Amor por la casa de Dios - Estudio bíblico

Estudios bíblicos: Amor por la casa de Dios. Sermones cristianos.
Estudios bíblicos
(Estudios bíblicos). Introducción: En el Antiguo Testamento la casa de Dios desempeñó un papel fundamental, más porque sólo había un templo en Jerusalén. Luego con Cristo venimos a ser templo del Espíritu Santo, gracias Dios por tan inmenso honor y bendición... 



Estudio bíblico: Amor por la casa de Dios.

Hoy día cuando nos vamos a reunir como iglesia local creo que todos deseamos llegar a un auditorio agradable, limpio, bonito, cómodo, etc, y ese lugar debe ser valorado por nosotros. Es interesante ver que aquellos reyes de Israel que dedicaron mucha atención y cuidado al templo del Señor fueron bendecidos y respaldados en su reinado. 

Tengamos en cuenta que la obra es para Dios. 1 Crónicas 29:1 “Después dijo el rey David a toda la asamblea: Solamente a Salomón mi hijo ha elegido Dios; él es joven y tierno de edad, y la obra grande; porque la casa no es para hombre, sino para Jehová Dios”.  

Es fundamental que tengamos esto presente: “la casa no es para hombre, sino para Jehová Dios”. Cuando hacemos algo para nosotros procuramos lo mejor, si hablamos por ejemplo de nuestra casa deseamos la mejor casa posible ¿verdad? Aquí la Biblia nos habla de hacer casa para Dios, y por tanto debemos procurar lo mejor para su gloria.    

Aquello que damos para la obra de Dios debe cumplir con ciertos requisitos, por ejemplo: 1 Crónicas 29:6 nos dice que ellos ofrecieron voluntariamente. Nos sentimos mal cuando vemos a personas haciendo cosas con una actitud de enojo o menosprecio, o quizá porque lo hacen por obligación. Pero Dios desea que hagamos las cosas para él con agrado y de buena voluntad.   

Sí vamos a dar para la obra de Dios debemos hacerlo con gusto y voluntariamente. De hecho debemos hacerlo con alegría, por eso 1 Crónicas 29:9 nos enseña que el pueblo de Dios se alegró de dar para la construcción del templo, y lo hicieron voluntariamente y de todo corazón.   

Debemos también tener presente que en el Nuevo Testamento el apóstol Pablo nos recuerda esto en 2 Corintios 9:6-7, en donde aquello que damos para Dios debe ir acompañado de alegría y con generosidad.




Recordemos que la viuda según el Señor Jesús en Marcos 12:41-44 fue mucho más generosa que los ricos de aquel momento (entonces no se trata de la cantidad, sino del corazón).   

Debemos dar para la obra de Dios con rectitud de corazón, es decir con honestidad y con los motivos correctos: 1 Crónicas 29:17. Cuando el rey David presenta sus ofrendas para la construcción del templo nos enseña que a Dios le agrada que demos con rectitud de corazón.

En la Biblia vemos casos como el de Giezi (quien a escondidas del profeta Eliseo tomó dones de Naamán); el caso de Acán (quien tomó telas finas y lingotes de oro cuando Dios había dicho que no tomarán de aquellas cosas), Ananías y Zafira en el Nuevo Testamento, estos sufrieron las consecuencias de robar y ser deshonestos delante de Dios.

El Señor ama la ofrenda legal y correcta. Aquel que es fiel en lo poco, sobre mucho será puesto. Es nuestra responsabilidad tener afecto por la casa en la que Dios permite congregarnos para alabar su nombre y estudiar su palabra para nuestra bendición.





Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.                 

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