Cuidado con el espíritu de Amalec - Predicas y bosquejos bíblicos

Predicas y bosquejos bíblicos

(Predicas y bosquejos bíblicos). Cuidado con las estrategias del espíritu de Amalec. Es muy importante en la batalla espiritual mantener el equilibrio y el discernimiento, es decir, no debemos acusar de todo al diablo de manera que se pierda la responsabilidad del cristiano, e identificar que es del diablo, que viene de Dios y cuales situaciones son más bien resultado de nuestras propias decisiones. Veamos este interesante estudio 

Bosquejo bíblico: Cuidado con el espíritu de Amalec.   

Recordemos que el nombre “Amalec” significa: “pueblo que ama la guerra” “gente que golpea”. Desde esta definición podemos pensar que muchos conflictos, separaciones, divorcios, peleas, homicidios, son generados por éste espíritu de violencia y destrucción. 

Es muy importante que veamos a la luz de la Biblia como fue que Amalec atacó al pueblo de Dios. Leamos Deuteronomio 25:17-18 “Acuérdate de lo que hizo Amalec contigo en el camino, cuando salías de Egipto; de cómo te salió al encuentro, y te desbarató la retaguardia de todos los débiles que iban detrás de ti, cuando tú estabas cansado y trabajado; y no tuvo ningún temor de Dios”.

Aquí podemos sacar algunas conclusiones muy importantes:

a) “Te desbarató la retaguardia”. La retaguardia indica la parte de atrás, la parte posterior, nos dice la Biblia que Amalec atacó por detrás, “desbaratar la retaguardia” es una expresión que equivale a decir: “cortar la parte posterior”. Amalec hirió a aquellos que venían atrás.

Esto nos recuerda la importancia de mantener vigilantes, por eso Jesús dijo: “Velad y orad para que no entres ni tentación”. Cuando un soldado duerme o está descuidado es presa fácil de su enemigo.

El cristiano debe mantener vigilante y atento de su vida, familia y tiempo, pues estamos en tiempos finales. No podemos dar la espalda o ser indiferentes, pues el enemigo nunca duerme.        

Recordemos aquí que Amán procuró la destrucción de todos los judíos en tiempos del rey Asuero, Amán era un descendiente de Agag, rey amalecita, y Dios usó a Mardoqueo y a Ester para librar a su pueblo.

El espíritu de Amalec aborrece al pueblo de Dios, por eso hemos sido ungidos por el Espíritu Santo para avanzar y vencer en Cristo Jesús. Esta actitud o espíritu la vimos en Hitler y hoy día en aquellos movimientos antisemitas que persiguen y aborrecen al pueblo de Dios. 

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b) “Atacó a todos los débiles que iban detrás de ti” palabras que nos enseñan que el espíritu de Amalec busca atacar la población débil. La palabra “débil” se traduce aquí del término hebreo “kjashál” que además significa: inestable.

Entonces la inestabilidad en los caminos del Señor hacen al creyente débil, y la inestabilidad permite al espíritu de Amalec atacar y herir al cristiano quien no puede defenderse por su debilidad.

La Biblia nos enseña que las almas inestables son seducidas fácilmente por las herejías de los falsos maestros (2 Pedro 2:14 “… seducen las almas inconstantes…”) y también nos enseña que los inestables tuercen las Escrituras para su propia perdición (2 Pedro 3:16 “… las cuales los indoctos e inconstantes tuercen para su propia perdición”), entonces la inestabilidad termina siendo ventaja para el enemigo.      

c) “Cuando tú estabas cansado y trabajado”. Así como en una batalla cuando un guerrero es alcanzado por la fatiga y es vencido por su contrincante, el pueblo de Dios estaba agotado por el camino y Amalec aprovechó esta circunstancia para atacar.

Cuando debido a nuestro caminar de fe, o por las luchas espirituales, o por las pruebas y obstáculos del camino nos sentimos cansados debemos ir a Jesucristo para tomar nuevas fuerzas.

El Señor nos comprende y nos ayuda, pues él también estuvo cansado, nos dice la Biblia por ejemplo en el evangelio de Juan (capítulo cuatro) que el Señor Jesús iba de Judea a la región de Galilea y pasaba por una aldea samaritana por donde estaba el pozo de Jacob, y “Jesús cansado del camino, se sentó junto al pozo”.         

Conclusión: No importa cuántas estrategias el reino de las tinieblas levante contra ti o contra tu casa, en Cristo somos vencedores. Debemos ejercer nuestra autoridad en Cristo y reprender las obras de las tinieblas, pues no hay poder más grande que el de nuestro Dios. Ningún espíritu del mal es más poderoso que Jesucristo nuestro Señor, debemos acudir a Cristo y renovar nuestras fuerzas y nuestra fe en él. 

(Te invito a leer: Sermones escritos para predicar).  

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Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.                                 

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