesis 42:6-10.
1) Las experiencias dolorosas del pasado pueden afectar nuestro
comportamiento presente y futuro. Génesis 42:7a.
“Y José, cuando vio
a sus hermanos, los conoció; mas hizo como que no los conocía”.
José trató inicialmente a
sus hermanos con indiferencia. Vemos además, por ejemplo, que el profeta Jonás
no fue a predicar a los ninivitas por su resentimiento hacia ellos… En el caso
de Moisés vemos que él se escondió en el desierto por haber matado al egipcio,
allí estuvo durante cuarenta años, hasta que Dios lo llamó.
Entonces hay situaciones dolorosas
o frustrantes que marcan el corazón humano y afectan su comportamiento y visión
de vida. La persona pude volverse agresiva depresiva, rencorosa, temerosa,
entre otros. Por eso es muy importante la sanidad del corazón.
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2) Nuestras palabras pueden ser endurecidas por el dolor causado tiempo
atrás. Génesis 42:7b.
“y les habló ásperamente, y les dijo: ¿De dónde
habéis venido? Ellos respondieron: De la tierra de Canaán, para comprar
alimentos”.
El texto bíblico nos dice que José
“les habló ásperamente”. Recordemos que “de la abundancia del corazón habla la
boca” entonces por las palabras de una persona podemos ver lo que abunda en su
corazón.
Otras versiones dicen que José les
habló “con dureza” - “con rudeza” - “bruscamente” – “les hablo de manera muy
dura”. Esto nos enseña que con cara seria, con un tono de voz fuerte y con
rudeza les preguntó de dónde venían.
El enojo de corazón, los
resentimientos y la amargura llevan a la persona a hablar con rabia, con
sarcasmo, con sátiras y palabras burlescas, lastimando, ofendiendo y humillando
a las otras personas.
Las palabras duras y un
comportamiento recio pueden ser el reflejo de un escudo de protección de un
corazón que ha sido lastimado y procura reaccionar para no ser herido más
veces. Sin darse cuenta, que todo esto produce más bien un mayor rechazo en los
demás.
3) Los deseos de venganza pueden guardarse en el corazón por muchos años.
Génesis 42:17.
“Entonces los puso juntos en la cárcel por tres
días”.
José fue vendido por sus hermanos
cuando él tenía diecisiete años, luego fue sacado de la cárcel por faraón para
que interpretará su sueño cuando tenía treinta años, ahora han pasado los siete
años de abundancia y van dos años de sequía y hambre, en total a esta altura
José tiene treinta y nueve años.
De manera que ha guardado en su
corazón un resentimiento, o un enojo o una decepción hacia sus hermanos por veintidós
años. Cuando los tiene nuevamente delante de él los manda a la cárcel por tres
días. De alguna manera ellos sentirían lo que él había sentido cuando lo
metieron en aquella cisterna.
El ser humano ante el dolor causado
en el pasado o ante la traición, puede consolarse albergando en su corazón el
deseo de tomar venganza el día de mañana. De hecho, puede eso llegar a
convertirse en un objetivo de vida.
Pero estas cosas, los deseos de
venganza, el resentimiento, el rencor o la amargura, afectan la vida, la salud
y la persona aunque tenga muchas bendiciones no puede disfrutarlas plenamente,
porque hay heridas en su corazón.
4) Dios sana las heridas profundas del corazón. Salmo 147:3.
“El sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas”.
Una persona herida,
lastimada o quebrantada en su corazón no puede disfrutar de la plenitud de la
bendición de Dios. Su dolor viene a su mente con frecuencia, diversas escenas
que el enemigo fabrica y le pone en su mente le provocan más dolor.
Las heridas del corazón
afectan la salud espiritual, emocional y física. Por eso con razón dice la
escritura: “Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios
por alguna raíz de amargura y ella os estorbe”.
El Salmo 147:3 nos enseña
que Dios es quien sana el corazón lastimado (fueron los hermanos de José
quienes lo lastimaron, las heridas más fuertes son las recibidas de los seres
que amamos).
Dios no sólo es sanador, él
desea tu sanidad y tu bienestar, él desea que tú disfrutes sus bendiciones, no
quiere que las heridas del corazón se roben tu paz y tu gozo, y que sean
estrobo o impedimento para tu bendición, por eso dice Jeremías 33:6 “He aquí yo les traeré sanidad y medicina; y los
curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad”.
José perdonó a sus
hermanos, él ahora podía disfrutar de la bendición plena de la abundancia que
Dios le había dado, y sus hermanos con toda su familia se fueron a vivir a la
tierra de Gosén en Egipto. Génesis 45:4-5,
9-11
“Entonces dijo José
a sus hermanos: Acercaos ahora a mí. Y ellos se acercaron. Y él dijo: Yo soy
José vuestro hermano, el que vendisteis para Egipto. Ahora, pues, no os
entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de
vida me envió Dios delante de vosotros…
Daos prisa, id a mi
padre y decidle: Así dice tu hijo José: Dios me ha puesto por señor de todo
Egipto; ven a mí, no te detengas. Habitarás en la tierra de Gosén, y estarás
cerca de mí, tú y tus hijos, y los hijos de tus hijos, tus ganados y tus vacas,
y todo lo que tienes. Y allí te alimentaré, pues aún quedan cinco años de
hambre, para que no perezcas de pobreza tú y tu casa, y todo lo que tienes”.
Es muy interesante tener en
cuenta aquí que la palabra “Gosén” es sinónimo de: tierras fértiles, tierras de
pastos, tierras de lluvia, tierra de provisión, entre otros.
Cuando arreglamos nuestras
cuentas con Dios, cuando permitimos al Señor sanar nuestro corazón y nos despojamos
de las heridas del alma, entonces somos introducidos en tierra de bendición,
provisión y abundancia, somos introducidos en tierra fértil. Aunque haya sequía
en el mundo, los cielos estarán abiertos para ti.
Conclusión: No permitas que los resentimientos o la amargura
detengan tu vida, ni estorben tus bendiciones, acércate al señor, al sanador
por excelencia y bendice a tus enemigos, él Señor se encargará del resto y la
bendición en tu vida y en tu casa fluirá.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
Amen gracias señor por tu palabra , gracias amados por lanpalabrabde Dios , el señor me los bendiga ricamemte
ResponderBorrarDios hablando nuevamente ami vida, ase un momento decia:no traigas ala memoria las cosas antiguas,y ahora esta palabra,gracias Señor nesecitamos soltar,el perdon la amargura,el resentimento,bendiciones Pastor Gonzalo
ResponderBorrarAmén! Gracias pastor por el estudio.
ResponderBorrarMe gusta compartir canciones q me vienen a la cabeza al leer los sermones y hoy os comparto Gracia sublime es
https://youtu.be/98rhF68EdKY
Estoy segura q a alguien le será de gran bendición
Es un mensaje de esperanza sanador de todas las heridas, solo Dios puede hacer eso. Dios los bendiga Pastor,
ResponderBorrarsolo Dios nos sana esa herida,Bendiciones pastor
ResponderBorrarPude entender,que aunque hubo heridas fuertes en Jose las pudo superar,porque debemos entender que Dios no nos dará carga que no podamos soportar y que cada situación que enfrentemos debemos verlo como un propósito de Dios para nuestras vidas
ResponderBorrarGloria a Dios por esta hermosa palabra, Dios nunca llega tarde llega cuando uno más lo necesita...bendiciones amado siervo del Dios Altisimo
ResponderBorrarMuchas gracias Isis por tus palabras, Dios te bendiga.
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