Busca a Dios y él actuará a tu favor
Introducción: Quizá
escuchamos historias como: “Mi hijo(a) es visitado por un amigo imaginario por
las noches en su cuarto”, “mi hija(o) sufre pesadillas”, “con frecuencia en mi
casa se sueñan con la muerte” o tal vez “en mi casa cuando alguien no está enfermo,
llega una fracaso económico y no podemos prosperar… ¿no sé qué sucede en mi
familia?”
Y otras cosas por el
estilo, estas actividades son dinámicas del reino de las tinieblas, pero la
Biblia nos enseña que con Cristo podemos vencer. Leamos Marcos 7:24-30…
Busca a Dios y él actuará a tu favor.
1) Busca con diligencia la presencia de Dios. Marcos 7:24-25.
“Levantándose de
allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón; y entrando en una casa, no quiso que nadie lo supiese; pero no pudo esconderse. Porque una mujer, cuya
hija tenía un espíritu inmundo, luego que oyó de él, vino y se postró a sus
pies”.
Quizá en su humanidad el
Señor Jesús quería descansar, o tener un tiempo a solas para orar o para
meditar en las Sagradas Escrituras, de hecho quería estar en aquella casa sin
que nadie lo supiera.
Aparece en escena una mujer
que busca a Jesús, y lo hace intensamente, pues lo encontró en el lugar donde
el Maestro se estaba escondiendo de la gente. Debemos destacar aquella
diligencia en esta mujer que la llevó a la presencia de Jesús.
Su situación era difícil,
tenía angustia y dolor en su corazón, pues tenía una hija que estaba siendo
afligida por un espíritu inmundo, y esa crisis familiar hizo que ella corriera
a Jesús, de quien había oído hablar anteriormente y creyó que en él encontraría
su respuesta y solución.
Tuvo que superar diversos
obstáculos para llegar a la presencia de Dios, por ejemplo, era sirofenicia, no
era hebrea y por tanto no sería bien recibida por los discípulos ni por
aquellos que estaban alrededor del Maestro.
Tuvo que buscar con
diligencia y esfuerzo el lugar donde estaba Jesús hasta hallarlo. Buscó al
Señor en medio de su angustia y dolor, seguramente estaba cansada de buscar
solución para el sufrimiento de su hija.
Ella perseveró hasta estar
delante de Jesús y al llegar ante él se postró a sus pies. Esto indica
reconocimiento de su poder, adoración a Dios y humillación reconociendo su
necesidad de ayuda y auxilio, ayuda que sólo en Dios podemos encontrar.
2) Observa con discernimiento espiritual. Marcos 7:26 y Mateo 15:22.
“La mujer era
griega, y sirofenicia de nación; y le rogaba que echase fuera de su hija al
demonio”.
La Biblia enseña claramente
que los demonios afligen a las personas. En esta
mujer hay un discernimiento del mundo espiritual, pues aunque no era hebrea
tenía conocimiento de los espíritus inmundos o demonios, e identificó que lo
que le sucedía a su hija era una actividad demoniaca.
Esta madre de familia no sólo buscó a
Jesús con diligencia, sino que al estar ante él ruega de manera ferviente por
la liberación de su hija (esto se llama intercesión, cuando rogamos a Dios por
otra persona, en este caso en un estado de aflicción o cautiverio).
También esta madre reconoce que el
Señor Jesús tiene el poder para echar fuera de su hija al demonio. Seguramente
había escuchado que el Señor lo había hecho antes muchas veces.
Mateo 15:22 “Y he aquí una mujer
cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de
David, ten misericordia de mí! Mi hija
es gravemente atormentada por un demonio”.
Nos enseña este texto algo más, pues
ella dice: “Mi hija es gravemente atormentada por un demonio”. Esta expresión
nos habla de la condición en la que estaba aquella joven, ella estaba siendo
torturada y afligida por un espíritu inmundo, ese tormento puede verse reflejado
en situaciones como:
Enfermedades sin explicación,
pesadillas, depresión que incita al suicidio, angustia que aflige hasta
provocar locura, alteraciones de comportamiento y ataques contra sí mismo,
dolencias en el cuerpo sin explicación médica, ruina espiritual y material, etc.
