Honrar a Dios significa bendición en nuestras labores

Introducción: Dios ha establecido en su palabra los principios de bendición y victoria para cada uno de sus hijos. Cuando decidimos seguir su consejo la cosecha será bendición y respaldo divino. Es interesante ver que en la Biblia el Señor nos dejó las leyes para prosperar en todas las cosas, incluyendo nuestras finanzas... 

Honrar a Dios significa bendición en nuestras labores. Proverbios 3:9-10.  

"Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos, y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto". 

Dios es el dueño del oro y de la plata, es el creador y propietario de todas las cosas. Nosotros los seres humanos venimos a ser administradores de los bienes del Señor. Cuando lo hacemos bien y somos fieles a él, entonces Dios nos pone sobre mucho.

Este pasaje nos habla de honrar a Dios, de reconocerlo y rendirle honor como Señor y Dueño del universo. En este caso nos dice que debemos hacerlo con nuestros bienes y con las primicias de todos nuestros frutos. 

Entonces debemos considerar todas las bendiciones que el Señor nos ha dado y con corazón generoso presentar nuestra ofrendas a Dios.  

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Cuando el pueblo del Señor hace esto sus graneros y lagares tendrán abundancia. El pueblo de Israel era principalmente agrícola, y en su proceso el granero y el lagar eran muy importantes.

Los graneros eran usados (y aun hoy día) para guardar la recolección de la cosecha para luego venderla y para tener alimento para el tiempo siguiente. En los lagares se obtenía el jugo de la uva y el aceite del olivo, y Dios promete que habrá abundancia en aquellos procesos.

No podemos evitar el principio de la siembra y la cosecha. La naturaleza misma nos lo recuerda todos los días. La física también nos enseña que todo efecto se debe a una causa; por tanto, honremos a Dios con nuestros bienes y primicias y seremos bendecidos, nuestra casa será bendecida.       

Procuremos pues un corazón generoso con la obra de Dios en la tierra, y esto será una poderosa semilla de bendición para nosotros y para nuestras generaciones. 

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Escrito por por pastor Gonzalo Sanabria.  

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