A veces llega la crisis a la familia, pero Cristo es nuestra victoria

Sermones cristianos: Cuando llega la crisis a la familia es Cristo nuestra fortaleza y victoria. Quizá con la dificultad venga la duda y el temor, pero la fe en en las promesas de Dios siempre nos dará la victoria... 

Lucas 7:12 “Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban a enterrar a un difunto, hijo único de su madre, la cual era viuda; y había con ella mucha gente de la ciudad”. 

La familia de la viuda de Naín ha venido padeciendo grandes adversidades y ha sufrido pérdidas, pues primero murió el padre de familia y tiempo después el hijo único de la casa. La muerte había venido sobre aquel hogar.     

A veces hallamos familias que han sufrido por mucho tiempo la aflicción de la muerte, por supuesto que todos los seres humanos un día vamos a morir, pero otra cosa es cuando vemos muertes prematuras, violentas, y con enfermedades mortales que se repiten con frecuencia generación tras generación (hablamos de temas como sicariato, narcotráfico, cáncer, homicidios, suicidios, etc).

Podemos recordar aquí por ejemplo la familia de Elimelec y Noemí. Según el libro de Rut en la Biblia y ante la escasez en Belén, ellos y sus dos hijos se fueron a vivir a los campos de Moab, allí vivieron unos diez años, durante ese periodo de tiempo murieron su esposo y sus dos hijos.

Un manto de muerte, tristeza y ruina vino sobre aquella familia (pues no sólo murieron su esposo y sus dos hijos, sino que lo perdieron todo).   

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En todo tiempo de crisis nuestra fuerza y solución está en Cristo, él es consolador por excelencia. Jesús conoce lo profundo de nuestro ser y se compadece cuando estamos bajo dificultad. Lo vemos claramente en Lucas 7:13 “Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores”.

El Señor Jesús después de ministrar y consolar a la viuda de Naín, se acercó al féretro y habiéndose detenido la marcha dijo: “Joven, a ti te digo, levántate”. Es una expresión que nos permite ver el poder de Dios, pero también su misericordia con aquellos que padecen el dolor y la pérdida.

Jesús tiene el poder de dar vida y resucitar lo que ha muerto, él puede restaurar lo que ha sido dañado. Jesús puede levantar al caído, él renueva al cansado, todo es posible para él. Con todo su amor y poder el Señor visitó esa familia que estaba pasando por la más grande crisis de su historia.

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Lucas 7:14-15 “Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y dijo: Joven, a ti te digo, levántate. Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar. Y lo dio a su madre”.

Nada puede detener el poder de Dios y su soberana voluntad. Según la ley de aquel tiempo Jesús no debía tocar aquel féretro porque se haría inmundo; el que lo haya hecho nos recuerda por lo menos dos cosas:

a) Que la ley de Dios y su amor está por encima de los formalismos religiosos de los hombres.  

b) Y que el poder de Dios está por encima del poder del pecado, nada puede dañar a Jesús, pues él es Dios todopoderoso y su gloria resplandece haciendo retroceder los poderes de las tinieblas y de la muerte.      

Recordemos aquí por ejemplo que el endemoniado gadareno al ver a Jesús, lanzó un grito y se postró a sus pies… En otra ocasión le trajeron al Señor un endemoniado y apenas vio a Jesús cayó en tierra… Sin Jesucristo decir una sola palabra los demonios, principados y potestades demoníacas caen ante su gloriosa presencia, porque él es Dios todopoderoso, Rey de reyes y Señor de señores.

No importa lo que pueda estar pasando en tu familia, para Jesucristo todo es posible, habla con Dios y deposita en sus manos la situación él le dará el mejor manejo y verás su poder a tu favor.          

Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.  

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