En Jesucristo hay perdón y restauración - Estudio bíblico
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| Estudios bíblicos |
(Sermones cristianos).
Introducción: Jesús estaba enseñando y le trajeron un hombre paralítico,
estaban presentes escribas, fariseos y muchas otras personas y el Señor va a
hacer un gran milagro, pero lo primero que Jesús aborda es la condición
espiritual del paralítico. El primer y gran milagro que Dios procura en el
hombre es la salvación de su alma…
Estudio bíblico: En Jesucristo hay perdón y restauración.
Lucas 5:20-23 “Al ver Jesús la fe de ellos, le dijo: Hombre, tus pecados
te son perdonados. Entonces los escribas y fariseos cavilaban en sus corazones
¿Quién es éste para perdonar pecados?... Entonces Jesús les dijo: ¿Qué caviláis
en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: Tus pecados te son perdonados,
o decir: Levántate y anda?”.
Debemos destacar la frase: “Al ver
Jesús la fe de ellos”. Recordemos que ellos subieron al paralítico al techo,
abrieron un gran hueco, bajaron al hombre delante de Jesús, estas acciones
demostraban la fe de ellos, por eso Jesús vio su fe, entonces mediante nuestras
acciones ponemos en evidencia nuestra fe.
Lo primero que el Señor Jesús le dijo
al paralítico antes de hacer cualquier cosa fue: “tus pecados te son perdonados”.
Lo que sin duda nos permite ver que aquellos pecados afligían a aquel hombre y
seguramente se consideraba indigno de cualquier favor divino, pero en Jesús
hallamos perdón, no importa de qué tamaño son nuestros pecados, lo importante
es llevar nuestro corazón delante de Jesús, pues su preciosa sangre nos limpia
de todo pecado.
Los escribas y fariseos allí
presentes comenzaron a cuestionar y criticar la obra de Jesús. No es de
extrañar que cuando decidimos acercarnos a Jesús aparezcan diversos obstáculos
y aún personas que quieren impedir nuestra búsqueda de Dios, pero es necesario
como aquellos hombres esforzarnos y con la ayuda de Dios acercarnos a
Jesucristo, porque él es el camino, la verdad y la vida.
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El Señor Jesús confrontó a aquellos
hombres, que cegados por su religión no podían ver a Dios en la persona de
Jesús, ellos no creían que él era el Mesías. Su dureza de corazón y orgullo
eran de tal magnitud que ni siquiera viendo las señales del Maestro creían en
su mensaje.
Ellos fueron testigos de muchos
milagros a lo largo del ministerio del Señor Jesús, también vieron que en
muchas ocasiones el Señor echó fuera demonios de muchas personas que habían
sido afligidos por espíritus inmundos.
La Biblia nos dice que Jesús andaba
por las ciudades y aldeas sanando a los enfermos y echando fuera muchos
demonios, pero aun así muchos preferían no creer.
Hoy día debemos agradecer a Dios por
su amor, pues su gracia en Cristo Jesús nos alcanzó. Por la obra del Espíritu
Santo fuimos convencidos de pecado y hemos nacido de nuevo, el velo de la
incredulidad se rasgó y venimos al conocimiento de Jesucristo, y todo esto por
la misericordia de Dios y su amor.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
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