Jesús es ungido por una mujer con un frasco de alabastro

Jesús es ungido por una mujer con un frasco de alabastro. Marcos 14:3, 8-9.

“Y estando Él en Betania, en casa de Simón el leproso, y sentado Él a la mesa, vino una mujer trayendo un frasco de alabastro de ungüento de nardo puro, de mucho precio, y quebrando el frasco de alabastro, se lo derramó sobre su cabeza… 

Ésta ha hecho lo que podía; y se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura. De cierto os digo: Dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, lo que ella ha hecho, también será contado para memoria de ella”.

Simón había sido seguramente un leproso sanado por el Señor Jesús, y éste lo invito a cenar en su casa. Una mujer derramó sobre la cabeza del Maestro un costoso frasco de perfume, fue un acto de adoración especial. Fue criticada por los demás, pero lo más importante para ella fue agradar al Señor Jesús.

El Maestro la defendió de las críticas y más bien exaltó lo que ella había hecho, su obra quedó registrada en la Biblia para ser leída por millones de personas y durante milenios. Con frecuencia nuestra adoración a Dios enfrenta oposición y obstáculos, cosas que deben ser un estímulo a la perseverancia, pues la adoración barata y cómoda no tiene un efecto significativo en el corazón del Rey.

Betania nos recuerda aquí la importancia de la adoración a Dios y de perseverar en ella a pesar de los obstáculos. El verdadero adorador evidencia su fiel adoración a Dios cuando le sigue y le sirve a pesar de las circunstancias adversas. 

Persevera, al final Dios mismo te defenderá y te dará bendiciones y privilegios, como lo hizo con esta mujer.              

Dios convierte tu aflicción en bendición.

Es  muy interesante ver que el nombre “Betania” tiene varios significados que nos recuerdan varias obras de Dios: 

1) Casa de frutos. Es Dios quien nos prospera. Uno de los resultados de buscarlo es su bendición, pues Dios es galardonador de los que le buscan.

  

2) Casa de aflicción. Algunas veces nuestra vida pasa por tiempos difíciles y dolorosos, pero lo más importante es que Jesús está con nosotros. 

3) Casa de canción. Nos recuerda el poder de Dios para transformar las situaciones. La Casa de aflicción Dios la convierte en Casa de canción, por eso nos dice la Biblia en Génesis 41:50-52 que fue Dios quien hizo fructificar a José en la tierra de su aflicción.

Dios es Todopoderoso, él puede cambiar tu aflicción en bendición, tu crisis en una gran victoria, él puede cambiar tu tristeza en un profundo gozo, la resurrección de Lázaro cambio el llanto en casa de Marta y María por alabanzas a Dios. El Señor es quien puede transformar tu situación.      

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Escrito por por pastor Gonzalo Sanabria.  

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