Un ejemplo bíblico del doble ánimo - Estudio bíblico

(Estudio bíblico). Introducción: Dios a través de su palabra nos enseña las complicaciones del doble ánimo, sus resultados y por supuesto el poder del Señor que transforma nuestras debilidades, y nos convierte en poderosos instrumentos para su gloria…  

Estudio bíblico: Un ejemplo bíblico del doble ánimo.  

Según nos enseña la biblia el Señor Jesús le cambio el nombre a Pedro: Juan 1:41-42. Aquí se nos habla del primer encuentro entre Jesús y Pedro, y al verlo el Señor le dijo: “Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas (que quiere decir, Pedro)”.

El nombre Pedro (cuyo equivalente en arameo es Cefas) significa: roca, piedra. Sin duda este cambio era importante, pero debemos tener en cuenta que ese cambio no se dio inmediatamente, más bien el Señor estaba revelando aquella fortaleza que quería desarrollar en Simón, dado el importante papel que iba a desempañar en la iglesia que nacería unos pocos años después.

Simón, hermano de Andrés, era un hombre impetuoso, inconstante y poco digno de confianza. Por lo general hacia promesas que luego no podía cumplir. Era un hombre emocional, que se entregaba a ciertas cosas con una fuerte pasión inicial, pero luego se rendía antes de terminar.      

Vemos según la Biblia que Pedro cometió diversos errores por su doble ánimo, por ejemplo:

a) Pedro le dijo a Jesús que no fuera  a la cruz a morir de tan terrible manera. El doble ánimo impide hacer la voluntad de Dios cuando ésta implica obstáculos, tribulación o dolor, y por eso la persona termina renunciando al camino que Dios le ha trazado.

b) Pedro negó al Señor Jesús tres veces cuando la gente lo señaló como seguidor del Maestro. El doble ánimo genera debilidad en los tiempos difíciles, y hace que la persona termine negando sus principios y su fe cristiana.   

c) Pedro cuando tenía que orar se quedó dormido, él fue advertido por el Señor Jesús de que sería zarandeado por el diablo, y esa noche mientras el Maestro oraba en el huerto de Getsemaní sus discípulos dormían incluyendo a Pedro.

El doble ánimo afecta hasta la vida de oración, pues la persona termina dudando del poder y cuidado divino y piensa que orar es una pérdida de tiempo; y así su fe y su esperanza en Dios se vienen abajo y deja de buscar al Señor.

Así como el Señor Jesús restauró la fe sus discípulos, nosotros debemos buscar a Dios y en su presencia seremos renovados y fortalecidos para perseverar y salir de toda crisis mucho más fuertes y maduros para la gloria de Dios.

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Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.                            

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Estudios bíblicos y bosquejos.