La lepra y su significado espiritual según la Biblia. 2ª parte.

La lepra y su significado espiritual según la Biblia (Segunda parte).

Ejemplos bíblicos de personas alcanzadas por la lepra:

a) María, la hermana de Moisés. Números 12:1-15. Causa de la lepra: Murmuración, autosuficiencia, no reconocer su cobertura, rebelión. Esto hizo detener la marcha por el desierto. Solución: Intercesión de su cobertura, disciplina de Dios, y cambio de actitud... 

b) Giezi, 2 Reyes 5:20-27. Causa de la lepra: Amor al dinero, miente a su autoridad (el profeta Eliseo), mala relación con su cobertura. Giezi no confesó su pecado, y la lepra de Naamán cayó sobre él y sobre su descendencia. 




c) Naamán, 2 Reyes 5:1-19. La causa es desconocida. Solución: Obediencia, humildad, despojarse del argumento humano, fe. Resultados: fue sanado, recibió la paz del Señor, se convierte en un adorador De Dios.

d) El rey Uzías, 2 Crónicas 26:16-21. Causa: Soberbia, rebelión, ira, usurpar la autoridad. La solución es el arrepentimiento. Consecuencias:

Ø Fue apartado de la ciudad (perdió la comunión).
Ø Fue separado de la casa de Jehová (pierde privilegios de adoración).
Ø No pudo seguir reinando.
Ø Fue leproso hasta el día de su muerte.      

Pasos para ser sanados de la lepra: Levítico 14:1-7.  

Este acto implicaba el sacrificio de una pequeña ave limpia en un vaso de barro, además de madera de cedro, grana e hisopo, con lo que se aplicaría la sangre de la avecilla muerta sobre el que era leproso y se le declaraba limpio y sano.

El sacrificio y la sangre de la pequeña ave nos recuerda la obra de Jesucristo en la cruz del calvario, la madera de cedro nos habla de la cruz y la vasija de barro nos habla de la humanidad de Cristo. Aquel que se identificó con nosotros en todo.

Las aguas corrientes nos recuerdan la obra del Espíritu Santo (Jesús dijo que los creyesen en él recibirían al Espíritu Santo y sería en el interior de ellos como ríos de agua viva), y la obra de la palabra de Dios, pues Jesús también dijo a sus discípulos: “Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado”.




Recordemos que Jesús sanó a muchos leprosos que acudieron a él, por ejemplo: Lucas 5:12-14. Aquel leproso fue sanado porque:

a) Reconoció que Jesús podía hacerlo (a pesar de su condición él tuvo fe),
b) Se humilló ante Jesucristo el Señor (renuncio a su orgullo y auto suficiencia),
c) Rogó en la presencia de Dios (derramó su corazón ante Jesús).

Todo es posible para Dios. Jesús restauró completamente la vida de ese hombre, y sigue haciendo lo mismo hoy. Dios sana lo profundo del corazón, transforma nuestra condición; requiere que rindamos a él todo nuestro ser.  

Es necesario que abramos nuestro corazón a Dios, así como sanó y limpió a Naamán puede hacerlo hoy con nosotros. Hace como Jesús limpió a diez leprosos en los evangelios, puede quitar de nuestra vida aquello que estorba nuestro caminar.

Así como la lepra afecta el cuerpo, puede haber cosas que estén afectando nuestra vida espiritual, y nos alejan de la comunión con el Señor, así como la lepra provocaba el aislamiento de la persona, pues no podían ingresar al tempo ni convivir con su familia, ni en sociedad con sus hermanos.




Cristo es el mismo ayer, hoy y siempre. Él es poderoso para sanar, liberar y restaurar el corazón afectado por el poder del pecado. Pongamos nuestro corazón en las manos del mejor médico y sanador: Jesucristo nuestro Señor.    

Puedes leer la primera parte de este estudio aquí en: LA LEPRA Y SU SIGNIFICADO BÍBLICO, 1ª PARTE.        


Escrito por por pastor Gonzalo Sanabria.  

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