Debemos tener en cuenta que para
actuar los demonios necesitan una autorización y ésta viene cuando hay pecado o
desobediencia a Dios, y por supuesto, la solución es el arrepentimiento, la
solución es volverse a Dios.
No sabemos exactamente por qué
aquella joven había caído en esa situación, pero su madre acude a Cristo, él es
Dios misericordioso y todopoderoso, nada hay difícil para el Señor.
3) La liberación es una faceta de la sanidad. Marcos 7:29-30 y Mateo 15:28.
“Entonces le dijo: Por esta palabra, ve; el
demonio ha salido de tu hija. Y cuando llegó ella a su casa, halló que el
demonio había salido, y a la hija acostada en la cama”.
Podemos ver que el mismo Señor Jesús,
según Marcos 7:29, nos confirma que aquella situación que su hija vivía se
debía a la actividad de un demonio en ella. Ante el corazón sincero y genuino
de aquella madre, el Señor tiene misericordia y libera a su hija, Jesús
respondió a su ruego.
Tal vez hoy día toda nuestra familia
no esté siguiendo a Cristo con nosotros, pero no podemos dejar de rogar por
ellos, pues lo que es imposible para los hombres es posible para Dios. Nuestro
ruego es escuchado por el Señor y a su tiempo nos responderá.
La madre de familia creyendo la
palabra de Jesús volvió a su casa, y al llegar encontró a su hija libre del
demonio y acostada en su cama. Como podemos ver según Mateo 15:28 “Entonces
respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como
quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora” el Señor Jesús recompensó la fe de esta mujer, por
eso le dijo “grande es tu fe, hágase contigo como quieres”.
Vemos que la fe estuvo acompañada de
ciertas evidencias, por ejemplo:
Ø Ella buscó con diligencia al Señor,
Ø Adoró a sus pies,
Ø Rogó por su milagro,
Ø Perseveró ante las adversidades (pues
inicialmente Jesús le dijo: “Soy enviado a las ovejas perdidas de la casa de
Israel)
Ø Respondió al Señor con sabiduría, y
Ø No renunció a su búsqueda hasta
hallar la respuesta en Dios.
La frase final en el
versículo 28 nos permite concluir que la liberación es una faceta de la sanidad,
nos dice la Biblia: “Y su hija fue sanada desde aquella hora”. Recordemos que
la petición continua de la madre a Jesús fue que echase de su hija al demonio
que la atormentaba, y en efecto el Señor liberó a su hija.
Pero esta última expresión
nos dice que “su hija fue sanada”, aquí la palabra “sanada” se traduce del
término griego “iaomai” que además quiere decir: restablecer, curar, renovar.
Los espíritus inmundos procuran impedir la restauración, renovación, sanidad
espiritual o emocional de una persona.
Precisamente para esto
apreció el Hijo de Dios para deshacer las obras del diablo. Así como Jesús
anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, hoy día
sigue haciendo milagros, sanando, restaurando, liberando a los cautivos.
Pensemos por un momento
¿cómo está nuestra familia? ¿Cómo están nuestros hijos? es tiempo como aquella
mujer de clamar, rogar y buscar la presencia de Dios, pues todo poder demoniaco
en su presencia huye.
Conclusión: Es necesario mirar nuestra vida y familia con ojos
espirituales, quiero decir, con discernimiento espiritual, para orar con
sabiduría y para ejercer la autoridad que en Cristo ya tenemos como iglesia del
Señor.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
Gracias por la ayuda Espiritual.
ResponderBorrarAmén.
Gracias por sus enseñanzas.Dios Los bendiga.. desde San Marcos.Guatemala
ResponderBorrarbien por aquellos que buscan su presencia sin El como estariamos? gracias por esta ensenanza,y que Dios sea su ayudador en todo..
ResponderBorrarAmén Dios es Bueno....
ResponderBorrarGracias por esta ayuda espiritual Dios los bendiga lo saludamos desde Chaco
ResponderBorrarGracias por el estudio. Que Dios los bendiga.
ResponderBorrarAmén gracias por sus enseñanzas me an ayudado mucho.
ResponderBorrarY la mano de nuestro Dios estaba sobre nosotros, y nos libró de manos del enemigo y del asechador en el camino.
ResponderBorrarEsdras 8:31
Dios de lo imposible, tú tienes el poder sobre nuestras familias. Bendícenos con tu presencia
Muchas gracias pastor por su generosidad